"Cada dedo y ligamento, cada
vena, cada hueso y articulación, fue acechado por el artista. Y así, sin quererlo, terminó estableciendo su propio tratado sobre manos. Las retrata en estado puro, sin la torpeza de un fondo ni cualquier otro elemento", describe el periodista y escritor Marcelo Hugo Sagárnaga, sobre la nueva muestra del artista plástico Humberto Juárez de la Cámara. Y es que toda su obra tiene como musa inspiradora a su mano izquierda y con ella retoma, el recurso de mostrar el arte desde el modelo vivo.
La muestra Trato sobre mi mano izquierda, ya se encuentra habilitada desde ayer y hasta el 3 de julio en el espacio de arte BAC, ubicado en avenida Uruguay 808, de la ciudad de Salta. Se puede visitar desde las 17:30 hasta las 20:30 bajo los protocolos sanitarios establecidos.
Juárez dialogó con Salta/12 y afirmó que su mano izquierda siempre fue su modelo "más leal" porque se contorsiona a gusto, es expresiva y le da la posibilidad de mostrar lo que quiere "sin la necesidad de recurrir a otra persona". Cuando el artista se adentró al dibujo lo hizo retratando modelos vivos, técnica que vuelve a retomar después de 25 años en el oficio.
Las más de 30 obras seleccionadas empezaron a diseñarse en principio como algo lúdico, después mutó a un estudio y finalmente se convirtió en un tratado, donde el orden y la extensión pueden ser apreciados desde una lectura limpia como dice Sagárgana. El periodista asoció el trabajo del artista al haiku, el género poético japonés, sobre todo por su estrategia poética de impacto: debe leerse de un puñetazo.
"Y los haiku también se escriben así, con un golpe de mano y pincel. Esa naturalidad, ese trazo festivo y preciso, puede disfrutarse en cada lámina", expresó el escritor. La propuesta de Juárez de la Cámara nos permite disfrutar de grandes láminas escenográficas junto a diseños de menor escala en papel de acuarela, donde vemos la expresión y la contorsión de su mano izquierda a tráves del uso del óleo y el lápiz.
Así, el artista de 45 años vuelve a destacar su cualidad para el dibujo que supo aprender del maestro Rodolfo Cano. Pues no sólo se especializó en dibujo y escultura durante su juventud en Buenos Aires, sino que también lo hizo en la orfebrería rioplatense junto al artista Jorge Pablo Pallarols. Ese trabajo minucioso y cuidado que se ve en cada una de sus producciones físicas, claramente se trasladaron a sus trabajos de dos dimensiones.
Con Cano pudo aprender a dibujar a través de la mirada en los modelos vivos, por eso, cada tanto sigue haciendo uso de ese recurso. Sin embargo, hoy vuelve sobre ello y toma a su modelo más fiel (su mano) sabiendo que "puedo contar con ella todo el tiempo", y más en un contexto histórico -con una pandemia que sigue- donde el confinamiento y la introspección fueron materia permanente.
En ese sentido, y bajo la propia apreciación del artista existen tres tipos de dibujantes. El primero que lo hace desde la imaginación; el segundo, que dibuja desde lo que observa, y el tercero, que combina a los dos primeras. A pesar de ello, plantea un escenario distinto cuando destaca que "todos vemos diferentes".
"Entonces cuando dibujo a una modelo, en este caso una mano, yo la estoy viendo así. No sólo por mi posición de espectador sino que estoy viendo líneas imaginarias que no sé si todo el mundo las ve", narró a modo de ejemplo. Señalando que por un lado está la técnica del dibujante, después la mirada propia del artista y luego la mirada de ese otro que se para como espectador.
Juárez de la Cámara trabajó siempre desde la expresión en los distintos rubros que conoció y lo consolidó como un reconocido artista en Salta. Por lo cual, está presente la mirada del artista y la del observador, le sirve para mostrar algo que lleva dentro, permitiendo a su vez que el observador salga "diferente" después de la contemplación de la obra. Instando además, a mirar más allá de lo que perciben los ojos, y saber que "cualquier gesto te está contando una historia".