Las muertes por inhalación de monóxido de cárbono --debido a perdidas o mala combustión de artefactos que funcionan a gas, carbón, kerosene y leña--- se reiteran en la época invernal. Por eso, debe insistirse con los cuidados y manenter los ambientes ventilados,
Eduardo Scarlato, jefe de la División Toxicología del Hospital de Clínicas, llamó a "tomar las precauciones necesarias para salvar vidas" y advirtió que cuando se inhala monóxido de carbono "en grandes cantidades, por acumulación en el ambiente, puede llevar a la pérdida de conocimiento, asfixia e incluso provocar un paro cardiorrespiratorio".
Los síntomas a tener en cuenta
Scarlato precisó que se trata de "un gas imperceptible, que no puede olerse, no irrita los ojos ni produce tos", pero señaló algunos de los síntomas corporales que produce: dolor de cabeza, náuseas, vómitos, confusión, visión borrosa, problemas de coordinación en la marcha, palpitaciones y respiración agitada.
Es fundamental mantener la ventilación de los ambientes, como así también cumplir con todas las reglamentaciones y normativas de seguridad vigentes.
Scarlato advirtió que "la persona intoxicada puede presentar una fuerte coloración rosada que suele confundirse con buen estado de salud o calor cuando, en realidad, es producto de la acción del gas en la sangre".
Entre las recomendaciones para evitar accidentes con el venenoso gas se encuentran no utilizar el horno para secar ropa o calentar el ambiente, y no ubicar el calefón en el baño y vigilar la coloración de las llamas encendidas. Por último, el médico señaló que "el fuego debe ser siempre de color azul. Una llama amarilla o naranja es símbolo de mala combustión".