La última intervención del jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel, en la Legislatura, puso en agenda el tema del traspaso de la policía de la Ciudad. Ya no sólo por la cuestión presupuestaria (aunque fue ocasión para que el funcionario retomara el reclamo por la baja de la transferencia de Nación para justificar el impuestazo a las tarjetas de crédito). También se abrió la preocupación sobre cómo y cuándo, una vez realizado ese traspaso, la policía de la Ciudad asumirá funciones que siguen cumpliendo las fuerzas federales dentro de su mismo territorio. Consultado sobre cuándo esta fuerza tomará a su cargo la seguridad en el barrio 1-11-14 de Bajo Flores, el funcionario aseguró que hubo "un acuerdo de traspaso" fijado para noviembre de 2022. Desde el Ministerio de Seguridad de la Nación salieron a desmentir estos dichos, y denunciaron que la fuerza local ya debería haber asumido funciones como el control del 911 y el patrullaje perimetral en el barrio.
Las zonas de la ciudad que se mantenían bajo el control de Prefectura o Gendarmería hasta el año pasado eran Puerto Madero, y barrios como la 21 24 Zavaleta, Inta, Cildañez, y la 1 11 14. En 2017 Macri había derogado por decreto el viejo "operativo Cinturón Sur", estableciendo que debían retirarse las fuerzas federales de los barrios, a excepción de Puerto Madero, algo que nunca se concretó.
El gobierno de la Ciudad se mostró muy solícito ahora en brindar seguridad en Puerto Madero, pero reticente a asumir sus funciones en los barrios vulnerados. Finalmente este año la policía local se desplegó primero en Puerto Madero, y luego en la 21-24 y Zavaleta.
"Los diálogos para que la Policía de la Ciudad se hiciera cargo de su jurisdicción se iniciaron durante el Consejo de Seguridad Interior en Tucumán en febrero de 2020, cuando las autoridades del Gobierno de la Ciudad se comprometieron a asumir la seguridad de su territorio. Desde entonces se realizaron varias reuniones entre los equipos de trabajo de ambos organismos", expresaron desde la cartera que conduce Sabina Frederic.
"Nosotros entendimos que no era lógico retirar todas las fuerzas federales de la Ciudad abruptamente, por eso en las distintas reuniones que tuvimos hablamos de un proceso de transición. Ese proceso incluía que para marzo pasado la Ciudad tenía que tener su policía ocupando los siete puestos que rodean al barrio. Es una manera de que empiecen a establecer cercanía, que la gente empiece a conocerlos, y además que Gendarmería pueda ir haciendo el traspaso de la experiencia acumulada", explica el secretario de Articulación Federal, Gabriel Fuks.
"También acordamos que la Policía de la Ciudad empezaría a responder a las emergencias del 911 dentro del barrio. No están cumpliendo con nada de lo acordado y Miguel obvió ese detalle en su exposición en la Legislatura, no fue claro con los acuerdos entre Nación y Ciudad y tergiversó la realidad", acusa el funcionario.
Fuks dice que "hay entre 600 y 800 efectivos de fuerzas federales cumpliendo funciones policiales en la Ciudad", y que "deberían estar en otros puntos del país con mayor demanda en este momento". Da otros números: "la Ciudad tiene unos 30.000 policías, tres veces más que lo que determina la ONU por cantidad de habitantes".
Asegura también que el diálogo no está roto ni mucho menos, y que confía en que en las próximas reuniones se pueda avanzar en la transición entre las fuerzas. Desde el Gobierno de la Ciudad no respondieron a las consultas de Página/12 sobre este tema.
La legisladora por el Frente de Todos Claudia Neira , vicepresidenta de la Comisión de Seguridad, fue quien le preguntó a Miguel "por qué al día de hoy no tenemos la presencia policial mínima, ni de un solo policía, al menos para decir que no tenemos un territorio donde cedemos nuestras autonomía y nuestra soberanía en materia de Seguridad, en el barrio Ricciardelli. Por qué al 911 lo atiende la Gerndarmería. Por qué incumplió el decreto 66 que dictó el expresidente Macri y Patricia Bullrich, que establecía que traspasada la Policía Federal no podía existir más un territorio con control de las fuerzas federales".
"El barrio Ricciardelli está a cargo de la Gendarmería Nacional, y se planifica la creación de una unidad de prevención barrial para el mes de diciembre de 2022, de acuerdo a los compromisos asumidos por el Ministerio de Seguridad", leyó entonces como respuesta Miguel. Desde Nación corrigen que lo que hay acordado es "una transición", donde ya deberia haber comenzado el traspaso paulatino.
"Lo que pedimos es que paulatinamente haya una presencia de la policía local en estos barrios, no puede haber un territorio de la Ciudad donde no hay un solo policía, es ceder autonomía", dice Neira. "Nos preocupa, y mucho, que se asegure muy tranquilamente que piensan seguir estando ausentes en un barrio de la Ciudad hasta fines del año que viene". Neira presentó un pedido de informes para establecer qué recursos se están afectando en los barrios donde ya se hizo el traspaso, cuánto se destina a Puerto Madero y cuánto a los barrios populares".
"Nos preocupa también que cuando se hacen cargo de la seguridad de un barrio, no empeore", suma el legislador Santiago Roberto. "Estamos muy atentos a lo que está pasando en el barrio 21 24, donde ya está en funciones la Policía de la Ciudad. Controlan los límites del barrio, pero no los pasillos. Estamos convencidos de que a estos problemas de seguridad se responde con un trabajo mancomunado, donde interviene lo social, la policía no es la respuesta a todo. Pero ese trabajo de control y patrullaje que se comprometió a hacer, la Ciudad no lo está haciendo dentro del barrio".