La interna de Juntos por el Cambio parece no llegar a buen puerto, y la lista de unidad en las PASO cada vez parece más una utopía de algunos de sus dirigentes, a pesar de las múltiples reuniones. En esta ocasión, el expresidente Mauricio Macri recibió en Los Abrojos a María Eugenia Vidal para convencerla de que se postule como candidata en la Provincia de Buenos Aires. La respuesta fue contundente y negativa, y la disputa con Patricia Bullrich por el lugar en la lista porteña se alza como una gran posibilidad, contrario a los deseos de Macri.

El cierre de listas está lejos de resolverse dentro de Juntos por el Cambio a un mes de que finalice el plazo legal para su presentación, y las diferencias discursivas entre sus dirigentes --sumado a las ambiciones por el liderazgo dentro del partido y al crecimiento de las tensiones-- dificultan el acuerdo por una lista única para las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) de este año. En este contexto, Mauricio Macri le pidió una reunión a la ex gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, aprovechando que ésta finalizara la cuarentena obligatoria luego de su viaje a Estados Unidos. El objetivo: intentar persuadirla, una vez más, de que encabece la lista legislativa en la Provincia ya que, según el expresidente, su candidatura es la única posibilidad de obtener más votos en el distrito y así evitar un --nuevo-- triunfo del kirchnerismo en el distrito electoral más importante del país.

La reunión con Macri duró poco más de una hora y tuvo lugar en la quinta de Los Abrojos, en la localidad bonaerense de Malvinas Argentinas. Desde el entorno de Vidal comentaron a Página|12 que “fue una buena reunión, honesta”, y que allí la ex gobernadora confirmó su decisión “personal y política” de no competir por una banca en el Congreso en representación de la Provincia de Buenos Aires. “Hay una buena relación personal, no de jefatura. Y como ella ya puso en el libro: se fue de la casa de mamá y papá, ahora ella decidirá lo que ella quiera, no lo que le diga el otro", afirmaron las fuentes cercanas.

La decisión ya era sabida, pero ahora no hay marcha atrás: es que el oficialismo con el peronismo unido es muy fuerte en el territorio bonaerense, y la elección del 2019 aún es reciente y su derrota está fresca en la ciudadanía. Una mala elección podría afectar seriamente su imagen para competir por la presidencia nacional en el 2023, situación que explica el componente político en su decisión. Esta no es solo una postura de Vidal, sino de la mayoría de los dirigentes de Juntos por el Cambio que, si bien negocian con las candidaturas de este año sobre la mesa, tienen un ojo puesto en las listas presidenciales para dentro de dos años.

La otra opción que se baraja para el futuro político inmediato de la ex gobernadora es que se presente como candidata por la Ciudad de Buenos Aires: conoce el distrito, está en sintonía discursiva con Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli, y Juntos por el Cambio es oficialismo allí. Sin embargo, desde su entorno confirmaron que no hubo definiciones sobre su candidatura en la Capital durante la reunión con Macri, aunque, en cuanto tome una decisión al respecto, se lo "comunicará a Mauricio, Cornejo y Lilita".

Nuevamente, el expresidente no estaría feliz con esta decisión: por un lado, insiste en que Vidal no debería volver a cambiar de distrito; y por otro lado, si bien intenta no tomar partido públicamente, quiere evitar que compita con la presidente del PRO, Patricia Bullrich. En este sentido, se especula con la posibilidad de que él mismo interceda en los intentos de disuadir a la exministra de Seguridad de bajarse de la pelea y presentarse como parte de una lista única. Aunque, de momento, no cedería su intención de liderar la nómina y anunció que llamará a una reunión distrital del partido en Capital y Provincia de Buenos Aires para determinar si hay voluntad de acuerdos. 

Macri conversó también sobre las candidaturas en la Ciudad el día anterior con Rodríguez Larreta, esta vez en su casa de Acassuso y donde hubo más desacuerdos que otra cosa. El jefe de Gobierno porteño quiere a Vidal en su territorio porque le garantiza una mayor cantidad de votos y así no perder tantas bancas en la Legislatura, por lo que tampoco estaba de acuerdo en el plan del ex presidente. Además, el triunfo de una figura como Bullrich podría suponerle una disputa por el poder dentro de su propio distrito. El mismo desencuentro se produce respecto de la candidatura de Santilli en Provincia.