La cantante francesa Françoise Hardy, quien está recibiendo un tratamiento desde 2018 por un tumor en el oído que le genera fuertes dolores, solicitó que su país le reconozca el derecho a la eutanasia, una práctica que en Francia es considerada ilegal. En una entrevista reciente, dijo que "le gustaría tener la posibilidad de elegir ponerle fin a su vida" pero teme que por su "notoriedad" nadie quiera "tomar el riesgo de ser descubierto y enfrentar un proceso judicial o ser desplazado de su labor médica".
Françoise Hardy, de 77 años, fue diagnosticada a mediados de los 2000 con un cáncer que la llevó a estar en coma en 2015. Si bien nunca logró recuperarse del todo, salió del coma y pudo vivir una vida digna hasta 2018, cuando le detectaron el tumor en el oído. Desde entonces, los tratamientos de radioterapia la debilitaron mucho y tuvo que abandonar los escenarios tras "graves problemas respiratorios, crisis de asfixia y hemorragias nasales interminables".
"Me pudrieron la vida durante dos años y me debilitaron cada vez más por la ausencia de saliva, la falta de irrigación de toda la zona otorrinolaringológica, sequedad general y hemorragias nasales, y otros problemas asociados. También se ha producido una disfunción tiroidea. En cuanto al tímpano y las secreciones de la otitis serosa, me he quedado sorda", contó en una entrevista a la revista francesa Femme Actualle realizada por mail.
Con dolores que la morfina ya no calma, Hardy no puede hablar, no produce saliva y apenas puede tragar. "Mi sufrimiento físico ya ha sido tan terrible que tengo miedo de que la muerte me obligue a pasar por un sufrimiento físico aún mayor", manifestó la cantante, quien ganó fama en la década de 1960 con el género Yé Yé.
Es por eso que "cuando no pueda soportarlo más" quiere que la ayuden a morir, como ella lo hizo con su madre. "Padeciendo la enfermedad de Charcot, mi madre tuvo mucha suerte de que su médico le encontrara un médico del hospital que la eutanasió con mi colaboración cuando no podía ir más lejos en esta horrible enfermedad incurable", recordó. "En lo que a mí respecta, me gustaría tener esta oportunidad", expresó. Pero lamentó que dada su notoriedad, es probable que nadie quiera "correr aún más el riesgo de ser destituido de la orden médica".
"No lo pido para que los médicos accedan a cada demanda que se produzca, sino para acortar el sufrimiento innecesario de una enfermedad incurable desde el momento en que se vuelve insoportable. Cuando mi sufrimiento sea todavía más insoportable, lamentablemente no tendré el alivio de saber que me puedo aplicar la eutanasia. Francia es inhumana en ese aspecto", concluyó.
Quién es Françoise Hardy
Françoise Hardy nació en 1944 en París, Francia. Se la considera una de las primeras cantantes pop de ese país en lograr reconocimiento internacional. En 1961 firmó su primer contrato con una discográfica y al año siguiente lanzó su primer EP. Ese material vendió medio millón de copias en pocos meses y desde entonces es una de las artistas francesas más reconocidas.
Fue impulsora del movimiento Yé-Yé, un género que viene del pop y que tuvo mucho éxito entre los jóvenes europeos de la década de 1960.
Eutanasia en Francia
La eutanasia en Francia es considerada todavía una práctica ilegal. Sin embargo, el 8 de abril de este año se debatió un proyecto de Ley en el Parlamento para legalizarla. Por motivos de tiempo los legisladores no llegaron a votarla, aunque hubo un amplio aval hacia la iniciativa.
El proyecto, presentado por el diputado Olivier Ferloni, establecía que "toda persona capaz, mayor de edad, en estado avanzado o terminal de una enfermedad grave e incurable, cualquiera que sea su causa, que le produzca sufrimientos físicos o psíquicos que no puedan ser aliviados o que considere insoportables", pueda solicitar "asistencia médica" para morir "con ayuda activa".
En el debate se presentaron más de 3.000 enmiendas destinadas, en su mayoría, a torpedear el proyecto, aunque el examen no pasó del primer artículo.
Por su parte, el ministro de Salud Olivier Véran dijo que "personalmente" no estaba convencido de abrir ese "debate de envergadura" en medio dela pandemia de covid-19, y prometió una mejor aplicación de la denominada ley Claeys-Leonetti, adoptada en 2016, que autoriza la sedación profunda de pacientes terminales, aunque cierra la puerta a la eutanasia activa.
En Europa, los países que cuentan con una ley sobre eutanasia son Holanda, Bélgica, Luxemburgo y España, que se sumó recientemente. Según los legisladores que impulsaron el proyecto de abril, son muchos los franceses y francesas que terminan viajando a esos países para que se los “asista a morir”.