Otra vez, los vendedores ambulantes en la mira de la Policía de la Ciudad. Otra vez, acusados de “resistencia a la autoridad”, una figura cuya aplicación crece ininterrumpidamente en la ciudad capital, de acuerdo con la Defensoría General porteña y diversos organismos de Derechos Humanos.
En esta oportunidad, seis vendedores ambulantes fueron detenidos durante la madrugada de hoy en un operativo en Plaza Constitución, donde estaba instalada una carpa de protesta desde hacía más de seis meses en reclamo de un espacio en la vía pública para trabajar.
Los comerciantes callejeros ya habían sido desalojados, luego de que se instalaran allí tras el cierre del Paseo de compras La Estación, que dejó a cientos de personas en la calle.
Según pudo reconstruir Página/12, más de 50 efectivos de la policía se desplegaron a las cuatro de la mañana rodeando la carpa de los manteros, donde había siete personas, una de ellas menor de edad.
Allí fueron detenidos todos, incluso el secretario general de Vendedores Libres, Omar Guaraz, uno de los referentes más visibles de los manteros porteños, mientras que el menor fue liberado. Vendedores Libres denunció que hubo “golpes a niños y mujeres”, que los policías no llevaban identificación y no mostraron ninguna orden judicial que avalara la represión.
El abogado de los detenidos, Martín Busso, aseguró que “no hubo resistencia a la autoridad” y consideró el arresto de los vendedores como una “detención arbitraria e irregular”. Desde las 14, los manteros declararon en una sede del Ministerio Público Fiscal y, por el momento, se desconoce si seguirán o no detenidos, confió una fuente que participa de las audiencias.
“Hay selectividad y repetición en el accionar de la policía”, indicó a Página/12 el responsable del Programa de Violencia Institucional de la Defensoría General de la Ciudad, Christian Gruenberg. “En este caso, son vendedores organizados alrededor de Vendedores Libres; son justamente los que hablan en contra de la corrupción, los que no quieren pagar coimas. Entonces acá se cae el argumento de que el Gobierno está persiguiendo a las mafias”, añadió. Gruenberg hizo hincapié en que existe una “práctica institucional recurrente” en aplicar el delito de resistencia de la autoridad, para “pasar de una simple multa a la privación de la libertad”.
Dos semanas atrás, la Policía de la Ciudad detuvo violentamente a otro vendedor ambulante de origen senegalés, también en el barrio de Constitución, en un operativo similar al que se repite cada vez más en la Capital.