El Senado comienza este miércoles el debate del proyecto de ley para definir un nuevo régimen de promoción al sector del biocombustible. La expectativa es que la semana próxima se sancione, luego de la votación favorable de Diputados. Implica una parcial marcha atrás de un régimen que funcionó durante quince años y despierta posiciones muy encontradas. A continuación, las claves:
¿Qué son los biocombustibles?
Son combustibles obtenidos a partir de recursos renovables, por lo cual tienden a ser considerados una alternativa más sustentable a los fósiles. Los más difundidos son el biodiesel y el bioetanol, producidos en base a cultivos agrícolas destinados a la alimentación humana. En el caso argentino se fabrican, respectivamente, a partir del aceite de soja y de la caña de azúcar o de la biomasa derivada del maíz.
¿Qué ventajas tienen?
Los países productores mejoran su seguridad energética. El caso más emblemático es Estados Unidos, que tuvo un fuerte avance de cara a una potencial escasez de combustible fósil y previo al boom de las explotaciones no convencionales de hidrocarburos. En el caso argentino, también hay un componente de divisas asociado a la sustitución de combustibles que de otro modo deberían importarse. En el biodiesel, el país es un exportador fuerte, lo cual supone la agregación de valor a la tonelada de soja y generación de empleo, explica un reciente documento del think tank Fundar.
¿Cuál es el saldo en materia ambiental?
Se calcula que la utilización de biocombustibles reduce la emisión de dióxido de carbono --principal gas de efecto invernadero-- en relación a los combustibles fósiles en un 78 por ciento. Sin embargo, ese efecto positivo es reducido por el consumo de combustible necesario para la producción agrícola, por ejemplo, en la producción de fertilizantes y para el uso de la maquinaria. Por otro lado, hay cuestionamientos vinculados al uso de la tierra y la expansión de la frontera agrícola y a la competencia con la producción de alimentos destinados a consumo, que puede impactar en el encarecimiento de éstos últimos.
¿Cómo es la promoción en Argentina?
El régimen de promoción nacional de 2006 estableció por quince años una mezcla obligatoria de biocombustibles del 5 por ciento de bioetanol en naftas y 5 por ciento de biodiesel en gasoil a partir de 2010 y luego se incrementó hasta el 12 y 10 por ciento, respectivamente. Además, se establecieron una larga serie de beneficios impositivos a los productores de biocombustibles. El impacto fue notable: en diez años, la producción de biodiesel pasó de 1 millón de toneladas a 2,1 millones y el bioetanol se multiplicó por cinco, de 23.300 metros cúbicos a 1,1 millones de metros cúbicos. El régimen promocional expiró el pasado 12 de mayo y fue prorrogado de forma provisoria hasta el 12 de julio.
¿Cómo se compone el sector en el país?
Hay 36 empresas que producen biodiesel y 19 empresas de bioetanol. En biodiesel, hay grandes empresas integradas, ligadas a las cerealeras y con perfil exportador, junto con pymes que venden al mercado interno. Más de la mitad de la producción tiene destino de exportación. En bioetanol, las empresas son medianas y están orientadas al mercado doméstico. El sector emplea a unas 4500 personas de forma directa.
¿En qué consiste el proyecto del nuevo régimen?
Con el impulso del oficialismo, el nuevo esquema contempla hasta 2030 una reducción del corte del 10 al 5 por ciento para el biodiesel y lo mantiene para el bioetanol en un 12 por ciento, en partes iguales para maíz y caña de azúcar. A su vez, permite al gobierno reducir al 3 por ciento el corte ante subas de los precios agrícolas, salvo para la caña, que mantiene su cuota del 6 por ciento. Adicionalmente, establece que para el abastecimiento al mercado interno tendrán fuerte prioridad las empresas pymes: las firmas que accedan al régimen no podrán producir más de 50 mil toneladas de biodiesel y 90 mil metros cúbicos de bioetanol por año.
Apoyos y críticas
Como el proyecto prevé la baja en el corte del biodiesel y la posibilidad de aplicar reducciones adicionales, lo cual implica un incremento de la demanda de combustibles fósiles, las provincias petroleras junto a las empresas de ese sector apoyan la iniciativa. También hay acompañamiento de parte del complejo azucarero, que queda mejor parado que el maíz y la soja. Así, la votación en Diputados logró el apoyo de representantes de Juntos por el Cambio de las provincias de Tucumán y Jujuy. En cambio, las grandes aceiteras son las principales detractoras, junto con representantes legislativos de provincias con peso del sector, como Córdoba y Santa Fe, recuerda el informe de Fundar.
Mercado interno y exportaciones
Argentina es el principal exportador de biodiesel. Sin embargo, en el mercado externo se han registrado problemas desde 2016 por la aplicación de medidas antidumping tanto en la UE como en EEUU contra el biodiesel argentino. Encima, las perspectivas no son muy alentadoras, ya que Europa puso un techo a los bio que reduce las mezclas actuales para 2030 y en Estados Unidos podría pasar algo parecido. Por ello, las grandes empresas quisieran poder vender tanto al exterior como en el mercado local, algo que ni el régimen anterior ni el próximo permiten.