La ministra de Salud, Carla Vizzotti; la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra; y la asesora presidencial Cecilia Nicolini expusieron este martes ante la Comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo sobre el DNU que regula y actualiza la ley de vacunas contra el coronavirus y permite la llegada al país del fármaco elaborado por Pfizer/BioNtech, el único (hasta el momento) aprobado para uso pediátrico.
“Hemos hecho un enorme trabajo técnico y jurídico para acercar posiciones que estaban muy lejos”, afirmó Ibarra, quien explicó que se eligió tomar la medida a través de un decreto de necesidad y urgencia porque “hay necesidad y hay urgencia”.
“Se aprobó el uso pediátrico de Pfizer y contar cuanto antes con esta vacuna para vacunar a niñas, niños y adolescentes con comorbilidades nos resulta importante, necesario y prioritario”, agregó la secretaria Legal y Técnica. “Necesitamos cuanto antes un marco legal para contar con esa vacuna que hace un mes que cuenta con la aprobación pediátrica”, detalló.
Ibarra sostuvo que con el decreto la Argentina podrá acceder también a “donaciones de otros países” de vacunas contra el coronavirus y “también a la provisión de vacunas de laboratorios norteamericanos por parte del mecanismo Covax” de Naciones Unidas.
Como ya se había detallado, la funcionaria explicó que el decreto crea un fondo de reparación para indemnizar a “las personas que se hayan aplicado vacunas compradas en el marco de esta ley en el territorio nacional” en el caso de que “sufrieren un daño en su vida o salud” causado por el fármaco.
Ibarra agregó que se modificó el término de “negligencias” y “conductas maliciosas y fraudulentas” -presente en los acuerdos que fracasaron con los laboratorios estadounidenses- por “atribución de responsabilidad” y “dolosas”, respectivamente.
Al ser consultada acerca de si se podía saldar la dificultad con el proyecto presentado por el PRO y que proponía “eliminar el concepto de negligencia”, la funcionaria respondió: “Definitivamente no”. “¿Era uno de los obstáculos? Sí. ¿Era el único? No. Por eso este decreto no tiene un solo artículo, sino una serie de artículos fruto de conversaciones y discusiones”, contestó.
Además, Ibarra reiteró que en el DNU se exime de inmunidad a las regalías que percibe el Estado y los bienes privados del Estado a la hora de responder por eventuales ejecuciones. Mientras tanto, todos los bienes soberanos establecidos en la Ley de Restauración de Sostenibilidad de la Deuda "permanecerán soberanos", es decir que no pueden ser sujetos a ejecuciones. Entre estos últimos bienes se encuentran las reservas del Banco Central, el Fondo de Garantía de Sustentabilidad del Anses.
“Hemos defendido la integridad de los bienes soberanos de la Argentina y los bienes con inmunidad soberana -aseguró Ibarra-. Son temas muy difíciles, no era sacar una palabra, son negociaciones arduas que involucran temas muy importantes para la Argentina y si algo tuvimos en cuenta fueron los intereses de la nación Argentina”.
Por su parte, la ministra Vizzotti remarcó que en los últimos meses “se fueron incluyendo etapas de la vida y condiciones de riesgo” -mayores de 60, personas con VIH y, más recientemente personas gestantes, entre otros- como pasibles de recibir las vacunas gracias a los avances de las investigaciones científicas en todo el mundo.
La funcionaria afirmó que el DNU busca avanzar “en tres sentidos”: permitir la firma de contratos bilaterales; la posibilidad de acceder a diferentes vacunas que ofrece el mecanismo Covax y generar un marco legal para permitir las donaciones de dosis por parte de otros países. “No alcanza solamente con el marco legal, sino que se agrega el acceso (a las vacunas) a nivel mundial y la inequidad”, señaló.
La ministra destacó que el país recibe “un buen flujo de dosis” de vacunas y que ya se superaron los 8 millones de habitantes vacunados por mes, cuando el número pronosticado por el mismo Gobierno era de 5 millones.
Vizzotti detalló que 58 por ciento de los mayores de 20 años han iniciado su esquema de vacunación, en las personas mayores de 50 años fue el 85,5 por ciento, mientras que en los mayores de 60 el porcentaje asciende al 89 por ciento y ya hay una cantidad significativa de personas de estos grupos que empezaron a recibir la segunda dosis.
“Estamos trabajando en la siguiente etapa que es generar los acuerdos, concretarlos y seguir teniendo información para compartir con la sociedad, el Congreso y quien lo demande”, concluyó la ministra de Salud.