Ayer se cumplieron seis meses desde que comenzó el operativo de vacunación contra el coronavirus en Santa Fe. En aquella mañana de diciembre, cuando faltaban pocas horas para despedir al 2020, el año de la pandemia, cinco profesionales de la salud voluntarios fueron los primeros en colocarse la vacuna contra el covid en la ciudad, más precisamente en el Hospital Centenario. En todo este tiempo, se pasó de dudar de la efectividad de las vacunas a pedir desesperadamente la colocación de segundas dosis. Un recorrido que puede constatarse en las 1.917.394 personas que hasta el momento se anotaron en el registro provincial Santa Fe Vacuna. El médico e investigador de la UNR, Roberto Parodi, fue el primero en colocarse la Sputnik V. En aquel momento, aseguró que no había mayor gesto de empatía que poner el cuerpo para darles un poco de confianza a los pacientes. Ayer, con la aceleración del ritmo de vacunación, dijo que nota a la gente más convencida con ir a vacunarse: "Ya no hay tantas dudas".
El histórico operativo de vacunación en la provincia contra el coronavirus comenzó el pasado 29 de diciembre. El día anterior habían llegado al Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria 21 mil dosis, cuando cinco voluntarios --además de Parodi, la integrante del Servicio de Infectología de Grupo Oroño, Carolina Subirá, los terapistas Miguel Angel Tortorelli y Federico Fiorilli, y el jefe del laboratorio del Cemar, Sergio Lejona-- recibieron la primera dosis de la vacuna Sputnik V.
Pasaron 180 días de aquella mañana. "Nada para una vacuna nueva, pero pasamos del veneno a estar debatiendo qué tipo de vacunas hay que aplicar, ahora son todos expertos en vacunas", se ríe Parodi al recordar aquel momento en diálogo con Rosario/12. "Uno se sentía convencido por una cuestión no muy racional, era algo nuevo y no sabíamos demasiado sobre los efectos, nos motivaba el respeto a la enfermedad, veíamos pacientes que se complicaban. Pero también había una cuestión más emotiva, de decisión personal, uno estaba esperando la vacuna por la exposición, a nosotros nos pegan las balas todos los días", agregó.
Tras la aplicación de la vacuna, en un contexto de angustia y estrés acumulados en la atención de pacientes covid en el Hospital Centenario, Parodi sintió un alivio: "Sabías que te podías contagiar, incluso había más riesgo en las salas no covid, en la que entraban los familiares y había más circulación de gente, pero con otro nivel de seguridad. Igualmente, no teníamos mucho tiempo para estar pensando en negarnos a recibir una vacuna si uno seguía trabajando y atendiendo pacientes, no era ético ya habiendo una vacuna disponible y autorizada, en eso no había dudas".
Al tiempo que se completaba el esquema de vacunación del personal de salud llegó la segunda ola de coronavirus, según Parodi "la más dura de todas, mucha gente joven con pocas comorbilidades", y volvieron a subir los casos. "En el Hospital se contagió el 8% de los vacunados, todos con cuadros muy similares, mucha congestión nasal, decaimiento dos o tres días, una febrícula, y se les pasó. Está reportado que la mayor efectividad de la vacuna va por la prevención, baja el número de contagios, pero su fortaleza es la protección ante los casos graves, lo que nos da bastante seguridad en el trabajo diario", indicó el profesor de la cátedra Clínica Médica de la UNR.
Al calor de la llegada de vacunas, Parodi observa otro escenario en un futuro cercano: "Estamos todos esperando que para fines de julio, a medida que juntemos vacunados, gente que ya tuvo la infección y el ciclo del virus; por ahí con exceso de optimismo, tenemos que estar mejor".
Por su parte, Subirá dijo a este diario que "pensar que fuimos los primeros en el país en vacunarnos hace seis meses parece tan lejano, que incluso lo llamativo es que ahora se está hablando de una dosis de refuerzo, como está postulando el instituto Gamaleya, es una sensación de todo el tiempo volver a empezar". Para la infectóloga, el momento en que se vacunaron fue "un acto de fe, la información era incompleta, en algunos casos incorrecta, no teníamos certeza de su eficacia y estaba todo hecho en función de la variante original de Wuhan, un año después las variantes son otras".
"Pasamos por toda una constelación de sensaciones. Primero decían que era un veneno, fue muy politizado. Había descreimiento, temor, negativas por parte de los mismos colegas a vacunarse. En el momento en que la información salió publicada, rápidamente la opinión pública empezó a abrazar la idea de las vacunas. Ahora, estamos ante la situación de nuevas variantes y mutaciones, pero aún así el tener una dosis es mejor que no tener nada, el tener dos dosis es mejor que una", planteó la médica.
Ayer, la ministra Martorano también recordó la fecha en que comenzó la histórica campaña a través de un mensaje: "Cumplimos seis meses del operativo de vacunación contra el coronavirus. También anunciamos, con orgullo, que dimos 41.396 turnos, tanto de primera como de segundas dosis, solamente en junio, entregamos 800 mil turnos".
"Con el esfuerzo de todos seguiremos vacunando, ya completamos el personal de salud, las residencias de personas mayores, las residencias de algunas personas con discapacidad, también completamos los mayores de 60 años y las de 18 a 59 con comorbilidades", amplió Martorano. Desde la cartera sanitaria informaron que fueron turnadas el 80% de las embarazadas que se anotaron en el registro Santa Fe Vacuna, conforme a lo establecido a nivel nacional.