Después de pasar una de las semanas de más bajas temperaturas en lo que va del año, los docentes de UTE, junto con la Multisectorial por la Escuela Pública hicieron un frazadazo frente al ministerio de Educación de CABA.
“Con frío no se puede estudiar” fue la consigna que reunió al gremio y las familias, en un mediodía nublado y con viento, bien invierno porteño. Frente al despacho de Soledad Acuña realizaron un acto en el que volvieron a pedir por el pase a la virtualidad de todas las clases.
“En las escuelas se está pasando mucho frío. El tema del protocolo con las ventanas abiertas, para la ventilación cruzada, hace que estos días las aulas tengan temperaturas polares y no se puede dar clases como corresponde. No hay calidad educativa posible de esta manera. Muchas escuelas tienen, además problemas de calefacción, lo que hace que las chances de tener un lugar abrigado sea todavía menores. Eso genera mucha bronca, porque todos queremos cuidar a los chicos y las chicas, y a las maestras, para que no se enfermen. Pero el gobierno de la Ciudad no quiere hablar, no hay posibilidad de diálogo con respecto a ese tema”, señaló la secretaria de Primaria de UTE, Natalia Militi, sobre las razones de la protesta.
En el acto frente a la sede del ministerio, ubicada en Villa 31, Walter Larrea, docente del Polo Educativo insistió en el reclamo de equipos y conectividad para que los estudiantes puedan cursar desde sus casas. "Les pedimos computadoras y wi fi para poder cuidarnos, sobre todo en los momentos de mayor circulación del virus o en semanas como éstas, en que la presencialidad nos lleva a enfermarnos por el frío. El ministerio no lo escucha; su respuesta es armar escuelas cibers, o dar clases en los patios. Se niegan teniendo los recursos, porque en los juegos olímpicos que se hicieron en Lugano llevaron antenas móviles para que los jugadores tuvieran wi fi. Este es un problema que podrían resolver, pero no les interesa. Hacen política con la presencialidad".
Los delegados de UTE junto con la Multisectorial por la Escuela Pública vienen de hacer un relevamiento sobre la presencialidad, que registró que sólo el 18 por ciento de los estudiantes de CABA volvieron a clases luego del confinamiento de 9 días del mes pasado. Aseguran que con el frío, los números de asistencia siguen siendo muy bajos. Ana Diasprotti, delegada de UTE del Distrito 4º (La Boca), aseguró que “hay mucho ausentismo porque con estas bajas temperaturas y la necesidad de mantener las ventanas abiertas aumentan las anginas, las bronquitis, las gripes, que causan mucha incertidumbre en las escuelas porque, por sus síntomas, no sabemos si estamos ante un caso de covid. La realidad es que en los días más fríos estamos trabajando con dos o tres chicos por aula”.
Las medidas de cuidado para evitar los contagios impiden, por otra parte, usar los servicios de los comedores escolares para darles a los alumnos una bebida caliente.
El frío no sólo pone a las familias en el dilema de si mandar a los chicos a las clases presenciales, sino que además los confronta con la pregunta de qué hacer frente a la desinversión crónica del Gobierno de la ciudad en mantenimiento escolar.
“El jueves fue el último día que mandé a mi hijo a la escuela. Cuando lo fui a buscar, me dijo que había tenido mucho frío. La caldera de la escuela no se prendió en los últimos dos años”, contó Emilio Taddei, padre de la escuela 8 del distrito escolar 7. El sistema no sólo tenía pérdidas a ser reparadas, sino que por su antigüedad tenía asbesto y debieron hacer una intervención para retirar el material cancerígeno, El fin de semana, los familiares se organizaron y juntaron firmas para elevar un pedido formal sobre el tema.
“El padecimiento del frío inclemente que experimentan quienes asisten a la escuela contradice los principios de ‘presencialidad cuidada’ postulados por las autoridades educativas de la Ciudad de Buenos Aires. Es una penosa situación que aumenta el riesgo de enfermedades respiratorias”, plantearon en el texto, que hicieron circular en una plataforma para reunir las adhesiones. En un solo día reunieron 770 firmas. .
Ante la contundencia del reclamo, las autoridades educativas anunciaron que la arquitecta del distrito escolar había intervenido para solucionar el problema y que la caldera se iba a encender. “Los familiares preguntamos si estaba documentado que se había retirado el asbesto, nos dijeron que la escuela no estaba autorizada a mostrarnos la documentación. Hicimos una nota, finalmente nos pasaron una hoja con un membrete de la empresa que dice que fue retirado el asbesto, sin ninguna firma. Es una situación muy compleja, porque además después de dos años de que la caldera estuvo fuera de funcionamiento, deberían hacer una prueba de su funcionamiento sin que los chicos estén dentro de la escuela, pero suspendieron las clases en un turno y en el otro no.
Finalmente, este miércoles encendieron la caldera y en el acta correspondiente , la inspectora dejó constancia de que un empleado de la empresa a cargo de la refacción se va a quedar de manera ´permanente’ en el lugar ´para controlar su funcionamiento´. "Obviamente, esto nos deja aún más preocupados sobre la seguridad. El acta dice además que ‘en paralelo se iniciarán las obras para reparar las pérdidas de la cañería del sistema´, es decir que el trabajo de reparación no está terminado”, contó Taddei. “Quieren tener la escuela abierta a como dé lugar. Es un empecinamiento de la política de presencialidad a cualquier costo”.