Familiares de víctimas de la AMIA que querellan en la causa por supuesto encubrimiento a través de la firma del Memorándum de entendimiento con Irán recusaron a miembros del Tribunal y al fiscal federal que llevan esa causa. Los cuestionan por haber habilitado la audiencia en que la vicepresidenta Cristina Kirchner pidió la nulidad del caso.
La recusación fue presentada por Luis Czyzewski y Mario Averbuch contra los jueces Gabriela López Iñíguez, Daniel Obligado y José Michilini, y el fiscal Marcelo Colombo, quienes dieron luz verde al planteo de la defensa de la ex presidenta.
Uno de los argumentos del pedido de CFK giró en torno de la posible parcialidad de los jueces de Casación que reabrieron la investigación presentada por el fiscal Alberto Nisman, cuando esta había sido inicialmente desestimada.
Los magistrados que reabrieron el caso por supuesto encubrimiento fueron Mariano Borinsky y Gustavo Hornos, quienes, según se descubrió, visitaron a Mauricio Macri en la quinta de Olivos y la Casa Rosada horas antes de resolver esa reapertura.
Lo que también planteó la defensa de Cristina Kirchner fue un cuestionamiento a quienes no citaron en la causa a Ronald Noble, el ex titular de Interpol que públicamente desmintió las versiones acerca de un pedido de hacer caer las alertas rojas contra ex funcionarios iraníes acusados por el atentado de 1994.
En base a ello es que la vicepresidenta planteó la nulidad de la causa cuando está al borde del juicio y a la espera de que fije fecha.
Es por haber posibilitado esto que Czyzweski y Averbuch recusaron hoy a los responsables de esa investigación. Es más, sumaron otra objeción: haber citado a Ronald Noble como “testigo” y no como “imputado”, como ellos opinan que debería ser.
"El día 21 de diciembre de 2017, la Cámara Federal confirmó los procesamientos de los imputados. En esa resolución también ordenó investigar a los miembros de Interpol que participaron en las negociaciones" del Memorándum, recordó la querella en la recusación.
“De ha instado la participación en el proceso de Ronald Noble, merituando las intervenciones formales e informales que tuvo", objetaron y consideraron que “era absolutamente claro que los funcionarios de interpol que la Cámara ordenó investigar (principalmente, Ronald Noble) no podrían ser citados como testigos en este proceso".