El lunes último el Ministerio Público Fiscal de Salta informó que la Fiscalía Penal de Cafayate está investigando a doce hombres imputados por abigeato calificado. Como hecho vinculado, contó que dos de esos hombres están imputados por lesiones y amenaza con arma, porque habrían atacado a una mujer que estaba grabando el presunto robo.
El miércoles último dos de los identificados en esa información del MPF, Ambrosio Santos y Ángel Antonio Colque, bajaron a la ciudad de Salta para contar su versión de los hechos. La acusación sostiene que estaban marcando y señalando vacunos de su vecino, Víctor Fernando Condorí. "Pero son míos los animales", aseguró Santos.
La acción de la fiscalía se originó en una denuncia de Condorí, un criador residente en la Finca La Mesada, que mantiene un viejo conflicto territorial con su vecino Ambrosio Santos, un criador de 77 años que vive solo en el paraje El Bordo del Cerro del Divisadero, a poco más de 7 kilómetros de la ciudad de Cafayate. Hay denuncias cruzadas, por robo de animales, usurpación y amenazas. La diferencia es, dice Santos, que las denuncias de Condorí prosperan y de las suyas, ni una sola tuvo trámite.
En sus últimas denuncias Santos viene dejando constancia de esta inacción y afirma que cree que se debe al hecho de que Condorí es la pareja de una funcionaria de la fiscalía de Cafayate. Se trata de la fiscala multifuero Sandra Rojas, se excusó de intervenir en este conflicto.
Ángel Colque también también tiene su puesto, Los Colque, en esa zona, pero del otro lado del río El Alisal, en el paraje El Taquillar, justo enfrente del puesto de Santos. Los puestos están ubicados en los cerros, por lo que los animales están a campo abierto, por eso mismo, no todos tienen marcas y señales, porque son ariscos. La práctica común es que cada tanto se hacen rodeos y se los marca. También es común que los criadores residan en los pueblos o ciudades cercanos y suban los fines de semana a cuidar sus animales, aunque en el caso de Ambrosio reside permanentemente en su puesto.
Según contaron, el 5 de junio Colque estaba arreglando su corral de piedras con un grupo de hombres que había contratado para ese trabajo. Ambrosio Santos, que vive solo, estaba ese día con dos sobrinos, Javier y José Santos, y pidió ayuda a Colque para repuntar sus animales que estaban en la estancia "del denunciante". Dos hombres fueron a colaborar. En esas circunstancias surgió el entredicho que terminó con la denuncia de Condorí contra la totalidad de los hombres que estaban en el lugar, los que arreaban y los que trabajaban en el corral de Los Colque.
Los doce hombres fueron detenidos, condición en la que permanecieron "hasta el martes pasado (22 de junio), en que fueron imputados", informó el MPF.
Colque destacó sobre esta detención que cuando bajaron de sus puestos, a los que se accede caminando o a caballo, se encontraron con dos camionetas de la Policía y cuando llegaron a la ciudad, incluso se había convocado al canal de televisión local, lo que para el abogado Héctor Leccese, que asumió la defensa en ese momento, el denunciante hizo con "la clara intención de exponer de manera cruel e ilegal a quienes él, a su antojo, consideraba 'culpables'".
Esta exposición tiene la agravante de que en Cafayate casi todos sus habitantes se conocen; además, varios de los detenidos tienen trabajos estables, con lo cual también tuvieron una afectación en este sentido.
Santos exhibió copias de sucesivas denuncias penales que viene realizando contra su vecino, desde 2010, por lo menos. Lo acusa por la sustracción de animales vacunos y yeguarizos; por usurpación y por amenazas. En junio de 2019 denunció que la familia Condorí construyó un pozo en su terreno, que pusieron plantas en ese lugar y relató una serie de sustracciones de animales. En septiembre de 2019, denunció a Víctor Condorí en la Fiscalía de Cafayate por la construcción de una pared de piedra en parte de su terreno; en octubre de ese mismo año denunció que amenazó con matarlo exhibiendo un arma de fuego cuando intentó sacar un portón que impedía el paso por un camino de uso vecinal.
Santos cría animales vacunos. Antes criaba también cabras y ovejas, pero "Los vecinos me han terminado (estos animales) con los perros", afirmó.
Medida de no innovar
"Uno de los elementos más graves es que tienen prohibido acercarse siquiera al camino principal" que pasa por El Divisadero, contó el abogado Andrés Ruarte, también a cargo de la defensa de los acusados.
Ese camino conduce hasta el desemboque de los ríos Negro y Chorro Blanco con El Alisal, desde donde solo se puede subir a pie o a caballo.
La medida de no innovar contra Santos fue dictada por la jueza María Virginia Toranzos en el marco de un proceso de reivindicación iniciado en 2016 por la familia Condorí. Santos contó que vive en ese lugar desde 1958, su puesto está ubicado en un campo conocido como Finca Michel, que figura a nombre de Gabriela Torino Michel. Santos inició un proceso de usucapión por posesión veinteañal, pero Condorí también reclama esta porción de tierra.
En el pedido de libertad de los imputados el abogado Leccese señaló que "los conflictos existentes en la zona de vieja data en los cuales son partícipes las familias Condorí, Santos, Pacheco y Aguaysol" y afirmó que el expediente del trámite de reivindicación iniciado por los Condorí "evidencia la voracidad de esta familia para quedarse con muchas más tieras de las que le corresponde siendo una familia de alta litigiosidad y teniendo precisamente Víctor Fernando Mamaní otras denuncias pendientes, ya que su estilo es amenazar a quien se le ponga enfrente". Tanto este abogado como Ruarte advirtieron que Víctor Condorí se "siente empoderado".
Medida de no peregrinar
La medida de no innovar está provocando otros inconvenientes. El 28 de junio los vecinos Felipe Díaz y Rubén Corregidor pidieron por nota al jefe de la Comisaría 60 de Cafayate, el comisario mayor Santos Corimayo, que autorice a tres de los imputados a subir al paraje Falda Grande, a 8 horas de caminata desde la ciudad.
En ese lugar se encuentra una capilla. Díaz y Corregidor integran un grupo de peregrinos denominado Virgen del Valle y están empeñados en hacer obras de mantenimiento de esa capilla. Los tres hombres para los que se pide el permiso son baqueanos y se los requiere para que suban llevando materiales de construcción y "alimentos de primera necesidad para el sr. Virgilio Casimiro", que vive arriba.
También el abogado Andrés Ruarte pidió a la jueza la "reconsideración de la prohibición de circular hacia el puesto de los Colque y hacia la capilla Falda Grande" para esas personas. Para fundamentar su pedido acompañó fotografías satelitales que muestran las distancias, de más de un kilómetro, entre los puestos de Condorí y Colque y la senda por donde pasarían los peregrinos.