El pasado está de moda en la televisión. Como si el tiempo fuera circular para la pantalla chica, amparándose en el fenómeno vintage que cruza la vestimenta de hombres y mujeres por igual, la TV Argentina mira el pasado con los ojos del presente. No hay canal de TV abierta que no tenga en su grilla programas estrenados allá lejos y hace tiempo, nuevas versiones de antiguos formatos, o incluso le den pie al regreso de géneros que se creían agotados. A falta de grandes presupuestos, en un mundo pandémico que encarece la producción con sus protocolos sanitarios, la TV vernácula echa mano de un pasado que se resignifica en la actualidad. Hay programas que efectivamente son inoxidables, pero otros que evidencian que el paso del tiempo los perjudicó.
Si la pandemia puso en duda todas las certezas, en la pantalla chica resultó ser la causa o la excusa para revisar el pasado y traerlo al presente. Como si aquellos ciclos o géneros buscasen trasladar a los espectadores (y productores) a una época menos incierta que la actual, a la que es necesaria volver para distraerse del stress pandémico. En ese revival en el que se metió la pantalla chica, hay un clásico que sobresale por su vigencia: El Zorro, que a seis décadas de su realización y en su vaya a saber qué número de repetición, sigue cosechando buena audiencia los domingos al mediodía en El Trece. Tan Inoxidable como inexplicable. Algo similar ocurre con Los tres chiflados (a las 11), que el canal programa en tándem con la serie protagonizada por Guy Williams.
Claro que el túnel del tiempo televisivo se da principalmente en la tendencia extendida de realizar nuevas versiones de viejos formatos. Las remakes de antiguos ciclos atraviesan todas las pantallas. En Telefe, el canal líder en audiencia de Argentina, este año metieron mano en el regreso de Minuto para ganar, el ciclo conducido por Marley que se emitió por primera vez en 2011, y actualmente se puede ver en pantalla la nueva versión de Trato hecho (con Lizy Tagliani y Roberto Moldavsky), el programa de entretenimientos que Julián Weich condujo en 2003. Una práctica que ya había tenido como antecedente la nueva versión a cargo de Santiago Del Moro de ¿Quién quiere ser millonario?, que en 2001 se estrenó por primera vez en Argentina con Weich en la conducción. Ni hablar de las infinitas repeticiones de Casados con hijos, ese comodín que el canal actualmente emite en maratón los sábados desde las 9.15.
Este reciclado de ciclos ya emitidos no es azaroso y tiene una explicación: se trata de formatos que el canal posee los derechos televisivos, adquiridos en su momento a productoras internacionales. Diferente es el caso de Pasapalabra, el ciclo de juegos que conduce Iván De Pineda, que dejó de salir en 2020 en El Trece por cuestiones artísticas, y que Telefe recuperó y ahora lo emite diariamente a las 19 con buena audiencia.
En esta era de revisar el baúl de los recuerdos, El Trece no se queda atrás. De hecho, uno de los programas que más audiencia posee en su pantalla es nada más y nada menos que 100 argentinos dicen (lunes a viernes a las 14.30), que entre 2003 y 2005 condujo Monchi Balestra y que el año pasado regresó comandado por Darío Barassi, uno los animadores jóvenes más interesantes de la TV actual, gracias a su humor y repentización. El retorno de viejos conocidos no se queda ahí en la pantalla que dirige Adrián Suar: nuevamente repuso el indescriptiblemente morboso Policías en acción (domingos a las 23), a la vez que Marcelo Tinelli también trajo del pasado los viejos segmentos de humor y tiene intenciones de revivir a El show del chiste kids.
En Canal 9 el fenómeno se vislumbra más tímidamente con la reposición de Combate (domingos a las 15), el programa de destreza física que termina a fin de mes. En todo caso, la mirada hacia atrás del canal del Grupo Octubre se expresa en el estreno el miércoles de Súper Súper (a las 16), el ciclo de entretenimientos conducido por José María Listorti y que, en verdad, es una versión aggiornada del recordado Clink caja que Berugo Carámbula animó en la década del noventa con notoria popularidad. También en este remake los participantes deberán sortear diferentes desafíos como consumidores en un estudio transformado en un gran supermercado. El ciclo, además, contará con un clásico de estos tiempos: un especial con famosos se emitirá los sábados a la noche.
Una rara avis en el 9 es el caso de La hora exacta (lunes a viernes a las 22), el ciclo de preguntas y respuestas que conducen Teté Coustarot y Boy Olmi. Si bien se trata de un formato original y estreno, no es menos cierto que la historia argentina y mundial es el eje del ciclo, a través de un muy interesante material de archivo que acompaña las preguntas. El pasado como fuente de conocimiento y puente emocional.
La pantalla de América no se queda atrás y mete mano al pasado -en este caso más reciente- los fines de semana. Los sábados, la emisora repite viejas presentaciones musicales en Pasión de sábado (a las 12). Además, los domingos a las 13 emite un compilado de Lo mejor de Los mammones (lunes a viernes a las 20.30), el ciclo de invitados y música que muestra en Jey Mammon a otro conductor completo de la nueva camada televisiva.
En la TV Pública, la apuesta a la repetición de distintas series de ficción nacionales en el prime time es una política inalterable que lleva adelante la gestión de Rosario Lufrano desde que se declaró la pandemia. Actualmente, la emisora repuso las tres temporadas de El marginal (a las 23), a la espera del estreno de la cuarta y como un modo de crear expectativa entre su audiencia. Además, la emisora suele programar películas y documentales históricos en distintos espacios de su grilla, pero sigue sin convocar a Fernando Peña y Roger Koza para el ciclo Filmoteca, pese al clamor por su regreso que se expresa en las redes sociales.
Desprendimiento de la tendencia retro, El club de las divorciadas (lunes a viernes a las 16 por El Trece) le devolvió a la TV abierta el “talk show”, aquél género que hizo irrupción masiva en el país en los noventa, en el que gente “común” cuenta sus problemas en cámara. En este caso, el foco está puesto en mujeres con problemas de amor y desamor, con especialistas (la sexóloga Alessandra Rampolla, el psicólogo Gabriel Cartañá y la abogada Viviana Koffman) que sirven de asesores o analistas de cada situación. En la TV abierta actual, todo vuelve, nada se pierde y todo se transforma.