Hace una semana, Gendarmería secuestró 210 toneladas de soja sin declarar que eran trasladadas desde Santa Fe hacia galpones en Salta. El escuadrón 54 de Aguaray logró detectar e incautar los granos que estaban siendo contrabandeadas desde Cañada de Gómez, hasta una finca ubicada en el Departamento de San Martín, desde donde, se presume, pretendían comercializar las cargas hacia el exterior.

Este no fue el primer procedimiento del año, de hecho, desde el 2020, por una decisión de la actual gestión del Ministerio de Seguridad de la Nación, se incrementaron los controles de ese tipo logrando, solo en ese año, realizar 57 procedimientos y 109 detenciones, secuestrando mercadería valuada en más de $101 millones, ubicando a Salta en el podio de actuaciones, seguida por Corrientes con 33 y Misiones con 25.

Entre enero del 2020, y marzo del 2021, las fuerzas federales incautaron más de 1.605 toneladas de soja que intentaban salir del país rumbo a Bolivia o Paraguay”, le dijo a Salta/12 la subsecretaria de Investigación Criminal y Cooperación Judicial de la Nación, Valentina Novick.

Mientras que fueron 1.862 las toneladas de maíz decomisadas en el mismo período. La funcionaria explicó que se trata de un incremento de más del 1.000% respecto de las 114 toneladas de soja y 400 de maíz secuestradas en el 2019. Calculan que ese volumen representa el 1% de lo que se recauda de exportaciones de grano, “pero es más que eso si pensamos en lo que se fuga sin ser detectado”. Y manifestó la preocupación de esa cartera por la tendencia a que siga aumentando la tasa de rentabilidad de esa actividad ilícita.

La funcionaria contó que detectaron desde que asumieron la gestión, que hay una ruta de granos que va de sur a norte, tanto del Noroeste como del Noreste con destino a la exportación ilegal. “No tendría ningún sentido que los granos salgan por las fronteras del norte”, cuando el 90% de los exportable sale desde los puertos, y mayormente desde Rosario.

Novick añadió que al ser alertada de la situación, la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, impartió la orden de incrementar los controles y comenzar a investigar el comportamiento de ese negocio. A la vez que se avanzó en un convenio con Aduana, AFIP y DGI, “para trabajar en conjunto y manejar la misma información”. Y consideró ese uno de los motivos del aumento en las detecciones de mercadería ilegal.

Rentabilidad por el cambio

La funcionaria detalló que la lógica del tipo de cambio de la moneda nacional con respecto al dólar, más el comportamiento en los precios internacionales de los commodities, que ubican a la soja en precios record, sumada a la intención de evadir el pago del canon a las retenciones por exportaciones, convierten al tráfico ilegal, en un negocio muy apetecible desde el punto de vista de la rentabilidad que arroja.

De esa manera, se estima que entre el precio del dólar ilegal y el ahorro en el pago de las retenciones, “la rentabilidad de la actividad dejaría una tasa de más o menos un 50% por encima a lo que ganarían en el mercado de la exportación legal”. Y que fomentada por el aumento de los precios internacionales de los granos y la gran demanda China, seguirá siendo rentable.

La preocupación de la cartera de Seguridad, es que al avanzar la frontera agrícola cada vez más hacia el norte del país, “con producción local”, se establezca un negocio ilícito aún más rentable y con mayores facilidades para su ejecución. A la vez que reconoció complicidades de todo tipo, entre ellos de intendentes, productores y hasta de algunas denuncias contra funcionarios de Rentas “que se están investigando en el ámbito de la Justicia”.

Pero sobre todo subrayó que de a poco se está viendo que la logística y el modus operandis, indican que “tienen vínculos con, o que al menos utilizan similares métodos que las de organizaciones que trafican estupefacientes”, como el uso de camiones, el ocultamiento de mercadería y los caminos utilizados, así como información relevante “sobre dónde hay controles y donde no”.

Uno de los principales problemas a la hora de detección de la mercadería ilegal, y por eso la importancia de la intervención de la AFIP, es la falsificación de las denominadas Cartas de Porte que otorga ese organismo a quien solicita transportar granos. O el uso irregular de las mismas: “las anulan justo antes de pasar por la frontera para que luego no se ejecute el cobro”. Para lograr evitar ese mal uso, la Administración Federal está trabajando en la digitalización completa de sus documento, “y estamos viendo la manera para que Gendarmería tenga acceso a esa información en los controles”. Algo que no será sencillo por el secreto fiscal, sumado a la falta de conectividad que hay en muchos puntos de la provincia y el país.

Pero insistió con que todos esos mecanismos utilizados para esquivar la ley, “requiere de toda una organización, con su logística e inteligencia, que tiene poder económico o en algunos casos poder político”, expresó.

El por qué eligen el NOA para realizar ese tipo de comercio y no solo el NEA, se encuentra en las amplias fronteras salteñas, las características geográficas, sumada a lo permeable que es el paso “son una dificultad en términos de control”.

Novick relató que debido a que la gestión Cambiemos no llevaba estadísticas sobre contrabando en general, “tuvimos que reconstruir datos con las fuerzas de seguridad para llegar a obtener algunos números de lo realizado”, no se puede afirmar que el contrabando aumentó. “Puede haber pasado que hubiera menos porque la tasa de rentabilidad era más baja, pero a la vez, tampoco se estaba persiguiendo”, sostuvo.

Aunque reconoció que hay un dato que no se puede ignorar, y es que desde hace años “Paraguay exporta más soja de la que produce”, por lo que el excedente sería producto del tráfico ilegal desde Argentina.

Por último, la funcionaria nacional destacó el trabajo que vienen realizando junto a los fiscales Federales Ricardo Toranzos y Eduardo Villalba, “es una ventaja con respecto a otras jurisdicciones que no manejan el sistema acusatorio”, acotó con respecto a la posibilidad que le da el procedimiento judicial utilizado en Salta.