El precio de las criptomonedas sigue generando controversias entre los inversores. La volatilidad del valor del bitcoin en las últimas semanas fue en aumento y tuvo un pico de tensión cuando perforó por unas horas los 30 mil dólares. Esta caída del precio disparó una catarata de voces de economistas y consultores alertando acerca del futuro de las criptomonedas.
Los movimientos bruscos del bitcoin coincidieron con distintos eventos que llamaron la atención y aumentaron la aversión al riesgo en el mundo de las monedas digitales. Uno de los más comentados fue la estafa multimillonaria de la casa de cambios de criptoactivos AfriCrypt. La empresa con fuerte presencia en África desactivó repentinamente su plataforma y se estima que se esfumó con el equivalente a 3600 millones de dólares de sus clientes.
El economista de Harvard Kenneth Rogoff fue uno de los que a principio de este mes aseguró que el principal talón de Aquiles de las monedas digitales es su permeabilidad para las estafas. En el caso de AfriCrypt fue a los inversores de una exchange. Pero Rogoff pone el énfasis principalmente en el papel que tiene bitcoin en los episodios de empresas hackeadas.
El investigador asegura que estas tecnologías están permitiendo un crecimiento exponencial del negocio de los delitos digitales. El ejemplo de la empresa JBS –el mayor productor de carne a nivel mundial- fue uno de los más relevantes en los últimos días: pagó el equivalente a unos 11 millones de dólares en bitcoin para recuperar el acceso a sus servidores.
Este punto de los ciberataque no está reservado exclusivamente a las grandes empresas. Existe un problema cada vez mayor para empresas de menor tamaño incluso en regiones emergentes como Latinoamérica que empiezan a sufrir el impacto de la vulnerabilidad cibernética. Los casos de pequeños empresarios alterados por tener que pagar de a medio bitcoin (cerca de 15 mil dólares) para recuperar el acceso a sus bases de datos dejaron de ser esporádicos.
Las monedas digitales tienen la particularidad de permitir hacer una transferencia entre países sin pasar por el sistema financiero tradicional. Para Rogoff esto las transforma en un vehículo ideal para pedir los rescates de hackeo. Los rescates podrían pedirse en dólares no declarados girados a través de financieras. Pero el anonimato de los movimientos no sería el mismo.
El otro consultor que aprovechó los altibajos de las monedas digitales para atacarlas nunca pasa desapercibido. Se trata del matemático Nassim Taleb quién ganó fama global por sus ideas acerca de la incertidumbre y los eventos disruptivos conocidos como cisnes negros. El investigador de la Universidad de Nueva York aseguró que el valor del bitcoin es cero desde una perspectiva más que original. No lo desacredito por ser el futuro sino por ser el pasado.
En una publicación de la semana pasada Taleb plantea que la criptomoneda no puede considerarse una reserva de valor por varios motivos. Pero principalmente porque a diferencia del oro y otros metales la capacidad del bitcoin para perdurar en el tiempo no depende de un criterio de la naturaleza y de la física (como ocurre con el oro que no se desgasta con el paso de los siglos) sino que depende de que no se pierda el interés en esta tecnología.
Actualmente existen una gran cantidad de participantes interesados en formar parte de la red de bitcoin aunque esto no tiene que ser cierto por siempre. Para Taleb la probabilidad de que los participantes sigan interesados en mantener la red es menor a que pierdan el interés. Lo considera una tendencia propia de toda tecnología.
El ejemplo que usa para justificar su razonamiento es simple e intuitivo. En Italia en los 70 existía un cospel telefónico (o sea un token) llamado gettone que tenía la particularidad de ser aceptado para hacer pagos por ejemplo de un café. El espresso costaba un gettone.
En esos años de elevada inflación el precio del café subía respecto de la lira italiana (la moneda oficial del país hasta 2002) pero seguía valiendo lo mismo en términos del cospel telefónico: o sea un gettone. Sin embargo es sencillo ver que este cospel no era buena cobertura contra la inflación porque en el mediano plazo lo que le daba valor que era la posibilidad de utilizarse en una llamada telefónica dejó de tener sentido. En épocas de Zoom es fácil de pensarlo.
Para Taleb el remplazo constante de las tecnologías también llegará para el bitcoin e implicará la pérdida de mantenimiento de su red: en otras palabras llevará a que la moneda digital tenga valor nulo. Las interpretaciones de este matemático no tienen por qué ser correctas ni pueden considerarse la única forma de pensar qué ocurrirá con los criptoactivos. Pero el punto de vista es interesante y por ese motivo vale la pena leer su texto llamado Bitcon, monedas y burbujas.