E. Martínez (6): mostró el aplomo que ya se ha visto en los dos encuentros anteriores, en la primera etapa casi no tuvo trabajo; en la segunda tampoco, pese a los constantes embates paraguayos y al evidente quedo del equipo nacional, característica que se repite peligrosamente partido a partido. Segundo duelo sin que le marquen goles.
Molina Lucero (6): debió vérselas con el siempre complicado Almirón, que llegó a ponerlo en aprietos, ni hablar cuando el ex Lanús y Romero Gamara le hacían el uno-dos; no obstante, por virtudes propias y la inestimable ayuda de los volantes, salió airoso; vivísimo para desprenderse por derecha y pasar al ataque, buscando sociedades principalmente con Messi, sobre todo en los 45 minutos iniciales.
Pezzella (5): rueda de auxilio de Tagliafico, el hombre de Udinese debió abandonar en alguna oportunidad su zona para salir lejos a cortar juego, lo que desbalanceaba la última línea; sin embargo, ganó casi siempre de arriba ante Espínola y Avalos, expertos cabeceadores paraguayos, y cuando él mismo incursionaba en ofensiva, pudo exigir con algún testazo al arquero Silva.
Romero (5): extrañamente mostró algunas dudas, algo desacostumbrado en el seguro defensor de Atalanta; no pasó seguido en ofensiva, acaso porque la Selección no dispuso de muchas pelotas paradas en ataque; en la segunda etapa levantó un poco, aunque cometió faltas innecesarias y a destiempo cerca del área defendida por Dibu Martínez.
Tagliafico (4): Paraguay elegía atacar por su sector, por lo que el lateral del Ajax se vio un par de veces superado; más contenido, no se mandó mucho al ataque como supo hacerlo en otros compromisos.
G. Rodríguez (5): no fue el mismo que contra Uruguay, da la sensación de estar más cómodo como único volante de contención que con el doble 5 que conformó con Paredes. Tampoco incursionó en ataque. Así y todo, luchó los 90 minutos.
Paredes (5): ganó y perdió en su duelo con Piris da Motta, raspó bastante y, si bien no pudo hacer valer su formidable pegada de media distancia, metió un par de pases con su sello; se ligó una merecida amarilla y se fue apagando; reemplazado por Nicolás Domínguez.
A. Gómez (6): fue el primero en rematar al arco, apenas por encima del travesaño, y quien a continuación anotó el único gol con categoría; además ayudaba en la marca en el andarivel custodiado por Tagliafico; muy inteligente, fue el artífice del gol en contra de Junior Alonso, que no fue convalidado por un offside finito de Messi; en el complemento desapareció de todos los circuitos de juego y acabó reemplazado por Rodrigo De Paul.
Messi (5): hasta último momento no se sabía a ciencia cierta si Scaloni le daría descanso, pero el astro de Barcelona no se lo quiso perder; sin marca pegajosa, caminó bastante la cancha, se engolosinó con la pelota y no fue gravitante en la primera etapa, a excepción de un tiro libre bajo y rasante que salió rozando el palo del arquero; en el complemento, con toda la fatiga a cuestas, estuvo algo errático en los pases y sólo tuvo otro tiro libre que rechazó el 1 paraguayo.
Di María (6): arrancó muy movedizo y metiendo presión sobre la salida guaraní; le dio un precioso pase filtrado para que Papu Gómez ponga en ventaja a la Selección; corrió mucho, pero la buena noticia es que jugó un poco más con la cabeza levantada, con su pecado de siempre: el excesivo traslado de la pelota. Scaloni decidió sacarlo y por él entró Angel Correa.
Agüero (4): el reemplazante de Lautaro de entrada no pudo sacar provecho de un error que cometieron Piris da Motta y Gustavo Gómez pero, a diferencia del Toro Martínez, elegía perfilarse de frente al arco y no de espaldas; Messi buscó asociarse con él, pero a la flamante incorporación culé le faltó explosión e hizo más que notoria su poca propensión a marcar la salida del rival; metió un pisotón temerario a Romero que bien pudo costarle roja directa. Fue reemplazado casi al inicio del complemento por Joaquín Correa.
J. Correa (5): buscó sumarse al circuito de pases cortos que Argentina utilizó para proteger la pelota en un corto lapso; una escapada suya casi es capitalizada por Tagliafico, en acaso la única incursión en ofensiva del ex Banfield.
De Paul (-): ingresó por el autor del gol y en los veinte minutos que jugó, trató que el equipo tuviera la pelota.
A. Correa (-): entró por Di María y no pesó.
N. Domínguez (-): ingresó por Paredes y entró poco en juego.