herrada a baldosas vainilla, esa canilla gotea la infancia de dos hermanos

teatrino a la intemperie, folletín inactual,

escenografía para cuando declina el amanecer, limonero que fruta al día

 

loar pasado, mediante cantos de alta edad sostenidos en graves tonos de tuba, es una tontería a la que se aferra la raza

 

en lo que a mí respecta podrán decir de todo menos que he sido estéril al momento de frutar; fruté vapor de niebla, y tal vez lo más difícil, ansiedad en las letanías...

 

la niebla, en sus nervaduras, condensa la avidez por ver de los muertos dice la forma al emprender, una vez más, el rito de corromperlo todo

 

hasta que los contornos sean la forma sucederá

propósito y desatino, alabanza e injuria, muerte y patria; de un sentido a otro cabe la literalidad

 

el pie de la letra arrasa lo que pisa

 

el helecho de la soledad florece su poesía sin forma

existencia que no lo parece

 

lisiado de mí esquito cuerpo de sombra

existo en esquisto verde, soy mis ojos

forma banal, tan usual

 

me santiguo ante Satán por haber abusado de la rima, y a Cristo le perdono su poco decoro al haber escrito casi nada

 

si Venus fuese otra cosa, acaso menos brillante, o el horóscopo no se basase en franquicias que expiraron quince siglos ha...

 

... Vieron, desde el resplandor hiperrealista del hielo, como llamaradas desesperadas rogaban ser extinguidas por una fuerza capaz de superar frío y calor; la frase, harto elocuente, cierra la gesta de los provectos contra sus próximos antepasados

 

pd

baldosa vainilla como helado "Olga‑Mar" a la vuelta de mi casa ‑verso para la comprensión de totorenses cincuagenarios‑

 

extra‑ball, o la realidad que se nos impone, a quien viaje a Buenos Aires y no visite la muestra de Yves Klein el azul le será expropiado, también el fuego, el agua, el humo, el aire, el concepto, el rosa y el verde...

 

¡oh, Yves! ¡oye! ¿qué tan tóxico crees que pueda ser tu azul?

 

edición limitida, Klein el diario de un domingo

 

astillas de oro

la niebla, en sus nervaduras, fruta luna