El nuevo ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Yair Lapid, inauguró en Emiratos Árabes Unidos la primera embajada de su país en el Golfo Pérsico. Lapid inició este martes un viaje oficial de dos días a Emiratos, la primera visita de un alto representante del gobierno a este país desde que reconoció el Estado de Israel en agosto de 2020. Desde la normalización de las relaciones diplomáticas a través del llamado acuerdo de paz, ambos países firmaron numerosos acuerdos comerciales y de cooperación en varios sectores que ascienden a 354 millones de dólares, y más de 200 mil turistas israelíes viajaron ya a Emiratos.
Durante su histórica visita, el ministro israelí aprovechó para llamar al resto de los países árabes a seguir el mismo camino, eligiendo "la cooperación en lugar del conflicto" y "la paz en lugar de la guerra". Lapid es el artífice de la coalición que acabó con el gobierno de Benjamin Netanyahu en junio. El canciller se convertirá en primer ministro más adelante, en alternancia con Naftali Bennett, quien es jefe de gobierno en este momento.
"Orgulloso de representar al Estado de Israel en su primera visita oficial a los Emiratos Árabes Unidos. Gracias por la cálida bienvenida", tuiteó Lapid a su llegada en hebreo y árabe. Sin embargo, el ministro no fue recibido en la pista del aeropuerto por ningún alto funcionario y mereció escasa cobertura de prensa, una discreción que contrasta con los grandes anuncios y el tono de celebración que siguieron a los primeros meses de normalización de las relaciones entre los dos países.
"Israel está interesado en la paz con sus vecinos. Con todos sus vecinos. No nos vamos a ir a ninguna parte. Oriente Medio es nuestro hogar. Estamos aquí para quedarnos y hacemos un llamamiento a todos los países de la región para que lo reconozcan y vengan a hablar con nosotros", aseguró Lapid en un breve discurso durante la apertura oficial de la Embajada israelí en Abu Dhabi.
"Lo que hacemos aquí hoy no es el final del trayecto, es el comienzo", agregó el canciller israelí en su cuenta de Twitter tras la ceremonia, donde también publicó una foto suya colocando una 'mezuzá', un pequeño estuche con un pergamino con unos versículos de la Torá que se coloca en el marco de las puertas de las casas y se toca con la mano antes de entrar a la vivienda. Por la tarde, Lapid continuó la agenda del día con una reunión con el ministro de Relaciones Exteriores emiratí, Abdulá bin Zayed al Nahyan.
La visita de Lapid coincide con un aumento de la tensión en los territorios palestinos ocupados por Israel. Los países árabes, entre ellos Emiratos y Bahrein, criticaron la represión de las manifestaciones palestinas por parte de las fuerzas israelíes en Jerusalén Este, ocupado por Israel. Además los bombardeos israelíes sobre Gaza, muy repudiados por la población del Golfo en las calles y en las redes sociales, también pusieron en aprietos a los nuevos aliados comerciales de Israel.
Además de Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, Marruecos y Sudán firmaron acuerdos de normalización de relaciones con Israel, bajo el impulso del gobierno del expresidente estadounidense, Donald Trump.
Sobre la inauguración de la embajada israelí en Abu Dhabi, el movimiento islamista Hamas, que controla la Franja de Gaza, dijo a través de un comunicado que "refleja la insistencia de Emiratos en el pecado que cometieron firmando los acuerdos de normalización". Hasta ese momento, la resolución del conflicto israelí-palestino era una condición previa indispensable para cualquier normalización de relaciones con Israel.
El ministro Lapid, en cambio, solo tuvo palabras de agradecimiento para Donald Trump y el exprimer ministro Benjamin Netanyahu, a quien describió como "el arquitecto de los Acuerdos de Abraham" y aseguró que "trabajó de forma incansable para lograr que fueran realidad", según el diario The Jerusalem Post.
En definitiva, la visita de Lapid confirma que la salida de "Bibi" del gobierno no pone en riesgo las relaciones con sus socios del Golfo, tal y como aseguraron estos poco después de la formación del nuevo Ejecutivo, encabezado por el ultranacionalista Naftali Bennett.