“El tarot es un viaje secreto de transformación, al igual que la poesía. Tal vez sean el mismo”, dicen Paula Jiménez España y Mercedes Araujo, quienes llevan adelante el taller El camino secreto, poesía y tarot. ¿Cómo hablan los arcanos en la escritura, cómo operan en el procedimiento poético?, se preguntaron Paula (psicóloga, tarotista, escritora, periodista y astróloga) y Mercedes (poeta y abogada) cuando empezaron a idear este curso que tiene lugar en la virtualidad los martes cada 15 días a las 19.
En el tercer módulo “de la persuasión al derrumbe”, que comienza el martes 13 de julio, trabajará el camino recorrido entre el arcano La Fuerza hasta La Torre. Hace años que las escritoras se interesaron en los vínculos entre poesía y tarot y lo hicieron desde una perspectiva de género. “Creemos que es necesaria y enriquecedora porque los arcanos no son energía fija sino que también va cambiando, se va transformando a medida que la cultura se va modificando. Se trata de simbolizar el mundo y la mirada que tenemos sobre ese mundo”, dijo a Las12 Paula Jiménez España.
Cuando comenzó la pandemia, Paula, que vive en Marcos Paz, le propuso a Mercedes, que estaba en Pedriel, un pequeño pueblo de Luján de Cuyo (Mendoza) pensar un taller sobre ese vínculo. “Me parecía muy potable en el sentido de poder extraer de la poesía significados simbólicos acordes a los arquetipos del tarot. En principio se trata de dos lenguajes simbólicos y sagrados porque ambos están al borde de una verdad que no puede terminar de enunciarse porque ninguno de los dos cierra sentido. Encontramos en muchas poesías rasgos del viaje del héroe que nos propone el tarot. Por ejemplo, con el arcano de El Loco vimos los haikus y de ahí en adelante con cada arcano ejemplificamos esa energía con obras literarias y nos entregamos al diálogo con el grupo hermoso que tenemos”, dice Paula. Quienes se sumen el martes 19 podrán tener acceso a los materiales anteriores y pueden consultar sobre el curso en el instagram elcaminosecretopoesiaytarot.
Las 78 cartas del tarot, cuyo origen se remonta al siglo XIV están divididas en arcanos (del latín arcanum, que significa misterio o secreto) mayores y menores.
Sole Núñez (sole.tarotysimbolos en IG) es profesora de tarot. “Estudie Letras, entonces la docencia prefigura lo tarotista, estudio filosofía también y mi propuesta del tarot como docente, sobre todo, está atravesada por la literatura, por la poesía, por la mitología griega: busco links entre esos universos y formas de comunicarse que sirvan o ayuden un poco a remover el avispero de la creatividad”, dice Sole. Para ella, si bien el tarot está anclado al momento en qué nació y el contexto, como la situación sociopolítica, histórica y económica, lo atraviesan, “hay que generar un espacio para que surjan nuevas lecturas, interpretaciones y diálogos posibles”.
En su consultorio, Sole suma “un acercamiento más plástico, más pictórico, que tenga que ver más con las imágenes que las cartas muestran y no tanto con esos vínculos que las imágenes tienen con todo lo demás que las rodea y que las ha rodeado en su contexto de creación, nos fijamos más la imagen por la imagen misma para desanclarla un poco y resituarla”, explica.
En sus vivos de instagram, Lu Martinez (soy.lu.martinez) explora el lenguaje de la magia, la mística, el tarot y la fe. “En los vivos, varies poetas con voces no tan mainstream, bastante diverses me leen sus poemas y dialogamos sobre qué creen que es la mística, sus caminos espirituales y les pregunto, por ejemplo, si hacen rituales y cómo intervienen estos temas dentro de sus estéticas y su escritura”.
Lu también escribe, da clases de yoga y atiende consultas de tarot, de flores y de astrología, “siempre desde una perspectiva feminista y tratando de acercarme a estas prácticas desde ese lugar”, dice. “Creo que en el último tiempo, a través de las redes, se está retomando una mirada sobre la espiritualidad que rompe con los dogmas más tradicionales e incorpora estos saberes simbólicos, prácticas de conexión con la fe que no son las institucionales y nos permiten a todes encontrarnos con ella de forma diferente. Es poner en acción esto de 'ser nuestres propies maestres'; ya no necesitamos un gurú, un sacerdote, una figura de autoridad que nos marque el camino porque el camino está ahí, en los mitos, en las cartas, en la meditación”, explica Martínez. En sus palabras: “podemos ser sincréticas, prender velas y a la vez, adorar a Gilda, a la virgen María y a Stella Maris. Creo que todo esto nos hace sentir más cómodas con el contacto con nuestros rituales y nos permite ponerlos en funcionamiento según nuestra propia mirada”.