Mauricio Macri va camino a declararse prescindente en las internas del PRO. El expresidente, de viaje por Europa, publicó un posteo en su Facebook donde aclara: "No peleo lugares ni me meto en discusiones internas". Lo hizo luego de fracasar con sus objetivos en dos reuniones que tuvo con Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal. La frase puede leerse como el comienzo de su despegue de Patricia Bullrich, sobre todo si la presidenta del PRO finalmente no acepta negociar y va a internas con el larretismo. Tal vez Macri huele una derrota y no quiere ser asociado a ella. Por otro lado, el radicalismo sigue buscando plantar a su candidato Facundo Manes quien -dicen los correligionarios- podría sumar a Emilio Monzó y a Jorge Macri. No obstante, el neurocientífico no habló hasta ahora con ninguno de los dos.
Desde hace días que se empezó a especular con un supuesto enojo de Bullrich con Macri. ¿El motivo? Que Macri no la acompañaría en la aventura de enfrentar en las PASO a María Eugenia Vidal, una iniciativa que las encuestas que consumen en uno y otro sector del PRO dan con un resultado negativo para la presidenta del PRO. Hace ya días que comenzaron a ofrecerle el tercer lugar en la lista de diputados a Bullrich, pero la lugarteniente de Macri no se baja. El expresidente defendió su derecho a presentarse en las PASO en una conversación con Larreta el viernes pasado. Y tuvo otra con Vidal el sábado, cargada de sinsabores: la exgobernadora le confirmo lo que ya sabía, esto es, que no volverá a ser candidata bonaerense.
Cansado de tantas negativas, Macri hizo lo que todo hombre de su condición social hace en estos casos: se fue de viaje a Europa, con la excusa de presentar su libro Primer tiempo y de afianzar contactos con la derecha española. Desde allá, Macri avisó que no lo molesten más con estas cuestiones, mediante un extenso escrito en sus redes sociales. Dice así: "Mucho se ha especulado sobre mi papel este año en el proceso de armar nuestra propuesta electoral. Quiero ser bien claro: soy una persona de consulta desde mi experiencia, pero no peleo lugares ni me meto en discusiones internas", afirmó, en una señal que preanuncia su prescindencia en las internas que pueda haber, para que no le puedan atribuir ninguna derrota.
No obstante, no se privó de mandarle advertencias al resto de los dirigentes del PRO: les dijo que piensen "en esos millones de argentinos que confían en nosotros, entre ellos los jóvenes que tal vez piensan irse del país porque sienten que acá no tienen futuro y que está en juego si vamos a seguir siendo una democracia o nos convertiremos en una autocracia". Macri cada vez está más cómodo con el discurso de las Alt-Right, las nuevas derechas extremas.
"Nuestros dirigentes tienen experiencia y criterio. A veces coincidirán conmigo y a veces no. Eso está bien. Estoy convencido de que todos estamos unidos detrás de la misma meta, nadie es el dueño de la verdad. Nuestro principal objetivo hoy es que Juntos por el Cambio gane estas elecciones", afirmó sobre sus conversaciones con el jefe de Gobierno y la exgobernadora bonaerense.
Luego de llevar al país a una crisis económica con corridas sucesivas, propuso presentarle al Gobierno "un plan económico conjunto que retome el rumbo correcto", que vendría a ser el que él marcó en sus cuatro años. Mientras continúa la negociación por los miles de millones de deuda que contrajo con el FMI, el ex presidente consideró que "es imprescindible para empezar a vislumbrar un horizonte de futuro para nuestro país, que se consolidará cuando un hombre o una mujer de nuestra coalición gane la presidencia en 2023".
"Siempre es difícil definir una estrategia electoral y elegir los candidatos. Y es más difícil aún en una coalición tan grande y diversa como la nuestra. No perdamos de vista que los verdaderos protagonistas de esta historia no somos nosotros, los dirigentes, sino cada uno de los argentinos que sigue creyendo que 'sí, se puede' cambiar nuestra historia y salir adelante", concluyó su mensaje Macri.
Mientras tanto, los radicales siguen en conciliábulos para fortalecer la principal candidatura que buscan instalar: la de Facundo Manes en la provincia de Buenos Aires. En una reunión esta semana con Martín Lousteau y Gerardo Morales, el neurocientífico volvió a ratificar que será candidato, como ya lo había hecho en otro encuentro con la cúpula de la UCR. Además, acompañó a Morales en la victoria del domingo en Jujuy, lo cual lo pone más cerca de ingresar a la política partidaria. Claro que no todas serán rosas para el flamante candidato: Elisa Carrió ya le marcó la cancha y le dijo que se olvide de que todos declinarán sus candidaturas a su paso irrefrenable hacia la Casa Rosada. Carrió dejó en claro que trabaja para que no haya una competencia en las PASO y que Manes no está siendo de ayuda.
En las tertulias radicales, ya se habla de sumar detrás de Manes a Margarita Stolbizer (que lo ha elogiado públicamente), y a dos de los adversarios de Diego Santilli dentro del PRO: Jorge Macri y Emilio Monzó. Llamativamente, Manes no tuvo reuniones ni conversaciones con ninguno de los dos, al menos, en el corto plazo, según pudo comprobar este diario. Son, por ahora, más intensiones lanzadas a los medios que otra cosa.
Además de las disputas del PRO, Manes deberá desactivas sus propios contrincantes dentro de la UCR, ya que el intendente de San Isidro, Gustavo Posse -derrotado en la interna de la UCR bonaerense este año- amenaza con presentarse con lista propia. Habrá que ver si los correligionarios finalmente se ponen de acuerdo para que haya una lista única para competirle al PRO.
Chicanas
Con la vista puesta en una candidatura presidencia, el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, no para de arrojar dardos envenenados sobre sus competidores del PRO. Ya había hablado de "la telenovela del PRO", pero esta vez recurrió a la extensa historia de las internas de la UCR para gastarlos: "El radicalismo está mucho más ordenado, más allá de que nos gustan más las internas que al PRO: parece que el PRO se ha radicalizado en ese sentido". Y siguió con los chistes: "Se han puesto correligionarios", dijo. "Ahora son exponentes del internismo radical", los siguió gastando. "Estamos atravesando una telenovela del PRO, con expresiones del tipo 'te quiero, no te quiero', 'yo soy lider, no lo sos'", les sacó brillo. A Elisa Carrió la trató de poco coherente por sus críticas a Manes: "No hay que cortarse las venas ni ser tan crítico, la semana pasada para Lilita, Facundo era lo mejor, esta semana, no. Lilita dijo que tiene que hacer un curso de 40 años como ella para postularse a la Presidencia". "No está bien que se la agarre con Facundo, que es radical de Alfonsín", indicó el gobernador de Jujuy. Morales fue muy directo con lo que piensa hacer en 2023: "Yo quiero ser candidato a Presidente en la próxima elección". Y dejó en claro que su dream team es Martín Lousteau compitiendo por la jefatura de Gobierno y Facundo Manes por la gobernación bonaerense.