El próximo 8 de julio Milagro Sala cumplirá 2000 días como presa política, y la fecha redonda ya habilita una cantidad de acciones a lo largo del país, que culminarán con un acampe en la Plaza de Mayo anunciado por agrupaciones sociales y políticas. El viernes por la tarde tuvo lugar una nueva edición del encuentro Jallalla Mujeres, un grito que se alzó esta vez de manera virtual para pedir por la libertad de Milagro Sala, cuestionar al gobernador Gerardo Morales en particular, y a todos los poderes del Estado en general, incluido el planteo de una reforma judicial "cada vez más urgente". Participaron funcionarias, senadoras y diputadas nacionales y provinciales, integrantes de organismos de derechos humanos, referentes políticas, sociales y gremiales, intelectuales, periodistas, actrices y cantantes. Y también, desde sus prisiones domiciliarias, Milagro Sala y Graciela López, dos de los 11 presos y presas políticas que hay hasta este momento en la provincia de Jujuy, la mayoría mujeres.
Como en años anteriores, la diputada Mara Brawer y la ministra de las Mujeres de la provincia de Buenos Aires, Estela Díaz, coordinaron la actividad. La emoción por el encuentro y el dolor por lo que se reclamaba, también la confianza en que la situación actual no se puede extender mucho más en el tiempo, fueron la marca de las intervenciones.
Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora; la socióloga y asesora presidencial Dora Barrancos; la ministra de las Mujeres y exabogada de Milagro, Elizabeth Gómez Alcorta; Teresa García, ministra de Gobierno de Buenos Aires; la vicegobernadora de Santa Fe, Alejandra Rodenas; la senadora por Chaco María Inés Pilatti; las diputadas nacionales Cristina Alvarez Rodríguez, Lucía Corpacci y y Mónica Macha; la diputada provincial Florencia Saintout; María Elena Naddeo, presidenta de la APDH; la periodista Julia Mengolini; las dirigentas gremiales Vanesa Silley y Sonia Alesso, Diana Conti, comisionada en el Comité de Nacional para la Prenvención de la Tortura, la directora del Conicet, Ana Franchi; las actrices Luisa Kuliok y María Oneto; la cantante Marian Farías Gómez, la historiadora Araceli Bellota, fueron algunas de las mujeres que representaron un amplio abanico de sectores y procedencias.
"Tengo un nudo en la garganta por verla a Graciela. Ella está presa por ser mi amiga, porque en los primeros días que me detienen, hay una marcha y al otro día la llevan presa. Yo siento que llevo esa mochila: somos 11 presos politicos, y alrededor nuestro hay imputadas cerca de 200 personas porque no quisieron mentir", situó Milagro Sala. "Nos preparamos para todo, menos para terminar presos", lamentó.
Hizo también una advertencia, en línea con el pedido de reforma judicial hacia una democracia real que atravesó las intervenciones: "El laboratorio represivo está intacto en la provincia. Ojo porque cuando lo necesiten, lo pueden reactivar. ¿Hasta cuándo tenemos que esperar, hasta cuándo nos van a basurear? Y no basurean a MIlagro Sala, basurean a la democracia".
"Señor gobernador Gerardo Morales, deje de gobernar como si tuviera un feudo, así lo siente a Jujuy. Usted también sabe que Milagro es inocente", pidió Taty Almeida. Rodenas habló desde su historia en el poder judicial: "no le tengo miedo a los expedientes pero sí a la maquinaria del poder disciplinador". Julia Perié, en representación de las mujeres del Parlasur, recordó que en ese parlamento "siempre hubo una banca con el nombre de Milagro Sala". La senadora Pilatti analizó que "el lawfare se inauguró con Milagro", y pidió que este sea "un grito que llegue a los oídos del presidente Alberto Fernández". Teresa García citó un documento que marca: "No son tiempos para acordar con el carcelero".
Entre las muchas actividades, Cartas a Milagro invita a escribirle cartas públicas que se compilarán y se entregarán a la líder de la Tupac, enviarlas al mail [email protected], y publicarlas en redes sociales.