Alberto Fernández encabezó en el Centro Cultural Kirchner una ceremonia en homenaje a los fallecidos por coronavirus a la que asistieron representantes de los diversos credos del país, de los trabajadores esenciales, gobernadores y el Jefe de Gobierno porteño. "A cada una de las personas que se fueron las llevaremos siempre en nuestra memoria y nuestro corazón", afirmó el Presidente.
“Esta es una ceremonia de recogimiento y reflexión en conmemoración a las personas fallecidas por covid-19”, dijo Fernández en su mensaje y señaló que cada una de las casi cien mil personas que murieron a causa de la pandemia “tenía a un nombre, una vida, cada una de ellas tenía hijos, hijas, hermanos, madres, padres, familiares, amigos”.
“Todos y todas tenemos afectos que han perdido su vida en este tiempo, ausencias que han dejado vacíos en sus familias y en la sociedad que provocan desasosiego y desconsuelo”, agregó Fernández y aseguró que los muertos por la pandemia siempre serán recordados.
El mandatario sostuvo que ahora “sabemos más que nunca que el mundo es uno solo y que la Argentina es una sola” y que las heridas abiertas por estas pérdidas tendrán que sanarse “de manera personal, familiar y social”.
“Sanar requiere mantener vivo el recuerdo de cada uno y cada una -manifestó-. Nuestro homenaje será construir una Argentina unida y solidaria que cuide siempre la salud de los habitantes. Que tanto pesar se vuelva fuerza e impulso para construir el futuro de nuestro país con diversidad y sin divisiones irreconciliables”.
El Presidente expresó su gratitud hacia les trabajadores de la salud, a les trabajadores esenciales que permitieron que “la comunidad pudiera seguir funcionando” durante las etapas más estrictas del aislamiento, a los científicos y “a toda la sociedad que mantiene los cuidados necesarios”.
“Todos y todas hemos sentido una profunda conmoción que trataremos de convertir en aprendizaje y sabiduría para construir un mundo mejor”, sostuvo Fernández y finalizó: “Juntos y juntas derrotaremos a la pandemia, recorramos unidos este camino”.
Los detalles de la ceremonia
El Presidente había abierto el acto con la primera dama, Fabiola Yáñez, encendiendo junto a dos niñes veinticuatro velas en memoria de las víctimas de la pandemia en las provincias argentinas y la Ciudad de Buenos Aires.
Los gobernadores, representantes de trabajadores esenciales y de distintos credos del país, de pueblos originarios y de la colectividad afroargentina, mientras tanto, llevaron rosas blancas que al final depositaron a los pies de las velas.
Estuvieron los siguientes gobernadores: Gustavo Bordet (Entre Ríos), Sergio Ziliotto (La Pampa) y Rodolfo Suárez (Mendoza), Axel Kicillof (Buenos Aires), Mariano Arcioni (Chubut), Gildo Insfrán (Formosa), Gerardo Morales (Jujuy), Ricardo Quintela (La Rioja), Oscar Herrera Ahuad (Misiones), Omar Gutiérrez (Neuquén), Sergio Uñac (San Juan), Alberto Rodríguez Saá (San Luis), Omar Perotti (Santa Fe), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Gustavo Melella (Tierra del Fuego) y Juan Manzur (Tucumán); el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; y los vicegobernadores Manuel Calvo (Córdoba) y Eugenio Quiroga (Santa Cruz).
La cantante Susana Moncayo interpretó La pasión según San Mateo de Bach acompañada por Lito Vitale en el piano; seguidos por Zamba para no morir, cantada por Nadia Szachniuk con Juan Falú en guitarra.
Luego de una lectura de poesía que incluyó versos de Diana Bellessi y Juan Gelman y que fue realizada por la actiz Laura Novoa -quien también ofició de presentadora en el homenaje-, Vitale volvió al escenario con Patricia Sosa para cantar Nos veremos otra vez de Serú Girán, que conmovió visiblemente al presidente.
Los números musicales antecedieron el breve discurso del Presidente que honró la memoria de aquellas personas que perdieron la vida durante la pandemia.
Según las cifras oficiales, en la Argentina murieron hasta el momento 92.317 personas por covid-19 desde el inicio de la pandemia, en marzo de 2020. Este sábado se reportaron 338 muertes.