Cinco personas quedaron ayer detenidas por el plazo de ley hasta el juicio , tres de las cuales son prófugos de la cárcel de Piñero, que ganaron la calle el último domingo, y las dos restantes cómplices de esa fuga. Se trata de Antonio Smischmittlein, acusado por los delitos de Evasión agravada por el uso de armas en carácter de coautor; de Joel Rojas y Sergio Cañete por los delitos de evasión agravada por el uso de armas en carácter de coautores y portación ilegítima de arma de fuego de guerra, agravada por registrar antecedentes penales contra las personas. En tanto los cómplices fueron Elisabeth Alvarez, y Rodrigo Gramajo acusados por los delitos de resistencia a la autoridad, encubrimiento y portación ilegítima de arma de fuego de guerra, quienes los trasladaban en el baúl de un auto horas después dela fuga. En tanto ayer se entregó Ezequiel Romero, uno de los protagonistas de la violenta fuga . Lo hizo en la sede de la Agencia de Investigación Criminal (AIC). De esta manera, ya son cuatro los recapturados tras la evasión que dejó como saldo una víctima fatal tras un feroz tiroteo entre penitenciarios y evadidos. Romero tiene 20 años y estaba en prisión preventiva a la espera de un juicio en calidad de imputado por homicidio. Decidió entregarse luego de que efectivos de la AIC allanaran su casa horas antes y no lo encontraran. Ahora está bajo custodia de esa fuerza dependiente del Ministerio Público de la Acusación.
En cuanto a la audiencia de ayer el Fiscal Franco Carbone (foto) les atribuyó a Rojas , Cañete y Smischmittlein la fuga ocurrida el 27 de junio a las 17.10. El plan se concretó con un grupo conformado por al menos cuatro personas, (entre los que se encontraban dos hombres aún no identificados y Walter Soraire, fallecido en el lugar), quiénes vestían con pasamontañas, capuchas, y al menos uno de ellos con una máscara de utilería tipo de goma, se trasladaron en un Peugeot modelo 308 negro, hasta las inmediaciones del complejo penitenciario, estacionando el mismo en el camino rural que bordea el lugar, según apuntó Carbone.
Uno de los hombres permaneció en el asiento del conductor con las puertas y el baúl abierto, en tanto que Walter Soraire y los dos restantes descendieron del vehículo y perforaron el cerco perimetral de la cárcel haciendo un agujero en el mismo, utilizando una máquina amoladora, a los fines de ingresar a la Unidad. Una vez en el interior del establecimiento, en el espacio denominado “camino patrulla” estas personas, que portaban cinco armas de fuego (entre ellas al menos un revólver, una pistola ametralladora fmk3 calibre 9 mm., una pistola calibre 380 mm. y una pistola calibre 11.25 mm.), comenzaron a disparar contra los empleados penitenciarios de seguridad externa que se encontraban apostados en las garitas de seguridad.
Luego de 200 metros aproximadamente, y tras haber sobrepasado cuatro de las garitas de seguridad, se apostaron debajo de la número 5 del Módulo D, y mientras dos de ellos continuaban efectuando disparos contra el personal policial, el restante realizó un corte con la amoladora en el segundo cerco perimetral, atravesando el “cordón” que lo separa del siguiente tejido alambrado y perforó este último realizando la misma maniobra. Mientras que esto ocurría, los internos Joel Rojas, Sergio Cañete, Antonio Smischmittlein, Claudio Mansilla , Alejandro Candia, Martin Cartelli, David Piscione y Ezequiel Romero, se encontraban en el patio del pabellón 14 (del Módulo D), en el que estaban alojados, y comenzaron a lanzar elementos contundentes al efectivo de la garita 5 y realizaron un corte en el cerco metálico que defiende el mismo, logrando fracturarlo y así poder salir del patio, uniéndose al grupo de personas que continuaban efectuando disparos hacia el personal penitenciario.
Según relató el fiscal Carbone en el lugar del hecho, y a raíz del enfrentamiento producido con el personal policial, a un metro aproximadamente del cerco perimetral, recibió un disparo, en circunstancias que todavía son materia de investigación, y resultó fallecido Walter Soraire (quién entre sus prendas tenía un cargador con al menos municiones calibre 9 mm.), en tanto que las restantes personas continuaron su huída hacia el exterior de la unidad penitenciaria, tomando uno de los internos el arma de fuego de Soraire y otro de los internos una pistola provista por quiénes habían ingresado armados, continuando su fuga bordeando el cordón, atravesando el campo hasta egresar de dicha unidad.
Luego abordaron el vehículo en el que se habían conducido al lugar, logrando darse a la fuga por el camino rural arrojando clavos “miguelitos” en distintos corredores viales a los fines de procurar su huida, concretamente en la intersección de la Ruta Provincial N 14 y la A012. A raíz de la intervención de personal de GOET y GORO, los otros siete internos que se encontraban en el patio no pudieron evadirse, atento a que fueron reducidos por estas fuerzas de seguridad .