La Comisión de Tránsito y Transporte de la Legislatura porteña debatió este miércoles dos proyectos de ley que apuntan a transformar la matriz del transporte público de pasajeros hacia las energías renovables. El primero de ellos planea prohibir desde 2029 la circulación de los transportes públicos que funcionen con combustibles "que no provengan de energías renovables u amigables con el medio ambiente". Por su parte, el otro proyecto, enviado por el Ejecutivo, busca facilitar la realización de pruebas piloto de nuevas modalidades de transporte de carga y de pasajeros en ómnibus, como los colectivos eléctricos.
El proyecto de prohibición de transporte público sin energía renovable fue presentado por el legislador Sergio Abrevaya, del Partido GEN, y estipula que, a partir de 2029, podrán circular exclusivamente los transportes públicos de pasajeros "que utilicen combustibles que provengan de fuentes de energía renovables y/o según las siguientes características: eléctricos, híbridos, hidrógeno".
De aprobarse la ley, quedarían prohibidos a partir de ese año los vehículos "que funcionen a nafta y/o diesel u otro combustible que no provengan de energías renovables u amigables con el medio ambiente". El proyecto de Abrevaya otorga un plazo único de excepción hasta el 31 de diciembre de 2030.
En tanto, el proyecto enviado por el Ejecutivo como modificación del Código de Tránsito y Transporte, prevé incorporar la categoría de "prueba piloto" como el "conjunto de pruebas supervisadas" con el objetivo de "recabar experiencias y evaluar nuevas modalidades de servicios y/o vehículos de transporte de pasajeros en ómnibus y de carga". En su presentación ante la Comisión, Clara Sanguinetti, funcionaria de la Secretaría de Transporte y Obras Públicas de la Ciudad, señaló que lo que se busca es facilitar herramientas para la realización de esas pruebas y que una de ellas podría ser la de los colectivos eléctricos.