El coordinador de los enfermeros que atendieron a Diego Armando Maradona en la casa del Tigre aseguró que la psiquiatra Agustina Cosachov y la médica Nancy Forlini eran las responsables de todas las indicaciones sobre el tratamiento al que debía ser sometido el futbolista. Al declarar en la causa en la que se investigan las circunstancias de la muerte del ídolo, el enfermero Mariano Ariel Perroni aseguró que las recomendaciones de las dos profesionales eran “no molestar ni invadir” al paciente y que nunca advirtieron sobre la necesidad de controlar el estado cardiológico de Diego.

Perroni era el coordinador de la empresa “Medidom” que fue subcontratada por la Swiss Medical para aportar los enfermeros que se necesitaban para la asistencia domiciliario de Maradona en la casa del country San Andrés del Tigre, donde el astro del fútbol falleció el 25 de noviembre del año pasado.

Perroni, que era el jefe de los enfermeros Ricardo Almirón y Dahiana Madrid, los dos primeros imputados indagados esta semana en la causa, llegó a las 12 del viernes a la Fiscalía General de San Isidro, acompañado por su abogado Miguel Ángel Pierri. El imputado aseguró que nunca estuvo a cargo de la atención de Maradona y precisó que nunca había tenido contacto con el paciente. Dijo que su función como coordinador era más bien administrativa.

“Desde el primer instante, mi función no fue la de tomar acciones médicas, sino de control de ingreso y egreso del personal”, dijo en la indagatoria. Sostuvo que “nunca” recibió otra indicación médica “que no fuera la de suministro de psicofármacos, de informar horarios y comunicar ante el caso de una necesidad alcohólica”. Afirmó que pese a que los enfermeros lo hacían cuando podían, en este caso las médicas tampoco habían dejado por escrito la orden de hacer control de ritmo cardíaco o signos vitales.

“El control es algo que la enfermería realiza, pero si el paciente no se deja, y la médica dice que no se invada al paciente, se cumple la orden del médico. A mí la única indicación de ese tipo me las dio Cosachov, y después Forlini, que mantenía la indicación de no molestar ni invadir”, afirmó el imputado. Perroni también aseguró que nunca recibió por parte de las médicas los antecedentes o informe de las patologías del paciente.