La Policía de Catamarca realizó el jueves último una serie de allanamientos en la ciudad de Andalgalá en el marco de una investigación por distribución de pornografía infantil. Los operativos se hicieron en ocho domicilios de hombres que fueron sindicados en las denuncias, y se secuestraron siete teléfonos celulares.
La medida fue ordenada por el juez de Garantías Rodolfo Cecenarro, por pedido de la fiscala de Andalgalá, Martha Nieva. Si bien la primera denunciante logró identificar a 20 hombres como integrantes de una red más grande que compartían fotos íntimas de niñas, adolescentes y mujeres, sin su consentimiento, todavía no hay imputados en esta causa.
El abogado Juan Figueroa, asesor de la Dirección de Mujer, Niñez y Familia de la municipalidad de Andalgalá y responsable de la primera denuncia ante la Fiscalía de la Circunscripción departamental por distribución de pornografía infantil a través de redes sociales, confirmó la concreción de los allanamientos y el secuestro de los celulares de algunos de los hombres sindicados.
“La investigación estuvo parada por el tema de la pandemia. Pero ayer (por el jueves) se llevaron adelante una serie de allanamientos en las casas de los denunciados y se secuestraron celulares. Entre ellos están los de un catequista y el de un policía. La fiscalía de Andalgalá está trabajando en conjunto con el fiscal de la Unidad de Delitos Informáticos, Alejandro Gober, y la unidad de ciberdelitos de la ciudad capital y son ellos quienes peritaran los aparatos para relacionarlos con la causa”, explicó Figueroa.
La denuncia que dio origen a esta investigación se hizo el 12 de mayo. En aquel momento se conoció que la realizó una joven luego de que un amigo suyo le contara que fotos íntimas suyas estaba siendo distribuidas en un grupo de la red social Instagram. Ella inició una investigación por su cuenta para saber quiénes eran los responsables. Así, pudo conocer que habían publicado un estado en el que se ponía a votación la publicación de un supuesto video de ella.
“Ese video yo sabía que no existía”, contó la joven el día de la denuncia a Catamarca/12. Sin embargo, con esta intervención pudo ir conociendo los perfiles y el modo de vincularse que tenían los involucrados en esta maniobra.
El requisito para ingresar era “intercambiar” un “nude” (fotos de desnudos o íntimas) o video de una chica de Andalgalá o de otras zonas de Catamarca y dar sus datos. Así, se pasaban las claves e iban publicando. De la investigación que ella pudo hacer se identificaron 20 perfiles y alrededor de 50 niñas, adolescentes y mujeres que fueron violentadas en su intimidad.
La directora de la Mujer y Niñez del departamento, Gisel Brizuela, tomó intervención y ayudó a denunciar los casos de las menores de edad involucradas. En tanto, la joven que investigó el caso y otras tres mujeres más que ya habían cumplido la mayoría de edad, hicieron la denuncia correspondiente en la ciudad capital.
Figueroa explicó que como asesor de la comuna decidieron hacer la denuncia de oficio como representantes del Estado y que tras radicarla comenzaron a llegar los padres de las niñas para exponer sus casos. Así, sumaron 15 denuncias en la causa.
“Los sindicados fueron reconocidos porque alguna de las cuentas tenían nombres o apodos. Hubo algunos que tenían nombres de fantasía y no pudieron ser identificados, pero seguramente eso se podrá lograr a medida que avancen las pericias, que esperamos que estén completas en dos o tres semanas”, refirió el abogado.
El delito tipificado tiene una pena que va desde los 6 meses a 4 años de prisión. En tanto, existe un vacío legal en cuanto a personas mayores de edad víctimas de estas situaciones.
Es por esta razón, que Santiago Ahumada, abogado de las cuatro mujeres que expusieron el caso en la ciudad capital explicó: “Esta denuncia es un desafío, desde la praxis judicial. Hablo de un color gris en la legislación. Para las chicas fue algo muy fuerte, pero por suerte están contenidas psicológicamente. Por otro lado, esperamos que esto marque un precedente para comenzar a entender que no puede hacerse, que es delito y que hay que deconstruir ese concepto de hombre machista que tiene la sociedad catamarqueña. Hablamos de una modalidad, de un pacto masculino nefasto, que consiste en compartir una imagen íntima de una mujer que no lo consintió”, dijo.