La jueza interina de Garantías de 5ª Nominación María Edith Rodríguez dispuso la inscripción tardía de la defunción de "Constanza Gala Cancinos" cuya identidad autopercibida habría sido Santiago o Nicolás Cancinos. La causa judicial fue cerrada, y lxs fiscales concluyeron que el adolescente se quitó la vida, en tanto que el médico forense indicó que falleció el 16 de mayo de 2017
Los fiscales que intervinieron en la investigación de la desaparición fueron Santiago López Soto y Ramiro Ramos Ossorio. Al conocerse el hallazgo de los restos óseos empezó a intervenir también la fiscala de la unidad de femicidios Mónica Poma.
El Ministerio Público Fiscal informó a Salta/12 que la investigación fue cerrada "al no haber signos de violencia". Indicaron que la hipótesis más fuerte y aceptada por los padres fue que el adolescente se quitó la vida. Dijeron que la familia estuvo de acuerdo con la inscripción de la defunción. También detallaron que no se hizo una autopsia porque no hay restos anátomo patológicos. Con las pericias en los restos óseos determinaron que no había rastros de violencia.
La inscripción se basó en el certificado de defunción expedida por el forense Daniel Chirife quien sostuvo que la muerte se produjo el 16 de mayo de 2017, fecha de la desaparición del adolescente. El Poder Judicial dispuso la entrega de los restos para la su inhumación.
Los restos del adolescente fueron hallados por un vecino el 3 de junio pasado a la vera de la ruta 9, a la altura del kilómetro 12,5, cerca del río Wierna, en la localidad de Vaqueros. Habiéndose comprobado la identidad mediante una pericia odontológica, los fiscales López Soto y Ramos Ossorio solicitaron en consecuencia que se ordene al Registro Civil salteño y que proceda a insicribir su defunsión.
Desde la desaparición de Cancinos, surgieron versiones de que se autopercibía como varón. Su papá, Javier Cancinos, lo buscaba como Gala, Nicolás o Santiago, este último nombre surgió por el influencer Fede Anto Puñales, que aseguraba que el adolescente se había comunicado con él antes de la desaparición y le había expresado que le busquen con ese nombre.
Al momento de su desaparición Cancinos tenía 14 años. Había salido para la clase de educación física en el Colegio Belgrano. El último registro de su paradero se dio cuando una conocida de la familia manifestó haberlo cruzado en el parque del Bicentenario, en la zona norte de la ciudad.
Efectivamente, tras chequear en las cámaras, se pudo corroborar que ingresó al parque y a los pocos minutos se retiró, aunque ya sin el uniforme de gimnasia, sino que estaba con otra ropa. A partir de ahí se perdió por completo el rastro del adolescente.
Desde entonces se multiplicaron las acciones de búsqueda, difundiendo su imagen por los medios, e inclusive se ofreció una millonaria recompensa para quien pudiese aportar datos. También se organizaron varios rastrillajes, algunos cercanos a la zona en la que finalmente encontraron los restos.
Los últimos datan de hace exactamente dos años, cuando el Ministerio Público Fiscal dispuso buscar en la zona de las tierras del Ejército contiguas al parque del Bicentenario y en Lesser.