La UEFA ratificó su decisión de prohibir que el estadio Allianz Arena de Múnich se ilumine con los colores de la bandera del Orgullo LGBTIQ+ durante el partido Alemania-Hungría de este miércoles, pero sostuvo que tiene un “firme compromiso” contra la homofobia y, para pretender demostrarlo, cambió el logo en sus redes sociales para incluir los colores del arcoíris. Mientras tanto, gobiernos de distintos países de Europa, así como selecciones y equipos de fútbol, manifestaron su rechazo a la decisión de la UEFA y en Múnich decidieron encender las luces de otros edificios de la ciudad en apoyo a la diversidad. Como respuesta, clubes de fútbol de Hungría iluminarán sus estadios con los colores de su bandera nacional.

La UEFA publicó en su cuenta de Twitter un comunicado en el aseguró estar "orgullosa de llevar los colores del arcoíris, un símbolo que promueve todo aquello en lo que cree" y que "no es un símbolo político", sino un signo de su "firme compromiso con una sociedad más diversa e inclusiva".

"Es un símbolo que promueve todo aquello en lo que creemos: una sociedad más justa e igualitaria, tolerante con todo el mundo, independientemente de su origen, creencia o género", afirmó este miércoles en el texto. Para reafirmar el mensaje, la UEFA cambió su logo y se puso a tono con el mes del Orgullo.


Múnich y la bandera LGBTIQ+

El ayuntamiento de Múnich había solicitado a la entidad deportiva iluminar el estadio Allianz Arena con los colores del arcoíris como forma de protestar contra una ley sancionada la semana pasada por el parlamento de Hungría que prohíbe contenido que aluda a la homosexualidad dirigido a menores de 18 años.

La Unión Europea de Fútbol denegó la solicitud porque, explicó, según sus estatutos "es una organización política y religiosamente neutral" y que "dado el contexto político de esta solicitud específica -un mensaje dirigido a una decisión tomada por el parlamento nacional húngaro" debía rechazar la solicitud.

Distintas entidades, como Amnistía Internacional, han remarcado que la UEFA participa y promueve distintas campañas contra la discriminación. Ahora, por ejemplo, la Unión lleva adelante Equal Game "que anima a los aficionados, jugadores, clubes, federaciones nacionales y otras partes implicadas en el fútbol a unirse a la lucha contra la discriminación".

“¿Los derechos humanos de las personas #LGBTI son una cuestión política y el racismo no?”, cuestionaron a través de la cuenta de Twitter de la filial española de Amnistía. La filial alemana, por su parte, participará de la entrega de 11 mil banderas del orgullo entre los 14 mil asistentes al partido.

Además de edificios de Múnich, varios estadios de la Bundesliga serán también iluminados con el arcoíris este miércoles, de Frankfurt a Colonia, pasando por Wolfsburgo, Augsburgo, y el Estadio Olímpico de Berlín.

También desde el sector privado se manifestaron en contra de la UEFA y de las políticas homoodiantes húngaras: varios periódicos alemanes, como el Süddeutsche Zeitung, aparecieron con sus portadas coloreadas y empresas como Siemens o BMW lucieron en Twitter los colores del arcoíris.

Hungría responde

En Hungría, mientras tanto, celebraron la decisión de la UEFA. "Gracias a Dios, los dirigentes del fútbol europeo dieron prueba de sentido común al no participar en lo que habría sido una provocación política hacia Hungría", celebró el canciller Peter Szijjarto.

Clubes de fútbol húngaros anunciaron que iluminarán sus estadios con los colores de la bandera nacional durante el partido. Gabor Kubatov, presidente del mayor club húngaro, el Ferencvaros, hizo un llamamiento a "colorear todos los estadios en rojo-blanco-verde" para responder a lo que llamó 'provocaciones' de Múnich.

Entre los otros clubes que participan en esta iniciativa figuran el MTK de Budapest o el Debrecen, ambos ligados al Fidesz. Asimismo, se prevé iluminar una parte del edificio de la ópera estatal de Budapest.

"En contra de valores fundamentales de la Unión Europea"

Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, repudió la ley húngara. “La ley es una vergüenza. Claramente discrimina a personas con base a su orientación sexual. Y lo hace en contra de valores fundamentales de la Unión Europea", manifestó.

Heiko Maas, ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, señaló que “la UEFA se ha equivocado”, pero que “afortunadamente” se podrán ver los colores del arcoíris en Múnich. Por su parte, Clément Beaune, secretario de Estado francés de Asuntos Europeos, sostuvo que la entidad deportiva “se enredó un poco porque de hecho su decisión de rechazo es también una decisión política".

Esta no es la primera ley que Hungría sanciona en contra de la comunidad LGBT: en diciembre del año pasado aprobó una ley que prohibe que parejas del mismo sexo puedan adoptar y en octubre el primer ministro, Viktor Orban, hizo declaraciones homoodiantes al pedirle a la comunidad gay del país que dejara “a los niños tranquilos” después de la publicación de un libro infantil que tiene como protagonistas a personajes LGBTIQ+.