La Cámara de Diputados de la Nación dio media sanción anoche a la nueva ley que regula el biocombustible en la Argentina y que viene a reemplazar la anterior normativa, que ya se venció y que actualmente está vigente por la prórroga dispuesta por el Ejecutivo mediante un decreto.

Dicha normativa afecta directamente a Salta, ya que existen dos ingenios, de los cuales uno, San Martín del Tabacal, se encuentra produciendo bioetanol a partir del uso de la caña de azúcar. En tanto el San Isidro por el momento no incursiona en ese mercado, aunque en el pasado supo producirlo.

De los legisladores salteños, cuatro votaron a favor y tres, en contra; los positivos fueron los tres del Frente de Todos (Verónica Caliva, Lucas Godoy y Alcira Figueroa) y el de Andrés Zottos. Mientras que en contra lo hicieron los tres representantes de Cambiemos (Virginia Cornejo, Martín Grande y Miguel Nanni).

En líneas generales la nueva normativa es similar a la anterior, aunque fija los porcentajes de corte de mezcla del biocombustible con el de origen fósil. En el caso del bioetanol se sostiene el 12 por ciento, de los cuales la mitad es para el fabricado a partir de la caña de azúcar y el resto para el originado con el maíz.

El cambio radica en el porcentaje del biodiesel que se mezcla con el gasoil, que bajará de 10 a 5%, aunque deja la posibilidad de que la Secretaría de Energía, en su carácter de órgano de aplicación, aumente ese valor o lo reduzca a un 3 %, si considera que se da una situación distorsiva de precios o desabastecimiento.

Justamente, la potestad que se le otorga a un organismo estatal para poder hacer ese tipo de modificaciones, fue una de las principales objeciones de Cambiemos. Pero el eje del debate se centró en el modelo actual de desarrollo del biocombustible que tiene una casi total regulación por parte del Estado, porque a partir de la ley sancionada en 2006, se pudo crear ese mercado al garantizarle a las empresas un cupo asegurado de venta de la producción y de forma equitativa entre todas las empresas autorizadas.

Eso salvó de la ruina a la industria azucarera porque le significó mutar su producción ante un mercado del azúcar que se contrae cada vez más. Quizás por eso Caliva y Figueroa centralizaron su alocución en los conflictos gremiales recientes en ambos ingenios.

La primera hizo foco en los que sucede en San Isidro, donde los empleados despedidos por la anterior firma y que manejaba ese ingenio, se despidió que varios centenares de empleados de los cuales reincorporo, solo la mitad, mientras que el resto espera cobrar la indemnización que le corresponde. Por su parte, Figueroa destacó el rol que juega el Ingenio Tabacal en la región.

En tanto, Godoy calificó la ley como positiva y resaltó que desde 2006 se dio un impulso al sector bioenergético por diversas razones: promoción de sectores agrícolas, agregado de valor a la producción primaria, generación de puestos de trabajo, fortalecimiento de exportaciones y sustitución de importaciones, avanzar en la diversificación energética, y cumplir objetivos ambientales como la disminución de gases de efecto invernadero.

También graficó que desde ese punto de inicio que fue la ley sancionada a instancias de Kirchner, “se han concretado inversiones estimadas en miles de millones de dólares, traducidas en más de 50 plantas industriales, localizadas en 10 provincias”, que representan miles de trabajadores.

“Esta ley apunta a fortalecer las economías regionales, especialmente en el Noa donde se necesita incentivos, inversión y políticas públicas para sortear las grandes desigualdades”, expresó Godoy en el recinto.

Zottos también sentó su voto positivo, aunque lamentó que no salga por consenso, y advirtió de una posibilidad de que se la judicialice. Sin embargo, celebró que la corte De la Haya falló en contra de la empresa Shell y la obligó a subir la mezcla de combustible usando una proporción mayor de biocombustible que llega al 20 por ciento.

Mientras que entre los que se opusieron el único salteño que argumentó al respecto fue Nanni, ya que Virginia Cornejo optó por usar su tiempo para hablar sobre los temas que la oposición de Cambiemos instala mediáticamente como la vacuna Pfizer, la suspensión parcial de las exportaciones de carne y la prohibición a que ingresen los argentinos que se fueron al exterior.

El cafayateño consideró que "el biocombustible es el futuro y un recurso estratégico,” pero agregó que “esta ley tiene la lógica del peor es nada, porque no innova, prohíbe invertir, no es superadora en tanto no incentiva nuevas inversiones”.

La media sanción fue dada con 135 votos afirmativos, 110 en contra, y dos abstenciones. Ahora pasa al Senado para que lo revise y lo convierta en Ley.