El exministro de Salud del Gobierno del expresidente Mauricio Macri, Adolfo Rubinstein, aseguró que “más allá de su perfil opositor” y de que tenga “enormes diferencias con la gestión de la pandemia, hay que ponerse en los zapatos de (Carla) Vizzotti o de Ginés (González García) o de los ministros”, en declaraciones brindadas al programa Identidades de IP Noticias, conducido por Mariana Verón.
"Ahora, con la pandemia, es terrible. En la gestión, estás todo el día saltando y ni quiero pensar en los que están ahora", consideró.
Rubinstein recordó que fue "uno de los únicos" que apoyó al Gobierno al inicio de la pandemia y que se alejó "cuando empecé a entender que también había cierto sectarismo o fanatismo, o cierta falta de objetividad en la decisión política de algunas decisiones que se tomaron. Por ejemplo, la prolongación de la cuarentena del confinamiento sin ningún tipo de calibración. Con 100 casos por día, teníamos todo cerrado"."
Yo nunca me opuse a las restricciones, pero digo que tiene que haber una buena calibración de las medidas. No te lo digo con el diario del lunes, esto lo venimos planteando desde abril del año pasado", agregó.
También dijo que haber convertido el ministerio de Salud en Secretaría por parte de Mauricio Macri fue "una bandera que entregamos. Fue una decisión muy mala, muy mala y además, inútil. Inútil porque no cambió nada", aseguró.
"Fue una decisión muy impulsada por el establishment".También se refirió a haber puesto en debate el aborto legal, seguro y gratuito: "Hubo una escalada de odio, donde escrachaban a los médicos, a las niñas violadas... Mi posición siempre clara al respecto. Yo tenía que resolver ese problema era una asignatura pendiente, no quería terminar mi gestión sin que eso tuviera un desenlace", dijo.
Plan de vacunación: no había un horizonte
Rubinstein también se refirió al manejo de la Argentina en su acercamiento al gobierno ruso para conseguir las vacunas. En ese sentido aseguró que "cuando se cayó el acuerdo comercial con Pfizer y se retrasaba AstraZeneca, no se habían iniciado negociaciones con otras empresas farmacéuticas y se acudió a Rusia".
En esa sintonía, recordó: "El momento en el que no teníamos un suministro fluido de vacunas" y que parecía que "no había un horizonte de previsibilidad". Sin embargo, reconoció que "ahora se está resolviendo con la llegada de los últimos embarques" y que "pareciera que se está regularizando el suministro”.
“Ojalá sea así, era hora de que se empiece a cumplir con el contrato. A pesar de esto, todavía se genera el interrogante del segundo componente, cuyo tema aún no está resuelto", manifestó.
También, se refirió a la campaña de vacunación y consideró que "está muy atomizada en cada uno de los distritos, con estrategias muchas veces muy diferentes en algunos distritos partidistas como, por ejemplo, en la Provincia de Buenos Aires".
"Yo creo que el Ministerio de Salud de la Nación, como organismo, tiene que asumir un rol muchísimo más protagónico del que tiene hoy en la implementación de una campaña de vacunación masiva como esta", reflexionó el exsecretario de Macri.
“Me gustaría ser candidato electoral”
El exfuncionario manifestó que le gustaría ser candidato en las próximas elecciones: “Me gustaría que me vieran como político y médico. La opinión de un médico a quien está mirando, escuchando o leyendo cobra otra relevancia”, agregó.
Luego, mencionó que los candidatos deberían "surgir de lo que cada uno puede aportar y no de roscas políticas estériles, para tener una mejor oportunidad dentro de las elecciones".En este momento, "donde la salud pública tiene una enorme visibilidad" empezó a reflejarse más como un referente técnico y más sanitarista.
Al concluir, expresó que cuando le preguntan si es radical, siempre menciona que su “corazón alfonsinista siempre está y de ninguna manera reniego de mi inclinación política. Es cierto que últimamente el perfil, si querés opositor o político, aparece más visible también porque estamos cada vez más cerca de la elección”.