En marzo de 2020, Las Pelotas le mostró a la prensa su disco Es así en una reunión en la que, además de escuchar las canciones flamantes, Germán Daffunchio (voz y guitarra), Sebastián Schachtel (teclados), Gabriela Martínez (bajo y coros), Tomás Sussman (guitarra), Gustavo Jove (batería) y Alejandro Gómez Ferrero (vientos) hablaron del show multitudinario en el Hipódromo que oficiaría como presentación del álbum y de una gira nacional. Pero la pandemia dictó otros rumbos para el mundo y para la banda. Y un año después, el sexteto ¡acaba de publicar otro disco! Versiones desde casa es el resultado de la reelaboración de ocho canciones del repertorio "pelotero" en clave acústica e íntima (nada que ver con los Unplugged expansivos). El proyecto, que surgió casi por casualidad, "fue una especie de terapia grupal", según Daffunchio.

"En realidad, fue una ocurrencia en el momento en el que todos empezaron a hacer videos desde la casa. Nosotros fuimos un grupo más que hizo un tema desde la casa, pero después nos empezó a picar el bichito e hicimos otro... '¿Y si hacemos un disco?' '¿Te parece?'. Y terminó en esto. Como no pudimos tocar en vivo Es así, un disco de estudio que tuvo un montón de años de laburo atrás, como terapia para no pensar demasiado en eso y no morir de expectativas equivocadas, empezamos a bosquejar lo que terminó siendo Versiones desde casa. La verdad, nunca había pensado en hacer un disco así y menos por teléfono, pero eso tampoco quiere decir que no fuera probable que algún día hiciéramos un álbum acústico. Tampoco había pensado en hacer un disco de versiones... Pero, bueno, son cosas que se te ocurren cuando estás un poco aburrido", explica sonriendo el ex Sumo.

-¿Te sentiste muy aburrido durante ese comienzo de la pandemia?

-No sé si la palabra justa es aburrido, porque vivimos una suerte de incertidumbre total. Pero apareció el desafío era reversionar temas nuestros y encontrar qué temas nos pintaba hacer en el estado en el que estábamos emocionalmente. Al ver el material que quedó, creo que no fue sólo una terapia nuestra sino que es también terapéutico para la gente mientras está encerrada. Es una música tranquila, tiene una energía bastante tranquila.

-En esos videos que mencionabas hicieron versiones de otros temas. ¿Cómo llegaron al repertorio del disco y a que tenga una coherencia en el tono?

-Y bueno, tuvimos bastante meses para pensarlo (se ríe). En realidad, fue saliendo un tema atrás de otro. En un momento probamos muchos temas y nos dimos cuenta de que el disco venía como salió este. Dejamos afuera todos los temas que no sentíamos hacerlos acústicos o que tuvieran alguna cosa más fuerte. Queríamos que fuera más para escucharlo desde la casa sentados que saltando frente a un escenario. Esa fue un poco la idea. Y después hay una cuestión medio emocional, qué tema te pega más o menos. Esto que armamos fue como nos cerró. Por ejemplo, habíamos hecho una versión de "Peces" que está buenísima, también acústica, pero no queríamos meter nada... pesimista, digamos (risas).

-Raro en vos...

-(Se ríe). "Peces" es medio apocalíptico. En esta situación, uno puede tener el lado oscuro brotando de la piel, pero queríamos que estos temas hagan entrar en un lugar en el que uno pueda sentirse un poco mejor, un lugar más tranquilo. En un momento empezamos a pensar en qué situaciones la gente iba a escuchar el disco... Porque para la adrenalina y los saltos estará la presentación de Es así, cuando podamos presentarlo. Esto, en cambio, era más tirando a la calma, a lindos colores, a lindos lugares, a un ambiente bonito.

-Está de moda el concepto de "reinventarse en pandemia". ¿Aplica para ustedes?

-De alguna manera, sí. Hay muchas profesiones que la están pasando mal, pero para los músicos esto de reinventarse y salir a tocar en una burbuja con 30 por ciento de capacidad del lugar para nosotros no fue bueno para nada. Era sacarte las ganas de tocar, pero en una situación muy fea: poca gente, obligada a estar sentada... Los músicos que estamos acostumbrados a la adrenalina, a los latidos del corazón, a los ojos saltados de alegría, de golpe nos encontrábamos con la gente sentada; con la mejor onda del mundo, pero sin poder compartir cerca uno del otro. Eso fue un plomazo. Todos los músicos hicimos un esfuerzo para poder tocar, porque también iba a ayudar a la situación de toda la gente que vive de lo que nosotros hacemos, y que no ha tenido ninguna entrada de guita durante este año y medio. Hay muy pocos músicos argentinos que pueden darse el gusto de decir "Bueno, paro por un año y medio y no me pasa un porongo, me rasco hasta que pase todo esto". Así que salimos a tocar como pudimos, pero está lejos de ser lo ideal. Es como un chupete: por lo menos tocamos algo, pero está lejísimo de ser algo que nos sirva.

-¿Llevarán esta configuración acústica de Las Pelotas a los escenarios o piensan presentar Es así cuando se pueda?

-Esta nueva configuración que hicimos nos sirvió para armar un show para pandemia, casualmente. (Se ríe) Cada cinco palabras, decimos "pandemia": está presente de una manera total... Digamos que a partir de la apertura para tocar con público reducido nos parecía espantoso hacer un show común porque no estaba todo lo que hay en un show. Entonces, a partir de Versiones desde casa nos propusimos armar un show de este tipo y llegamos a hacer cuatro presentaciones antes de que se pudriera todo de nuevo. Pero si tu pregunta es si estamos preparados para un show post pandemia, sí. En realidad, lo que más queremos es volver cuanto antes a lo más próximo a lo que vivíamos antes.

-No es tanto cuestión de si están preparados o no, sino saber si van a volver con el show acústico o intentarán hacer ese Hipódromo que quedó pendiente para Es así.

-Las dos cosas. Si se abre todo, vamos a presentar Es así con el Hipódromo y una gira nacional; pero si no se abre todo, vamos a presentar Versiones desde casa. Tenemos dos discos, uno para pandemia y otro para normalidad (risas). Pero salir a tocar es lo que más queremos.

-¿En qué punto se dieron cuenta de que debían hacer un disco y ya no eran unas versiones para la web?

-Al principio estábamos haciendo temas para colgar en las redes, pero después de haber hecho dos se me ocurrió hacer el disco. El primer tema del que hicimos una versión no lo incluimos porque es de Es así, "Hasta que el sol"; la versión estaba buenísima, pero no quisimos hacer una versión acústica de un tema que nadie había escuchado. Pero después del segundo tema se me ocurrió lo de hacer el disco y les empecé a hacer la cabeza a todos porque sentí que era una buena manera de estar todos juntos, de seguir conectados, de no perder el feeling. Y, de alguna manera, fue lo que sucedió, porque nos mantuvo ocupados y en contacto.

-¿Cómo surgió la versión de "Víctimas del cielo" con arpa?

-En realidad, Sonia Álvarez es una artista que conoce Sebastián. Un día me llamó y me dijo que a ella le gustaría hacer una versión de "Víctimas del cielo" con nosotros. De ahí pasó a "¿Por qué no la hacemos sólo con arpa y voz?" Y lo hicimos... Fue casi un desafío personal poder cantar solamente con un arpa como instrumento acompañándome. No es lo mismo que una guitarra, es casi una orquesta de cuerdas. Fue un trabajo espectacular, me emociona mucho. Cuando hacés rock, estás acostumbrado a tener una banda atrás, una guitarra eléctrica, una batería, y esto es distinto. Nos pareció que era original; no sé cuántos músicos cantaron un tema de rock sólo con arpa. Porque también está la creencia de que para decir algo hay que tener una batería, una guitarra distorsionada y mucho volumen, pero no necesariamente es así. Esta canción está grabada con toda la banda tocando al mango y la transformamos en lo mismo pero con un arpa. Además, creo que no hay mejor imagen que "Víctimas del cielo" para lo que está pasando. Es un hermoso tema para terminar el disco y para compartir con la gente que se siente víctima del cielo.

-¿Por qué no grabaron más versiones?

-Porque si no íbamos a alargar demasiado la cuarentena (risas). Nos llevó mucho laburo, la verdad, e íbamos a demorar más, entonces capaz salía cuando ya esto se hubiera terminado. Cuando se nos ocurrió hacer un disco, la idea era regalárselo a la gente. Y ahora de alguna manera pasa eso cuando subís un disco las plataformas, pero el concepto no fue que necesitábamos hacer un disco nuevo porque ya teníamos uno. La necesidad era la de salir a tocar ese material nuevo, en realidad.

-¿La versión de "Como una estrella" fue una manera de conectar a la gente con el recuerdo de Alejandro Sokol (cantante de la banda fallecido en 2009)?

-Esa cosa simbólica... Para tenerlo presente a Alejandro no tengo que hacer un disco. Además, "Como una estrella" es un tema que escribí cuando se murió mi madre; es una canción a ella que, a la vez, puede ser para cualquier persona. Con el Ale, si querés encontrar una cosa de recordar y qué se yo, el único tema de esa época es "Bombachitas rosas", que es un clásico de Las Pelotas de toda la vida y que esta es una versión pandémica, melancólica y triste. Pero nosotros nunca fuimos ni seguidores de modas ni consecuentes a esta necesidad del hombre de hacer todo ese homenaje, toda esa cosa alrededor de quien se murió. Para mí, la vida es cuando estás vivo; cuando te vas, quedás en el corazón de la gente que te amó. Casi lo veo como una especulación... Sería como ponerle al disco Gracias Bocha (carcajadas). Nunca sentimos toda esa cosa y sería traicionarnos a nosotros mismos hacer algo así.

-Pero en un duelo no hay sólo dolor sino que hay arrepentimientos, pensar en tu propia muerte, orfandad... ¿Cómo juega la música en eso para vos?

-En mi caso, está todo en mi corazón y tengo mi conciencia totalmente en paz. Cuando una persona se va de este mundo, se va de este mundo. Ahora vos sabés que "Como una estrella" se la escribí a mi madre porque acabo de decirlo, pero en realidad es una visión ante una pérdida irreparable. Toda nuestra vida hicimos música tratando de ser amplios, no demasiado personalistas. Tratamos de escribir para que el que escuche sienta que es una historia universal, algo que pueda haberle pasado a esa persona o a otras, y que uno pueda mirar con sus propios ojos. En ninguna parte del tema digo "te fuiste, mamá" o "cómo voy a extrañarte, mamita". Es la actitud de uno ante la muerte, ante la pérdida, y también podés pensar que está escrita para Alejandro o para cualquier persona que uno quiso y se fue de este mundo.

Treinta años después

Aquellos Corderos en la noche

"No recordaba que ahora se cumplían los 30 años de Corderos en la noche", asegura Germán Daffunchio, pero enseguida se traslada hacia ese 1991 en el que la banda publicaba su primer álbum. "En ese momento estábamos llenos de energía para trabajar, éramos corderos en la noche porque no teníamos apoyo de ningún lado, no teníamos compañía de discos. Es un disco al que, emocionalmente, le tengo muchísimo amor por todo lo que nos costó y por lo que fue, y siento un gran orgullo por el hecho de que actualmente lo ponés y las letras siguen siendo actuales".

-Aunque hoy es un disco clásico, en ese momento no lo escuchó tanta gente.

-No nos dieron ni pelota. Nuestro manager salía a venderlo en las disquerías con los discos abajo del brazo... No teníamos llegada a ningún lugar. Lo compraron nuestros fans, pero no es un disco que nos hizo famosos ni nada por el estilo. Nuestro camino fue el más difícil de todos porque tampoco había tanta conciencia de que el camino era hacerte independiente y fabricar vos por tus medios un disco. Cuando las bandas estaban en una compañía, tenían un aparato enorme de promoción atrás y la certeza de que iba a sonar en montones de radios, que la gente iba a enterarse y el disco iba a estar en exposición en las disquerías. Eso no nos ocurrió: nosotros dejábamos los discos en consignación en las disquerías que nos aceptaban. Era muy frustrante luchar lo que luchábamos y ver la resultante, escuchar que ponían cualquier porquería y que nosotros no teníamos entrada. Además, Las Pelotas nunca fue un grupo que trató de ser agradable, seducir a las chicas y girar por el mundo. Nosotros tuvimos que hacernos recontra de abajo. De hecho, cuando decidimos hacer el disco por nuestra cuenta, dos personas que nos dieron una mano enorme para orientarnos en cómo se hacía fueron Skay y la Negra Poli. Con Jorge Crespo, nuestro manager, fuimos una noche -una larga noche (se ríe)- que fue como una instrucción. Y ahí nos dimos cuenta de lo complicado que era.

-Una particularidad que tuvo esa primera tanda de vinilos es que hicieron las tapas a mano con aerógrafo. Y hoy conseguir una de esas copias es un buen estado cuesta una pequeña fortuna.

-Callate, no sabía... ¡Voy a aprovechar para vender el mío! Me hiciste acordar de algo con eso de las tapas: fijate lo que era nuestra producción que decidimos hacer las tapas individuales como una suerte de marketing, porque cada disco iba a ser único. Y en ese momento a nadie le importó un porongo (risas). Son esas decisiones que a uno le parecen geniales y que al final no resultan tan buenas ideas... Pero hay que verlo en tiempo y época. A finales de los '80, las compañías de discos dejaron en la calle a un montón de gente. Antes tenían muchos más artistas, pero nosotros nunca entramos en los estándares de una compañía de discos porque tenemos una veta un poco punk desde nuestro nacimiento y hay un odio que siempre hemos tratado de transmutar, pero siempre hubo un enfrentamiento al sistema en nosotros.

Pandemia y vacunas

Desconfiar del ser humano

Germán Daffunchio no se vacunó. "Todavía", dice. "Sé que voy a tener que vacunarme, pero estoy tratando de estirarlo lo más posible. Acá, donde vivo (en Nono, Córdoba), hay muy poca gente, la aislación es constante y natural. Entonces, como todavía no podemos ponernos en movimiento, quiero esperar a ver qué pasa con todas las vacunas. Me da mucha impresión todo lo que está pasando".

-¿En qué sentido?

-En la pandemia, lo único que ha aflorado es lo que somos como seres humanos. Y yo desconfío mucho del ser humano. Desconfío de que si algo le va a dar guita, que la fabrique y que te haga bien. Uno está desesperado y sin otra salida, habrá que dársela. Pero estoy esperando ver si a la gente le salen antenas u orejas verdes, o si le empieza a crecer la nariz (se ríe). Según las contraindicaciones que vea, elegiré el momento para dármela.

-Hiciste un disco "optimista" pero no lo sos.

-Hicimos un disco para poder sobrellevar la cuarentena, no para cargar de optimismo a la gente. Es complicado ser optimista respecto al futuro. Igualmente, nunca lo fuimos, siempre hemos vivido con un futuro oscuro delante de nosotros desde que tengo memoria. Uno tiene que adaptarse a las circunstancias que le toca vivir, pero pensar que va a estar todo bien es una locura porque hay muchos, muchos problemas.