Este lunes 28 de junio, en el Día Internacional del Orgullo LGBTIQ+, habrá un grupo de imágenes viralizándose. Vestuarios y canchas siendo habitados por sus protagonistas: deportistas argentinxs LGBTIQ+. A las imágenes, las acompañarán palabras: las experiencias de cada atleta en el deporte que tanto aman y que, en muchos casos, tantos obstáculos les ha puesto. La campaña #JugáConOrgullo, iniciativa que les reúne y motoriza la asociación civil 100% Diversidad y Derechos, ofrecerá un mensaje potente: retratos y palabras de deportistas que motorizan colectivamente una lucha para que el universo donde se desenvuelven se transforme, visibilice y deje de violentar a la diversidad que lo habita.
Cecilia Carranza, la regatista que emocionó en Río de Janeiro cuando consiguió el oro olímpico junto a Santiago Lange, no escatima amor mientras reflexiona sobre lo importante de alzar la voz y encarnar con su historia una acción que ayude a otras personas a entender que el deporte también es su lugar. “Cuando conté mi historia por primera vez, muchas personas me contaron que les había servido mucho escucharme, que las había hecho sentir muy bien. Eso me hizo dar cuenta que, de algún modo, hasta mi dolor valió la pena si pude ayudar a otra persona”, le cuenta a Líbero la deportista que se consagró en la clase Nacra 17, una de las integrantes de una campaña que reunió a 12 deportistas. “Necesitamos visibilizar para que aquellas personas jóvenes que son parte del colectivo vean que se puede estar en el ambiente deportivo. Quizás no tengan el camino fácil, como les ha pasado a un montón de personas, pero se puede, y, poco a poco, vamos a ir abriendo ese camino. Todo va a mejorar y vamos a construir, entre todos, una sociedad orgullosa de la diversidad”.
Valentina Kogan integra la historia dorada de la Selección argentina de handball -donde custodió el arco durante 18 años y fue parte del primer equipo olímpico en 2016- y también en su relato aparece la empatía como el motor para abrir su propia historia. “Viví mi preparación para Río de Janeiro con mi pareja, Carolina, embarazada de mellizos, y en ese momento quisimos visibilizar nuestra situación -recuerda-. Creíamos que, mostrando nuestra experiencia, podíamos ser de ayuda para otras personas y no nos equivocamos: recibimos muchos mensajes de gratitud, de otras chicas y chicos, y también de padres y madres”.
La arquera, que vistió de celeste y blanco en seis mundiales, se anima también a reflexionar sobre un presente en pleno movimiento: “Tengo la sensación de que estamos en un proceso, atravesando un cambio, un tiempo de resignificaciones. Aunque hoy se señala al que sale de la heteronorma y no se menciona la elección de quien está dentro de la norma, me parece que es importante hablar de la diversidad y exponerla, en un camino para naturalizarla, hasta que podamos dejar de hablar porque se naturalizó, y no porque está invisibilizada”.
El objetivo de la campaña #JugáConOrgullo, además de visibilizar a deportistas LGBTIQ+, es también interpelar a dirigentes, instituciones y público a implementar medidas para erradicar la discriminación por orientación sexual e identidad de género en el ámbito deportivo. Por medio de un spot y de piezas audiovisuales de las que participaron lxs 12 atletas y que se lanzarán este lunes, desde 100% Diversidad y Derechos se eligió este año articular el Día Internacional del Orgullo con una campaña focalizada en el universo deportivo.
"Lo pensamos para aprovechar que se vienen los Juegos Olímpicos y también porque es un ámbito que se ha resistido mucho más a todos los cambios que venimos viendo en Argentina en promoción de derechos", explica Ricardo Vallarino, integrante de la asociación civil que lleva adelante el poderoso mensaje. "El deporte es un espacio donde pesan argumentos sobre la biología de los cuerpos y mucho binarismo, pero a la vez es también un lugar de mucha visibilidad social -señala-. Y como siempre hay poquitos deportistas LGBTIQ+ que son visibles, la idea es celebrarles, aportar a la visibilidad y llamar a toda la comunidad del deporte a trabajar en todos los obstáculos para la comunidad LGBTIQ+".
Facundo Imhoff, que resultó MVP y campeón de la Copa Alemana en su última participación en el voley germano (y ya cerró su pase al Lindaren Amriswil de Suiza para la próxima liga), no sólo aporta su historia desde la campaña que saldrá a la luz este lunes. También aporta desde sus redes sociales, con las valiosas experiencias de un deportista de élite mundial y con mensajes que son un abrazo para quienes sufren las distintas formas de violencia con las que el deporte acostumbra a reaccionar frente a la diversidad.
“Al deporte lo veo muy atrasado todavía. Es una de las áreas a la que más le ha costado avanzar, deconstruirse y empezar a formar nuevos paradigmas y bases de pensamiento. Creo que le está costando un montón porque es un área muy atravesada por el machismo, por esas viejas creencias de que, si sos macho y te mostrás como macho, vas a jugar de una forma más agresiva, y de que necesitás tener eso para poder ganarle al otro. Es un pensamiento que atrasa un montón y está muy avalado tanto por los dirigentes de los equipos como por el hincha, que también tiene esa forma de pensar”, reflexiona Imhoff en diálogo con este diario.
“Si bien se le está dando un poco de visibilidad -agrega el central santafesino de 32 años-, falta lo más importante: que esa forma de aceptación se empiece a incorporar de verdad. Siento que se hace mucho para mostrar de la boca para afuera. Me hago una remera rosa, me pongo medias con la banderita gay, hago alguna movida gay friendly; pero a la hora de tener un compañero gay, no hay forma. De a poco se está avanzando y eso hay que registrarlo y celebrarlo, pero falta dar el paso a la verdadera inclusión. No dudo de que en un futuro va a llegar: a eso apuntamos y para eso es esta lucha”.
“Yo casi que soy pionera en esto de abrir espacios en el tenis, pero con las palabras no tanto. Recién ahora me empecé a animar”, dice entre risas Mía Fedra, la primera tenista trans profesional de la Argentina. “Los primeros años, todos me querían ver -se acuerda-. Por eso, me la pasaba re pendiente de mi imagen y de cómo me iban a ver los otros, intentando verme súper femenina y linda, y eso no me permitía relajarme con mi juego. Hoy hace tiempo que me siento cómoda, logré relajarme con el maquillaje, juego con el rodete, soy una más. Eso es importante porque se rompió la barrera de la chica o el chique trans que quiera entrar en una cancha de tenis. Ahora va a estar incluide”.
Para el video de la campaña #JugáConOrgullo -de la que también participan Sebastián Vega, Mara Gómez, Lucía Fresco, Jessica Millamán, Luana Muñoz, Nicolás Fernández, Vittorio Rosti y Evangelina Thomas-, la reunión de atletas y el rodaje posterior fueron una fiesta. La iniciativa de 100% Diversidad y Derechos refuerza también, desde el lenguaje, la importancia de la lucha colectiva. Mía Fedra, conmovida a unas pocas horas de la conquista de la ley de cupo laboral travesti-trans, es una de las que valora y celebra ese espíritu plural. “Las nuestras han sido luchas bastante individuales -se sincera-. Antes tenías que trabajar y lidiar con eso como se podía durante toda la vida, de acuerdo a tu condición sexual o tu identidad autopercibida. Ahora, es una lucha en conjunto, que hace que sea todo más agradable y que, incluso más allá del deporte, te acerca a descubrir las cosas de la vida. Suena cursi pero es así. Es el renacer de las cosas. Y señal de que hay una luz. Como cuando cambié el DNI y pude jugar al tenis femenino”.
Esta nota está habitada por la palabra “visibilidad”, como un eco performativo que también busca oírse y ser visto. ¿Pero habrá acaso una visibilidad tan soñada por una o une o un deportista como la de quien porta la bandera argentina en los Juegos Olímpicos? Y es que ese es el reconocimiento que tendrá Cecilia Carranza, cuando inaugure en Tokio, en menos de un mes, sus cuartos Juegos Olímpicos.
“Me enteré de que iba a ser abanderada a la noche y el día siguiente me lo pasé entero llorando -se emociona Carranza, quien portará la bandera junto a Santiago Lange-. Me encontré llorando porque reflexionaba sobre todo esto. Y pensaba: ¿cuántas veces las personas de este colectivo nos hemos sentido rechazadas, han dicho de nosotros que éramos un mal ejemplo, hemos escuchado palabras tremendas, nos han dicho perversos y perversas, hasta hacerte sentir que no eras merecedora de nada? Cuando fui avanzando en mi carrera deportiva, empecé a conseguir diferentes logros y, hoy, mi Comité Olímpico Argentino y mis colegas y dirigentes me están dando el honor y el regalo hermoso de ser abanderada, algo que es importantísimo para nuestro colectivo. Es un lugar donde los atletas representan los buenos valores que divulga el Comité Olímpico Internacional como movimiento, la excelencia, la amistad, el respeto... Y vos, que te sentiste en un momento tan poco merecedora y tan rechazada, de repente estás dando vuelta la historia. Esos chicos y chicas que hoy se sienten rechazados y rechazadas, a quienes les hacen sentir que están equivocados, van a ver a una persona de este colectivo abanderada del equipo argentino. Y eso es un montón”.