El río Paraná continúa con su tendencia bajante y los expertos aseguran que la situación no mejorará en los próximos meses debido a la falta de lluvias en la región, algo que dificulta la circulación de barcos de carga y preocupa por la extracción de agua potable.
En Paraná, el río tiene actualmente una altura de -10 centímetros (por debajo de la altura sobre nivel del mar), lejos del límite de aguas bajas, situado en 2,30 metros. Este registro muestra a su vez que la altura del río está a 1,25 metros menos que a principios de junio, de modo que se prevé que alcance niveles muy similares a los registrados en 1884, el año que más descendió en la historia.
En 1944, la situación fue peor que la actual. En aquel entonces, frente a Paraná, el río marcó 1,40 metros por debajo del cero, al igual que en Diamante con -1,29 y en La Paz con -1,08.
Cuándo se esperan mejoras
Ante bajante reciente, el titular de Prefectura Naval Argentina en Rosario, Aldo Monzón, aseguró que el panorama en el futuro a corto plazo “no es alentador”, ya que no se avizoran mejoras “al menos hasta agosto”.
Debido a que el río se encuentra más de tres metros por debajo de su altura normal desde Aguas Santafesinas insisten en pedir a la población que haga uso responsable del agua potable.
En tanto, la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara) advierte que se están produciendo problemas logísticos en la circulación de buques de carga. El presidente de Ciara, Gustavo Idigoras, sostuvo en declaraciones a Radio 2 Rosario que con el caudal actual se da una “reducción de la velocidad de los barcos y del nivel de carga, y por lo tanto un problema logístico y de costos”.
Asimismo, en algunos sectores del río ya empezaron a visibilizarse sobre la superficie la manta protectora del túnel subfluvial que une las capitales de Entre Ríos y Santa Fe.
Al respecto, el Ente del túnel Raúl Uranga-Carlos Sylvestre Begnis señaló este sábado: “Queremos transmitirle seguridad a los usuarios: donde se hace visible la manta, ya hay entre 12 y 18 metros de tierra por encima del viaducto”.
El Ente del túnel explicó que sus “equipos técnicos realizan constantes mediciones batimétricas” y que hasta la fecha “no se observaron cotas comprometedoras ni anomalías en la distribución del flujo”, mientras que las cubiertas protectoras muestran “un comportamiento adecuado, dentro de un escenario de aguas bajas”.
Por su parte, el Instituto Nacional del Agua (INA) espera que el 6 de julio el Paraná tenga una altura próxima a los -28 centímetros en la capital entrerriana y que pueda llegar a los 40 centímetros por debajo del cero
“La tendencia descendente continuará en las semanas subsiguientes”, confirmó el INA, al tiempo que indicó que “no se espera una mejora sensible en los próximos meses”, con julio “especialmente crítico, con afectación a todos los usos del recurso hídrico, especialmente la captación de agua fluvial para consumo urbano”
El organismo agregó que el caudal que ingresa al tramo argentino del río Paraná es “un 40% el valor promedio de junio de los últimos 25 años”, al igual que en el delta del Paraná, donde el caudal registra “fuertes descensos que acentúan la condición de aguas bajas", al menos "hasta el 31 de agosto”.
Las obras que se están realizando para evitar lo peor
Por su parte, la Dirección General de Obras Sanitarias de Paraná comenzó trabajos de limpieza, dragado y traslado de bombas para mejorar la captación de agua cruda para potabilizar.
El gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, destacó que junto al Gobierno Nacional están trabajando “para asegurar la provisión y el consumo del agua”, con obras “estratégicas que nunca se hicieron”, principalmente “en los cuatro años anteriores”, durante la presidencia de Mauricio Macri.
Bordet recordó que en aquel entonces Entre Ríos “presentó un proyecto de un acueducto en el Gran Paraná que incluye la toma de agua más adentro de lo que está y beneficia a numerosas ciudades”, pero no tuvo lugar y “recién ahora el gobierno de Alberto Fernández lo tomó y está en licitación esta obra”.
En Diamante, la altura del río continúa bajando con 18 centímetros de altura, por debajo de los 2,40 metros del límite y 1,25 metros menos que el 6 de junio.
En cuanto a La Paz, el río Paraná se mantiene con 40 centímetros, 1,40 metros menos que a principios de mes y muy por debajo de los 3,20 metros de límite de aguas bajas.
Para esa ciudad entrerriana, el INA prevé que la altura “continúe disminuyendo gradualmente” hasta alcanzar el 0 “en la segunda semana de julio”.
Ante esta situación, el gobernador de Entre Ríos aseguró que la provincia “está trabajando en una planta potabilizadora para La Paz, y también va adelantado un proyecto similar para Diamante”.
En Victoria, el río descendió a 1,16 metros y se sostiene en esa tendencia desde el 7 de junio, cuando marcó 2,2 metros de altura, alejándose de los 2,60 metros que marcan las aguas bajas.
En la capital provincial, viviendas y calles costeras sufrieron grietas y quiebres en el suelo; varias embarcaciones quedaron encalladas; además de que se registran cambios en la morfología y el ecosistema natural de las islas y la costa.