El presidente Pedro Sánchez anunció oficialmente el indulto del gobierno español a los nueve líderes independentistas catalanes que fueron condenados a prisión por el intento de secesión de 2017. "Es la mejor decisión para Cataluña y España, y la más conforme con el espíritu de concordia y convivencia de la Constitución", alegó el mandatario socialista.
La medida que el lunes había sido anticipada por Sánchez durante una visita a la ciudad de Barcelona fue tomada luego de que el tema se discutiera durante el Consejo de Ministros que se reunió esta mañana en la sede del gobierno español. Rechazados por la oposición de derecha y ultraderecha, los indultos son parciales ya que conmutan las penas de cárcel pero mantienen las de inhabilitación y quedan condicionados a que los beneficiados no cometan un delito grave durante un periodo de tres a seis años.
La medida, indicó Sánchez, "no exige que los beneficiados cambien sus ideas", porque "no fueron sancionados por las ideas sino por sus actos contrarios a la legalidad democrática". Durante una breve declaración ante la prensa y sin preguntas de por medio, el presidente remarcó: "La sociedad española quiere una Cataluña europea, próspera, plural, solidaria y con un alto grado de autogobierno. Cataluña sin España ni sería europea ni próspera ni plural. Ese es nuestro convencimiento".
"Queremos abrir una etapa de diálogo"
Sánchez hizo una y otra vez un llamado a la "concordia" política entre el gobierno central y los regionales de un país atravesado por intentos secesionistas como el de Cataluña. El mandatario también dejó un claro mensaje para la oposición, que criticó duramente el indulto a los dirigentes catalanes. "Queremos abrir una nueva etapa de diálogo, de reencuentro, y cerrar de una vez por toda la división y el enfrentamiento. La democracia demuestra su grandeza y es un buen momento para que demuestren la suya quienes la cuestionan", disparó Sánchez.
La derecha española acusa a Sánchez de buscar mantenerse en el poder, ya que su gobierno minoritario precisa del apoyo de parte de los independentistas en el Congreso. Pablo Casado, líder del principal partido de la oposición, el Partido Popular (PP), anunció que su fuerza política recurrirá los indultos ante el Tribunal Supremo, que ya se manifestó contra ellos. Los líderes de los partidos liberal Ciudadanos y de extrema derecha Vox también anunciaron su intención de presentar recursos contra la decisión del gobierno.
El gobierno catalán exige una amnistía
Los perdones tampoco satisfacen del todo a los independentistas en el poder en Cataluña ya que exigen una amnistía, lo que implicaría borrar los delitos cometidos, y la celebración de un referéndum de autodeterminación, algo que Madrid rechaza. "Es la hora de poner fin a la represión y de un referéndum acordado y que cuente con el aval internacional, como desea una amplísima mayoría de la población de Cataluña", dijo este martes el presidente catalán, Pere Aragonès.
Los nueve beneficiarios del indulto son los exmiembros del gobierno catalán Oriol Junqueras, Joaquim Forn, Jordi Turull, Josep Rull, Dolors Bassa y Raúl Romeva, la expresidenta del Parlamento catalán Carme Forcadell y los líderes de dos asociaciones independentistas, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart. Los 7,7 millones de habitantes de Cataluña siguen profundamente divididos sobre el tema de la independencia.
El intento de secesión de 2017 constituyó una de las peores crisis políticas en España desde el fin de la dictadura de Francisco Franco en 1975, y todavía condiciona la política nacional. Pese a la prohibición de la justicia, el gobierno catalán presidido entonces por Puigdemont organizó el primero de octubre de 2017 un referéndum de autodeterminación, marcado por escenas de policías golpeando ferozmente a votantes.
El 27 de ese mes el Parlamento catalán declaró unilateralmente la independencia, a lo que el entonces gobierno español del presidente Mariano Rajoy, del PP, respondió destituyendo al Ejecutivo catalán y poniendo bajo tutela a la región. Perseguidos por la justicia, los dirigentes secesionistas huyeron de España, como Puigdemont, o fueron detenidos, como Junqueras, entonces vicepresidente catalán y actual líder de ERC.
En un contexto en el que España respira por la caída de los contagios ante el avance de la vacunación anticovid y con la próxima cita electoral nacional en dos años, Sánchez pretende retomar en breve la mesa de diálogo con el Ejecutivo catalán, paralizada en febrero de 2020 por la pandemia, para acercar posiciones. El gobierno español ya se ha manifestado abierto a una votación en Cataluña pero solo para decidir mayor autonomía de la región, que ya disfruta de amplias competencias en salud, educación y seguridad.