El precio de la soja tuvo una semana de fuerte volatilidad. El jueves registró su caída diaria más importante en 50 años perdiendo un 8 por ciento y perforando el piso de los 500 dólares por tonelada, para cerrar en los 488. Este viernes recuperó parte de esa caída con un alza de 24 dólares, un 5%, hasta los 512 por tonelada. 

Los informes de consultoras vinculadas al complejo agropecuario indican que en la baja de la cotización de esta materia prima influyen distintos factores. Por un lado la recuperación climática en los Estados Unidos lo que adelanta una mayor producción de soja para las próximas campañas. El clima adverso en aquel país y en Brasil habían sido en los últimos meses uno de los puntos importantes para explicar la suba de precios de la oleaginosa.

Por otro lado se indica que la flexibilización en los requisitos para las refinerías de petróleo respecto del uso de combustibles mixtos podría explicar una menor demanda de soja, la cual se utiliza para la producción de biocombustibles. De todas formas este no es un tema cerrado ni explica por sí mismo el cambio brusco de los precios.

En la Bolsa de Comercio de Rosario indicaron que la suba de este viernes fue un resultado de compras de oportunidad pero que la tendencia no se encuentra definida. En la entidad adelantaron además que “luego de una semana de fuerte alta volatilidad para los productos del complejo soja, en la semana próxima podrían darse novedades en torno a la política de biocombustibles estadounidense”.

Los informes sectoriales también tienen en cuenta elementos financieros para intentar encontrar una explicación a la incertidumbre de precios. En los reportes se aclara que un dólar más fuerte suele correlacionarse con precios de materias primas más bajos.

Finalmente, se menciona que otra posible explicación podría estar vinculada a elementos estacionales y de corto plazo de la economía china, que es un gran importador de la oleaginosa a nivel global.

Los precios arriba de 600 dólares de mayo fueron los más elevados en 12 años. Pero un valor de la soja en torno de los 500 dólares por tonelada no resulta despreciable para la economía argentina. Sigue estando muy por encima del precio que tenía en la primera parte de 2020, cuando cotizaba en torno de los 350 dólares por tonelada. 

Las estimaciones sobre liquidación de cosecha este año, según información de las cámaras sectoriales, muestran que en mayo lo hicieron por 3545 millones de dólares, en abril 3031 millones, en marzo 2773 millones, en febrero 1810 y en enero 2140. Estas cifras se ubican en niveles superiores a los 1945 millones liquidados en mayo del 2020, a los 1524 millones de abril de ese mismo año, a los 1064 de marzo, los 815 de febrero y 1613 de enero.

La fuerte liquidación de la cosecha fue clave para que este año la autoridad monetaria pudiera registrar una importante compra neta en el mercado de cambios, que supera los 6100 millones de dólares, lo que le permite tener colchón para vender divisas en la segunda parte del año, cuando aparecen motivos estacionales y las presiones electorales. En la entidad estiman terminar el año con compras netas de más de 5500 millones de dólares, lo que otorgaría estabilidad a las reservas internacionales.