Sola después de que Mauricio Macri dijo que no pensaba meterse a pelear puestos, Patricia Bullrich está recibiendo cada vez más presión para bajarse de la interna en la que enfrentaría a María Eugenia Vidal. Un sinfín de versiones corrieron sobre un supuesto acuerdo con Horacio Rodríguez Larreta para aceptar el tercer lugar en la lista de Diputados, pero desde el entorno del jefe de Gobierno advirtieron que las negociaciones siguen abiertas y la presidenta del PRO tuvo que salir a aclarar que no se había bajado. Así las cosas, continúa la tensión para definir una lista de unidad en la Ciudad de Buenos Aires, mientras Larreta también negocia con Jorge Macri para lograr una lista única del PRO en la provincia de Buenos Aires para competir con el radical Facundo Manes.
A la presidenta del PRO le ocurrió algo muy parecido a que le soltaran la mano. El expresidente Mauricio Macri tuvo dos conversaciones por separado, una con Larreta y otra con Vidal, y luego se fue del país. Está en España, mostrándose con la derecha ibérica. Desde allá, no obstante, mandó un mensaje que -a todas luces- debilitó la posibilidad de negociar de Bullrich: "Quiero ser bien claro: soy una persona de consulta desde mi
experiencia, pero no peleo lugares ni me meto en discusiones internas". Esto fue interpretado como que Bullrich se quedó sin el apoyo del expresidente si decide no acordar e ir a una interna con Vidal. Esto implicaría que Macri se declarará "prescindente" en caso de una disputa. El exmandatario, consideran en el PRO, teme perder la interna y ser desplazado para siempre de cierto lugar de liderazgo y consulta que todavía pretende ocupar.
En medio de la disputa, siguen las negociaciones para que Bullrich acepte ocupar el tercer lugar en la lista de Diputados detrás de Vidal (el segundo lugar sería para un radical). La cabeza de la lista de Legisladores sería para un hombre de confianza de Larreta: su secretario general Fernando Straface. Pero hasta ahora la presidenta del PRO viene diciendo que no. Hay una intensa actividad de los trolls del PRO para plantear que no se debe bajar y que deben darle un lugar en las listas al profesor de voley Fernando Iglesias, que -en caso contrario- concluiría su mandato.
En ese contexto, algunos medios publicaron versiones -desmentidas por las partes a PáginaI12- de un acuerdo entre Larreta y Bullrich, donde la presidenta del PRO aceptaba bajarse. A cambio, le daban un lugar a Iglesias y a ella la "lapicera" para cerrar acuerdos en otras provincias. Todo esto, por el momento, sigue en suspenso. "Estamos en proceso de negociaciones todavía", dijeron desde el entorno de Larreta. Cerca de Bullrich hablaban de una "operación" y negaban todo. Incluso, hubo quien vio la difusión de información falsa como una operación para que toda la negociación naufrague.
Finalmente, Bullrich tuvo que salir a aclarar: "No renuncio a acompañar a cada argentino para que cumpla sus sueños". Hay que notar que es una frase ambigua, que se puede dar vuelta en unos días.
Lo cierto es que, días más o días menos, la negociación gira en torno a que Bullrich se baje. Con mayores o menores condiciones, pero ese es el resultado que se está buscando desde el larretismo. Y, con la decisión de Macri de restarle su apoyo, es difícil imaginar otro final para el conflicto en la Ciudad de Buenos Aires, donde Vidal se encamina a ser la caniddata.
Mientras tanto, Larreta debe ocuparse de la provincia de Buenos Aires, donde busca que el candidato sea su vicejefe Diego Santilli. Al menos, el candidato del PRO, porque ya es seguro que tendrá que competir con el de la UCR, Facundo Manes.
En esa línea, Larreta se reunió el jueves al mediodía con el intendente de Vicente López, Jorge Macri, el principal detractor de que Santilli se cambie de distrito (y le quite su lugar como candidato a gobernador en 2023). Antes de ese encuentro, el jefe de Gobierno utilizó con Jorge Macri una estrategia similar que la que viene haciendo con Bullrich: le fue restando apoyos -hubo intendentes que estaban inicialmente en el Grupo Dorrego con Macri y terminaron respaldando a Santilli- y dejándolo lo más solo posible.
En la charla con Jorge Macri, negociaron una suerte de cese de las hostilidades: dejar de tirarse con fotos de respaldo a uno u el otro, dejar de hacer declaraciones en los medios que alimentan la interna. Pero más allá de la charla, que fue en buenos términos, Jorge Macri no cambió su posición: sigue resuelto a enfrentar en una interna a Santilli. Las conversaciones de Larreta en el ámbito bonaerense continuarán la semana próxima, con más y más reuniones en busca de que haya una única lista del PRO para enfrentar en internas al radicalismo.