Luego de una extensa investigación, la Fiscalía del estado de Nueva York presentará formalmente esta semana los cargos penales contra la Organización Trump, el conglomerado de más de 300 sociedades a cargo de la familia del expresidente Donald Trump. Así lo confirmaron los abogados que representan al entramado empresarial, que tenían plazo hasta este lunes para buscar convencer a los fiscales de que no presenten cargos contra el gigante inmobiliario. El abogado de la Organización Trump, Ron Fischetti, le dijo a la CNN que hasta ahora los fiscales, que investigan una supuesta evasión fiscal con el fin de beneficiar a altos cargos ejecutivos, no parecen receptivos a los argumentos de que el enjuiciamiento no está bien fundado.
Citando fuentes familiarizadas con la investigación, el diario Washington Post aseguró que la fecha límite impuesta a la defensa del emporio Trump representa una "clara señal para encarrilar el caso" por parte del fiscal de distrito de Manhattan, Cyrus Vance, y la fiscal general de Nueva York, la demócrata Letitia James, que trabajan juntos en la investigación.
Ambos fiscales investigan si las empresas de Trump usaron tasaciones falsas de sus propiedades para engañar a los prestamistas y a las autoridades tributarias, y si se pagaron impuestos sobre los beneficios complementarios de los directivos. Vance, además, estuvo investigando los pagos secretos de efectivo que la campaña electoral de Trump le hizo a la actriz porno Stormy Daniels para evitar que hiciera pública una supuesta relación sexual con el entonces candidato a la presidencia.
La investigación sobre los negocios del expresidente se aceleró después de que en febrero de este año el Tribunal Supremo rechazara los argumentos del expresidente para mantener confidencial la información de sus declaraciones de impuestos de varios años, que han sido objeto de una larga batalla legal. Desde entonces, los fiscales se han centrado en el director financiero del conglomerado, Allen Weisselberg, para contar con alguien que coopere y testifique contra el expresidente.
El jueves pasado, los abogados defensores de Trump y su entramado empresarial se reunieron de manera virtual con los fiscales para argumentar que los cargos no estaban justificados. Reuniones como estas son comunes en las investigaciones financieras, lo que permite a los abogados defensores la oportunidad de mostrar pruebas antes de que los fiscales tomen una decisión sobre la presentación de cargos.
Más allá de los fiscales neoyorquinos, el exabogado de Trump, Michael Cohen, también se manifestó para argumentar la culpabilidad del expresidente y los directivos de la compañía. Ya en 2019 Cohen había dicho ante el Congreso en 2019 que tanto Weisselberg como el director de operaciones de la corporación, Matthew Calamari, conocían los casos en los que el magnate estadounidense aumentó de forma ficticia el precio de los activos de sus empresas.
Trump, quien el sábado por la noche inició con un acto en Ohio una serie de actividades encaminadas a relanzar su nuevo proyecto electoral, todavía es dueño de sus negocios a través de un fideicomiso administrado por sus hijos mayores y Weisselberg. El exmandatario renunció a la gestión diaria de la empresa mientras estuvo en la Casa Blanca, pero no está claro qué papel desempeña actualmente en el conglomerado.
El mes pasado, Trump calificó las investigaciones como una "caza de brujas" dirigida por demócratas que buscan dañar su proyecto político. Las negociaciones bajo sospecha utilizan una red de cientos de compañías individuales de responsabilidad limitada, la mayoría de las cuales estarían controladas en última instancia por el propio expresidente.
La Organización Trump es el holding familiar de cientos de propiedades que van desde hoteles hasta campos de golf. En 2019 la revista Forbes estimó el valor neto de la fortuna de Trump en 3.100 millones de dólares: la mitad de esa fortuna corresponde a inmuebles en la ciudad de Nueva York, donde el emporio tiene más de 15 propiedades residenciales y comerciales.