El trabajo creativo de la compositora argentina Claudia Brant es tan fascinante como curioso: escribir temas para otros artistas. Hasta ahí, todo parece bastante normal. Sin embargo, la cosa cambia si esas canciones suenan en la voz de artistas del mainstream o súper estrellas del pop mundial como Paulina Rubio, Luis Fonsi, Ricky Martin, Chayanne, Enrique Iglesias, Alejandro Sanz, Marc Anthony, Jennifer López, Carlos Santana, Diego Torres, Rosario Flores, Lali Espósito y una lista inagotable e impensada. En eso mismo radica el trabajo cotidiano de Brant en su estudio de Los Ángeles: hacer hits. Brant es la mujer creadora detrás de temas que prendieron fuego los rankings musicales, como “No me doy por vencido”, popularizada por el cantante puertorriqueño Luis Fonsi, por citar un caso.
Pero ella, además, tiene su faceta de cantautora. También defiende con su voz y su guitarra las canciones que otros y otras hicieron circular por las listas más populares de las plataformas digitales, por emisoras radiales de todo el mundo y grandes festivales. La compositora, cantante y productora, radicada en Los Angeles desde hace 23 años, acaba de remasterizar y reeditar su disco Manuscrito (2011), con tres nuevas canciones. Rebautizado ahora como Manuscrito Deluxe (2021), reúne sus obras más representativas y exitosas y suma una canción compuesta con Nahuel Pennisi, "Hojas del viento", y versiones de "Juntos" y "No me doy por vencido", con la letra rescrita junto a Luis Fonsi en tiempos de pandemia. En estos once temas en formato acústico e intimista, Brant recupera la esencia de sus obras.
“Manuscrito (2011) era un álbum que yo había sacado hace muchos años, que tenía mucho que ver con mi tarea como compositora, con haberme dedicado casi treinta años de mi vida a escribir canciones para otros artistas. Y originalmente era un conglomerado de temas que fueron muy famosos”, cuenta la artista, desde Estados Unidos. “Y fue un disco que tuvo una exposición bastante reducida porque había salido solo en México y aunque había tenido dos nominaciones a los Latin Grammy había tenido poca proyección. Y en este año en particular, que fue un año de pensamiento, de meterse para adentro y analizar la carrera de uno, me di cuenta de que era un disco que merecía tener una exposición más global. Entonces, se me ocurrió la idea de remasterizarlo, darle un nuevo sonido y además agregarle tres canciones nuevas”, le dice a Página/12 la ganadora del Grammy americano, en 2019.
-¿Y cómo nació la canción nueva "Hojas del viento", con Nahuel Pennisi?
-De una sesión de composición que hice con Nahuel y León Cuye. Y después de haber escrito esta canción, cuando empecé a tener la idea de volver a dar a luz Manuscrito Deluxe, se me ocurrió que "Hojas del viento" era un sí rotundo, porque es una canción que adoro, que escribimos en pandemia el año pasado y tiene mucho que ver con extrañar a la gente que uno más quiere. La canción transmite un sentimiento súper universal que compartimos en este tiempo, porque no podemos vernos, abrazarnos, acercarnos o tocar a la gente que más queremos. Para mí escribirla y grabarla con Nahuel era súper importante, porque además de quererlo mucho, soy su fan.
-El disco tiene un sonido muy cálido, muy íntimo, y está muy presente tu voz, además de la guitarra y el piano. ¿Te interesaba generar una atmósfera despojada?
-Sí, a mí me parece que es muy importante que eso pase. La esencia del disco tiene que ver con eso. Las canciones están desnudas, tienen muy poquitos elementos que las visten. Y no necesitan ser excesivamente tocadas ni cantadas. Tampoco necesitan tener cantidades de coros ni de arreglos ni cuerdas ni vientos. Entonces, de alguna manera, para combinar con ese tratamiento sonoro yo tenía que cantar poco. Lo que hice fue llevar la melodía y la letra de cada una de las canciones para mostrar cómo vinieron al mundo. Esa es la semilla de lo que yo hago todos los días. Porque cuando escuchás en un disco una canción que escribí yo probablemente haya una distancia muy grande entre eso que se escribió aquí en mi estudio con una guitarra y lo que va a sonar en la grabación. Hubo un caso, hace unos años, con una artista muy conocida aquí que se llama Jessie Reyez, que escribimos la canción en el estudio con la guitarra y la voz y fue así al disco. Pero no suele pasar. Y ese era el espíritu que yo quería rescatar con Manuscrito Deluxe.
-Hablabas recién de la esencia. ¿Qué te sucede internamente cuando escuchas una canción escrita por vos en la versión final del artista, que a veces es muy distinta a la original?
-Hay opiniones encontradas dentro mío, siempre es distinta la reacción. A veces escucho una canción mía, cuando me mandan la mezcla final, y pienso "qué buen arreglo, qué buena orquestación, qué bien está cantada o mirá la vuelta de tuerca que le dieron". Y otras veces escucho la mezcla final antes que vaya al disco y me quiero matar. Y digo: "guau, qué pena". Pero salvo que yo esté involucrada en la producción... entiendo que es lo que decidió tal o cual productor o compañía discográfica y me tengo acomodar a eso. Hay muchas veces que me llegan canciones mías y que escucho el arreglo final y me emociono. Y me parece espectacular. Me ha pasado, por ejemplo, con una canción que me grabaron Alejandro Sanz y Malú, "Llueve alegría", que cuando la escuché con las voces de ellos dos y con el arreglo de Julio Reyes sentí un gran honor y una alegría. Pero otras veces no fue esa la sensación…
-Tu trabajo es curioso, porque al componer para otros artistas, de alguna manera, tenés que soltar lo que creaste, porque la producción final de una canción ya no depende de vos...
-Y sí, es como traer un hijo al mundo y después soltarle la manito. Y bueno, ahí se fue: a veces por el camino correcto, otras por el equivocado o tomó un desvío que yo no hubiera elegido. Sí, tengo que soltar y tengo que dejarla ser. A veces tienen un camino muy obvio para tomar, entonces no se pueden ir muy lejos de la versión original, Pero otras veces se van muy lejos. También puede nacer en el estudio entre el artista, el productor y yo. Entonces, ya tiene un camino previo recorrido desde el vamos. Pero no siempre es así.
-¿Y Manuscrito Deluxe es una forma de recuperar esas canciones, de traerlas de nuevo hacia vos?
-Sí, hay mucho de eso. De hacer volver a mí las canciones que escribí, tal como yo las sentí e imaginé cuando terminé la sesión con la guitarra y la voz. Las canciones siempre fueron así. De hecho, hay una en el álbum que se llama "Dime quién es" y si vos escuchás la versión final, que está en un disco de una banda de regional mexicano, es muy distinta a la original, y yo en este disco hice una bossa nova. Y eso creo que pasa también porque una buena canción es siempre una buena canción. Entonces, la podés poner en el género que sea y hacerle el arreglo que sea, pero la esencia, la estructura y la raíz de la canción siempre va a estar ahí.