El juez de garantías de Lomas de Zamora Sebastián Molenos dictó prisión preventiva a Carlos Alberto Murguia, detenido tras ser acusado de ejercer ilegalmente la medicina durante varios años, a lo largo de los cuales firmó más de 500 recetas.
Murguia seguirá detenido por ejercicio ilegal de la medicina y usurpación de título, luego de que quedara acreditado que usaba la matrícula de una médica, que fue la denunciante del caso.
La prisión preventiva había sido solicitada por el fiscal del caso, Javier Martínez, quien investigó el caso y detuvo al falso médico en Moreno.
Murguia se presentaba como doctor en nefrología y pediatría, y atendía en el Centro médico Luzuriaga de Llavallol, en el que había llegado a ser director médico. La investigación estableció que inició sus actividades el 30 de mayo de 2016 y las extendió hasta el 21 de septiembre de 2019. Durante ese lapso, una paciente que concurrió al consultorio tuvo sospechas sobre la formación del presunto médico, por lo que rastreó el número de matrícula en los registros oficiales y halló que correspondía, en realidad, a una médica.
Esa médica se presentó en el consultorio de Murguia y comprobó que utilizaba su matrícula, tras lo cual lo denunció y el fiscal Martínez comenzó la investigación.
Los investigadores relevaron que Murguia exhibía un diploma de médico expedido por la Universidad del Salvador, pero esa entidad informó que no emitió ningún título a su nombre. En el allanamiento llevado adelante en su casa, fueron secuestradas pruebas de que, durante al menos cuatro años, el denunciado había emitido recetas a más de 500 personas.
Tras los operativos ordenados por la Justicia, el Centro médico Luzuriaga lo dio de baja de su planta profesional. El falso médico quedó en libertad durante meses, hasta que, a principios de junio el fiscal pidió su detención.
Cómo lo descubrieron
La causa contra Murguia empezó en 2019, cuando una mujer concurrió a su consultorio de la calle Luzuriaga porque necesitaba un certificado médico para presentar ante la Embajada de España. El falso médico se la expidió, y ella la presentó en el trámite para el que la había requerido,
Sin embargo, los representantes de la sede diplomática le informaron que, de acuerdo con sus registros, el número de matrícula no correspondía a Murguia, sino a una médica llamada Sabrina Natalia S. y, por lo tanto, el certificado carecía de validez.
La mujer contactó a Sabrina Natalia S. a través de LinkedIn para contarle lo sucedido. La mujer volvió a pedir un turno con Murguia para pedirle una receta médica y luego entregársela a la doctora. Con esa evidencia, Sabrina Natalia S. pudo radicar la denuncia.