Ante el fracaso de las negociaciones paritarias, la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina (Fatsa) convocó a un paro nacional de actividades de cuatro horas por turno para el 1 y 2 de julio próximos. El anuncio lo realizaron los secretarios general y adjunto de la organización, Carlos West Ocampo y Héctor Daer.
La medida de fuerza será cumplida en la totalidad de las clínicas, sanatorios, hospitales de comunidad, servicios de emergencia, centros de diagnóstico, laboratorios de análisis clínicos e institutos geriátricos y psiquiátricos, señalaron los dirigentes sindicales.
Las huelgas fueron decididas en reunión extraordinaria de la conducción gremial nacional, que además autorizó a cada uno de los sindicatos afiliados a determinar "los horarios y modalidades de las protestas, según usos y costumbres regionales", a fin de garantizarla. De todas formas, a partir del lunes y hasta el miércoles se harán asambleas informativas en la totalidad de los sectores y turnos de cada establecimiento para que los trabajadores "conozcan y debatan las medidas dispuestas y para recibir la información necesaria".
En el comunicado, el gremio de la Sanidad sostiene que no están dispuestos a tolerar que el sector patronal evite un acuerdo salarial con "más excusas, explicaciones, dilaciones y evasivas", y añadió que ninguna razón puede eximirlos de "la obligación de actualizar los salarios con elevada inflación".
"La Fatsa no resignará el poder de compra de los salarios de los trabajadores. Los empresarios se unieron y, de forma irresponsable, se niegan a negociar. La única herramienta para vencer esa resistencia es la fuerza de la acción para actualizar el valor de los ingresos. Es preciso mantener la unidad, la solidaridad y la fortaleza de la organización sindical para alcanzar los resultados esperados", reza el comunicado de Fatsa.