"La deuda que heredamos en la provincia de Buenos Aires es tan grande que significa la mitad del total de la toda la deuda en dólares de las provincias argentinas", explica el ministro de Economía bonaerense Pablo López en diálogo con Página 12. 

Una de las herencias más graves que dejó la administración macrista fue no haber puesto límites a los vertiginosos endeudamientos en dólares de las provincias, que tomaron préstamos por más de 12.000 millones de dólares durante el periodo 2016-2019. Como resultado de este fenómeno, apenas asumida la nueva gestión doce de ellas tuvieron que comenzar con dificultosos procesos de reestructuración de deuda porque la misma se volvió insostenible, muchas de las cuales incluyeron demandas en tribunales extranjeros.

Si bien la mayoría de las provincias pudieron ir cerrando acuerdos durante este periodo, el caso más reciente es el de la provincia de Chaco, algunas continúan negociando. El de la provincia de Buenos Aires es particularmente sensible por el monto y el tono que tomó la negociación, que ya lleva más de un año. 

Tras el acuerdo con Chaco, Página 12 dialogó con el ministro de Economía bonaerense a fin de entender en qué afecta esta noticia a la deuda de la provincia de Buenos Aires y cómo sigue el diálogo con los acreedores. 

- El acuerdo de la provincia de Chaco con bonistas extranjeros ¿es buena noticia para la negociación de la provincia de Buenos Aires? 

- Los procesos de negociación de deuda en las provincias tienen sus propias particularidades y cada jurisdicción evalúa su reestructuración de deuda de acuerdo a su condición económica y financiera. 

Nosotros en la provincia de Buenos Aires, estamos llevando adelante, en un difícil contexto económico y fiscal, una negociación muy compleja con los bonistas y seguimos dialogando con los principales acreedores para poder alcanzar un acuerdo y poder reestructurar 7.800 millones de dólares entre capital e intereses. Una deuda que representa aproximadamente la mitad del monto total de la suma de deuda en dólares bajo legislación extranjera que tienen todas las provincias.

- ¿Cuáles son las perspectivas de llegar a un acuerdo dada la postura cada vez más dura de los acreedores?

- La provincia siempre ha mostrado buena fe en las conversaciones con los bonistas, tomando en consideración, dentro de las posibilidades de sostenibilidad de nuestra provincia, las demandas y sugerencias de los acreedores. Lo que sucede es que las solicitudes de algunos fondos de inversión e incluso las declaraciones que realizan públicamente, no contribuyen a alcanzar un acuerdo que sea sostenible en el mediano y largo plazo.

- ¿Perciben a los acreedores interesados en entender esta prioridad que le da la provincia de Buenos Aires a la sostenibilidad de la deuda?

- Un sector de los acreedores comprende la complejidad de la situación de la deuda que heredamos y entiende que la solución debe ser consensuada para encontrar un acuerdo de mediano y largo plazo que beneficie a ambas partes. También entienden que en el marco de las dificultades que trajo aparejada la pandemia, la provincia está planteando que cualquier acuerdo tiene que estar alineado con la realidad fiscal, la capacidad de pago genuina y contemplar el contexto social, sanitario, y económico.

- La ultima prorroga fue por menos tiempo del que estaban haciendo generalmente. ¿A qué se debe y cómo están hoy las conversaciones con los bonistas?

- Luego de más de un año desde que iniciamos el proceso de reestructuración, estamos acercándonos al final, trabajando para poder realizar una enmienda en la oferta. Es en ese sentido que venimos dialogando con los acreedores principales para tratar de acercar posiciones, porque siempre hemos apostado a lograr consenso entre fondos de inversión.

- ¿Existe la opción de determinar un default en el caso de que se siga endureciendo la postura?¿Qué implicaría eso para la Provincia?

-La Provincia no está especulando con lo que sucede si no hay un acuerdo, sino que está haciendo todos los esfuerzos posibles para lograr una reestructuración exitosa de su deuda bajo legislación extranjera.