Por más que el contrato de Lionel Messi con el Barcelona quedará formalmente terminado en la medianoche de este miércoles, el presidente del club catalán, Joan Laporta, envió un mensaje esperanzador a los hinchas del equipo, al expresar el término "tranquilos" como toda respuesta cuando fue abordado por la prensa para referirse al tema del momento en España.
Laporta llegó a las instalaciones del "Barça" y fue abordado de inmediato por varios medios presentes, en una lógica guardia a la espera de novedades sobre el futuro del crack rosarino, señalaron los partales de Mundo Deportivo y Sport, los diarios deportivos de la ciudad condal.
"Tranquilos", fue la respuesta de Laporta, el dirigente que recuperó meses atrás la presidencia del Barcelona con Messi como bandera, ya que hizo valer su pasado de máximo dirigente "blaugrana" que blindó al "10" con un contrato desde 2005 hasta 2014, con 150 millones de euros de cláusula de salida.
La estrategia de Laporta desde hace días es la misma: paciencia y pedido de paciencia a los hinchas, para concretar los pasos que le permitan anunciar la noticia de la continuidad de Messi en el Barcelona.
El capitán del seleccionado argentino de fútbol quedará al final de la jornada del miércoles en libertad de acción, por lo que a partir del jueves estará en condiciones de negociar un nuevo contrato con cualquier institución del mundo, incluyendo al propio club catalán.
En el Barcelona siguen confiando en la renovación pese a las dificultades económicas que atraviesa la institución, y en ese sentido se expresó Laporta en el mediodía español. El presidente del "Barça", de 59 años, apuesta a todos los métodos posibles para seducir a Messi, como fue concretar la contratación semanas atrás a uno de los mejores amigos que le dio el fútbol a "Leo": el delantero Sergio Agüero, quien concluyó su vínculo con el Manchester City.
Los medios españoles insisten en que el Barcelona le ofrecerá a Messi un contrato por dos años, por un monto prorrateable a 10 años, para no romper con el "fair play" financiero que exige la Liga de España.