Desde Santa Fe.

Graciela García se paró en medio de la plaza de Mayo y gritó: "¡Acá estamos! ¡De pie! ¡Porque sabemos de qué hablamos cuando hablamos de impunidad!". Una muchedumbre la rodeaba en ese entorno de carteles, fotos y cruces por los muertos del río Salado, el 29 de abril de 2003. Graciela es referente de la Marcha de las Antorchas que reclama justicia desde entonces, se le plantó a Carlos Reutemann en los días que siguieron a la catástrofe y en 2008, interpeló a Hermes Binner cuando éste se cruzó desde la Casa Gris, buscó la foto con los inundados y les prometió "un tiempo de justicia, decencia y convivencia". A catorce años de la gran inundación y a nueve de la promesa, Graciela y quienes la precedieron en la tribuna volvieron a reclamar juicio y castigo a los responsables políticos del "crimen hídrico", como lo llaman. La demanda apuntó a la Corte Suprema de Santa Fe, que debe resolver un debate que ya lleva casi cuatro años en Tribunales, desde agosto de 2013: si la causa en la que están imputados tres ex funcionarios de Reutemann por supuesto "estrago culposo agravado por la muerte de 18 personas" está prescripta o no. "La Corte tiene la oportunidad histórica. Si cierra la causa sellará la impunidad que seguiremos sufriendo los santafesinos. De lo contrario, daremos un paso para restañar las profundas heridas que quedan", planteó el documento de la Asamblea de Inundados y la Multisectorial de Derechos Humanos.

 

“Si cierran la causa sellan la impunidad que seguiremos sufriendo los santafesinos y no sólo los inundados”.

 

El acto del sábado en la plaza de Mayo tuvo dos tramos: la lectura del documento a cuatro voces, de espaldas a la Casa de Gobierno y a metros de la Carpa Negra de la Memoria, que se instala en vísperas del 29 de abril. Y en el centro, entre los mástiles y las cruces, se mencionaron los 158 muertos en estos 14 años por secuelas de las inundaciones de 2003 y de 2007.

"Son 158 muertos ‑insistió el documento‑ y sólo 18 figuran en la causa penal; el resto es descarte. De eso, tendría que hablar esta Corte, del crimen hídrico, de los responsables de la obra inconclusa, de no ordenar la evacuación, de no cuidar a los ciudadanos. Pero no es así. Solo privilegian lo formal, nos tratan de conducir a una trampa inmunda. Y hasta pueden llegar a decirnos: '(los imputados) son culpables, pero la acción penal está prescripta'. La impunidad propia de los que tienen dinero y poder es la bandera que levantan estos tilingos de la justicia santafesina", denunció.

Lo de la lectura del documento a cuatro voces viene por aquella encerrona a Jorge Obeid a fines de 2003, cuando se refugió en el Arzobispàdo de Santa Fe por una protesta a la que llamó "cuatro locos inundados". "Hoy, la realidad demostró que esos cuatro locos teníamos razón", recordó uno de los lectores. "Faltan políticos, gobernantes, jueces, legisladores y funcionarios comprometidos y al servicio del pueblo para atender los problemas y necesidades de las mayorías, que son las más castigadas, inundados de agua, pobreza, desocupación y miseria".

El operativo de la defensa para archivar la investigación judicial sobrevoló en el acto. "La justicia tiene la oportunidad histórica ante esta causa. Si la cierra sella la impunidad que  seguiremos sufriendo los santafesinos y no sólo los inundados. De lo contrario, daremos un paso para restañar las profundas heridas que quedan", señaló el documento. "Por eso, vamos a seguir gritando: '¡Justicia por nuestros muertos. No a la prescripción de la causa penal. Cárcel a los inundadores, expropiación de sus bienes. Indemnización para todos los inundados. Y destitución de la Corte Suprema de la provincia!", dijo María Claudia Albornoz, de la Carpa Negra. Y descargó su bronca.

 

“Son 158 muertos –insistió el documento– y sólo 18 figuran en la causa penal; el resto es  descarte”, decía el texto.

 

Ya en el centro de la plaza, Graciela García dijo que la "impunidad deja sus marcas "en los cuerpos, en nuestras vidas, en los corazones". "La impunidad juega con nosotros para que nos gane el odio, el silencio se apodere de esta plaza y no volvamos los 29 de abril, como los hemos hecho hasta ahora. ¡Acá estamos! ¡De pie! ¡Porque sabemos de qué hablamos cuando hablamos de impunidad! Porque quisieron callarnos, nos mandaron en cana, nos abrieron causas, nos persiguieron, pero acá estamos", se respondió.

Graciela volvió a interpelar: "¡Reutemann está vivo! ¿Por qué Horacio Rosatti es hoy ministro de la Corte Suprema de la Nación? ¿Quién es Rosatti? ¡Tengamos memoria!", dijo. Quedó claro que se refería a la foto de los "inundadores", en la inauguración de la defensa oeste, en 1997, que quedó inconclusa y por esa brecha el río Salado se metió en la ciudad en 2003. Aquel acto reunió a Reutemann, Obeid, Rosatti, Oscar Lamberto (hoy auditor general de la Nación) y el ex ministro Juan Carlos Mercier, entre otros. "Nosotros sabemos quiénes son", agregó.

"Conocemos los nombres de los ministros de la Corte Suprema de la provincia, que son los mismos que estaban antes" (cuando Binner prometió 'un tiempo de justicia'). "Vamos a seguir gritando sus nombres porque ellos no tienen derecho a reírse de nosotros", finalizó Graciela.