“Todo esto tuvo tanta repercusión porque el Momo (Venegas) estuvo con Macri, se horrorizaron muchos, y nosotros volvemos a tomar dimensión de lo grave que es porque, en realidad, lo tenemos naturalizado”, dice Ana Cubillas, desde Misiones. Se refiere al pago de salarios a tareferos con bonos de comercios que son propiedad del mismo patrón que los contrata, entre varias violaciones a los derechos laborales de los trabajadores del campo no sólo en esa provincia sino en todo el país. El Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Agrarios (Renatea) fue disuelto por decreto en octubre, y también se esfumaron las funciones de control sobre la actividad. La consecuencia directa afecta la vida cotidiana de miles de trabajadores estacionales que volvieron a las condiciones indignas de empleo previas a la sanción del estatuto del peón rural, en 2011. “No sólo nos pagan en bonos, volvieron las carpas negras, no hay más transporte y viajamos de nuevo en los camiones arriba de la cosecha”, describe Cubillas, que además de tarefera es secretaria general del Sindicato Unico de Obreros Rurales (Suor). A pesar de la repercusión mediática que tuvo un reciente programa televisivo que mostró esa realidad, preparan una denuncia judicial porque “acá los empresarios que pagan con bonos pasaron de tres a cinco, como si pretendieran redoblar la apuesta y nada les importara”.
En la localidad misionera de Andresito en lugar de dinero de curso legal reciben unos tickets que sólo sirven para comprar comida y algún tipo de ropa, por ejemplo, en un comercio propiedad del empresario Zimmermann, a su vez dueño de un importante secadero de yerba. “Igual no alcanzaría para nada más porque nos pagan menos que el salario mínimo, y sí, estamos como en La Forestal de 1920”, apunta la dirigente, en diálogo con PáginaI12. En esa zona, donde hay mil trabajadores indocumentados, se produjo hace poco un accidente con 28 tareferos que iban en un camión que se quedó sin frenos y murieron cuatro. “Cuando empieza la cosecha es como ir a acampar, trabajan niños porque también cerraron las guarderías, entonces los chicos vuelven al campo e interrumpen su escolarización”, agrega Cubillas.
El Renatea surgió junto con el estatuto del peón rural (ley 26.727), sancionado durante el gobierno kirchnerista, que había significado la reconquista de derechos superadores para los postergados trabajadores del campo. Ese organismo dejó un fondo de 1200 millones entre 2012 y 2015, que el gobierno de Cambiemos transfirió a la Uatre (Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores), el sindicato que lidera Gerónimo “Momo” Venegas. “El Renatea controlaba las condiciones en que vivían, viajaban y trabajaban los empleados del campo, pero el gobierno de Macri sacó dos artículos de esa ley y así eliminaron todos los controles, es negocio para el patrón tener indocumentados”, apunta la dirigente.
En tanto, el abogado Luis Palmeiro declaró que “hay un incumplimiento sistemático de sentencias judiciales y medidas cautelares, Renatre no reicorpora a los trabajadores despedidos en forma arbitraria en casi todas las provincias”.
En el programa ADN Periodismo Federal de C5N mostraron los bonos con que pagan sueldos de 3 mil pesos por 18 horas por día de trabajo, y recordaron que el 1 de marzo en el Congreso le acercaron un paquete de yerba a Macri “¿Qué trajo la desubicada esa?”, preguntó el Presidente. Es una diputada de Misiones, le aclararon. El la miró y levantó el paquete haciendo un gesto de falso agradecimiento.