El gobierno de Perú rechazó la solicitud de la candidata derechista Keiko Fujimori para una auditoría internacional al ballotage que disputó el pasado seis de junio con el profesor rural Pedro Castillo. Además, este sábado el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) informó que estima que antes del 15 de julio podrá proclamar oficialmente al ganador de las elecciones y que asumirá la presidencia el próximo 28 de julio, fecha que coincide con el bicentenario peruano.
El ministro de Justicia, Eduardo Vega, rechazó el pedido realizado el pasado 28 de junio por la candidata derechista de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, al presidente peruano Francisco Sagasti, para que solicite una auditoría internacional de los comicios. "En virtud del principio de neutralidad que debe respetar toda institución del Estado y encontrándose el proceso de elecciones generales en curso, no resulta posible jurídicamente atender el pedido formulado", señaló Vega en la respuesta a Fujimori. A su vez agregó que el poder ejecutivo y el presidente Sagasti “no pueden intervenir en un proceso electoral atendiendo un pedido de una de las fuerzas políticas participantes en la contienda electoral”.
"Las posibles irregularidades a las que hace referencia su carta deben ser atendidas por el Jurado Nacional de Elecciones, que viene evaluando y resolviendo las impugnaciones y pedidos de nulidad formulados por las agrupaciones políticas", añadió en el oficio en referencia a las apelaciones de nulidad presentadas por el partido Fuerza Popular que impiden que se proclame oficialmente al ganador de los comicios celebrados hace casi un mes.
La candidata compartió la respuesta del gobierno peruano en sus redes sociales y afirmó que Sagasti "ha abdicado de su gran responsabilidad de garantizar elecciones limpias en igualdad de condiciones". "Pudo pasar a la historia como un hombre justo que se la jugó por la democracia en beneficio de todos los peruanos, pero su respuesta nos demuestra que prefiere quedar registrado como un presidente por accidente", remarcó en alusión a la jefatura de Estado interina que ocupa desde noviembre pasado, cuando reemplazó a Manuel Merino que, a su vez, había sustituido a Martín Vizcarra en medio de una grave crisis política y social que afrontó Perú.
Desde el JNE informaron que antes del 15 de julio podrán anunciar al vencedor del ballotage. Según el vocero del jurado electoral, Luis Alberto Sánchez, se revisaron 27 de las 270 solicitudes elevandas al JNE. “Es una cantidad inusual, sin precedentes en los últimos procesos electorales", afirmó en la radio RPP Noticias. El 6 de junio se realizó la segunda vuelta presidencial entre Castillo y Fujimori. Doce días después, la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) terminó de contabilizar las actas. Según el cómputo oficial, Castillo venció a Fujimori por 44.058 votos. Sin embargo, Fujimori lanzó una batería de recursos de impugnación y pedidos de nulidad de actas con unos 200.000 votos en zonas donde su rival obtuvo una mayoría aplastante.
A pesar de que ningún organismo de observación electoral encontró indicios de fraude y que países e instituciones como la Unión Europea, Reino Unido, Canadá y EE.UU. expresaron su confianza en el sistema electoral peruano y coinciden en que el ballotage celebrado fue libre y limpio, Fujimori invocó un escenario similar al de Bolivia en 2019 y que terminó con el golpe de Estado a Evo Morales. "La solicitud que se hace al presidente es para que haga un llamado a expertos internacionales, como se realizó en Bolivia", afirmó la candidata de Fuerza Popular el pasado lunes.
Ni la OEA
Como parte de la batería de pedidos para impugnar las elecciones, esta semana Fujimori, hija del encarcelado exdictador, Alberto Fujimori, también tocó a las puertas de la Organización de Estados Americanos (OEA). La candidata envió una delegación a Washington para reunirse con el secretario general de la OEA, Luis Almagro, para pedirle una auditoría internacional y obtener una salida al estilo del golpe de Estado en Bolivia en 2019. Almagro no recibió a la comitiva conformada por los congresistas electos Hernando Guerra y Jorge Montoya, la excandidata presidencial Nidia Vílchez y el exministro Daniel Córdova.
Los emisarios de Fujimori solamente consiguieron una cita con un funcionario de nivel menor. Apenas lograron dejar una carta y la conferencia de prensa fue interrumpida cuando una socióloga peruana los acusó de “golpistas”. La OEA no formuló objeciones al proceso electoral peruano y, además, según analistas peruanos, entendió que este pedido de reunión no contempló los “carriles formales”, ya que no se trata de una delegación oficial del gobierno peruano. Además, los observadores electorales del organismo dijeron que los comicios peruanos fueron limpios, ya que no se observaron irregularidades graves.