El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, calificó de "agentes de Estados Unidos" y "criminales" a los dirigentes políticos detenidos en las últimas semanas. En una ceremonia oficial televisada, Ortega tildó de "absurdo" que la comunidad internacional pida la liberación de quienes, en su opinión, trataron de organizar un "golpe de Estado" en el país. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) atribuye las detenciones a "una nueva fase de la represión" en Nicaragua, a cinco meses de las elecciones. Hasta el momento hay 19 personas detenidas por "incitar a la injerencia extranjera" y "aplaudir sanciones" contra el gobierno sandinista, entre ellas cinco aspirantes a la presidencia, políticos, un banquero y hasta excamaradas de Ortega en el guerrillero Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
"Aquí no estamos juzgando a políticos, aquí se está juzgando a criminales que han atentado contra la seguridad del país, contra la vida de los ciudadanos", señaló Ortega en su reaparición pública después de más de un mes de ausencia. "Que no vengan con el cuento de que son candidatos, aquí no hay ningún candidato inscripto", aseguró el mandatario, quien acusó a todos los detenidos de ser "agentes del imperio yanqui" que "conspiran contra Nicaragua para derrocar al gobierno".
En medio de una ola de pedidos de la comunidad internacional para que libere a los detenidos, el gobernante aseguró que "no habrá un paso atrás, solo hacia adelante".
"Dejen de estar con esos absurdos que nos mandan a decir: que los pongamos libres. ¿Les vamos a pedir nosotros a otro país, a Estados Unidos que libre a los 400 norteamericanos que asaltaron el Capitolio? Y aquí están pegando el grito por 20 (opositores detenidos). Allá son 400, suelten a esos 400 pues", disparó Ortega. El mandatario cargó duramente contra el gobierno estadounidense, al que calificó de ser "una maldición para la humanidad, un hijo del demonio, de las cavernas, de la maldad, que se ensaña en los pueblos del mundo".
El miércoles la presidenta de la CIDH, Antonia Urrejola, denunció ante la Organización de Estados Americanos (OEA) "una nueva fase de la represión" en Nicaragua. Urrejola reiteró que su organismo lleva hablando del "prolongado quebrantamiento del Estado de derecho" desde el informe que emitió sobre este país tras su visita al inicio de la crisis en 2018. En ese sentido, recordó que la represión a las protestas de ese año causó la muerte de 328 personas, más de 2.000 heridos, 100 mil desplazados a otros países y 1.600 detenidos.
Ortega, un exguerrillero que ya había gobernado el país de 1979 a 1990, regresó al poder en 2007 con el FSLN y se mantiene en el cargo luego de dos reelecciones sucesivas. Tiene como vicepresidenta a su esposa, Rosario Murillo, y sus adversarios estiman que buscará un cuarto mandato en los comicios del siete de noviembre.