El acusado Walter Alejandro Espinoza negó ayer haber dado muerte a la adolescente Agustina Guedilla. Tampoco se hizo cargo del intento de asesinato de una mujer trans en 2019, el otro hecho por el que es juzgado.
Para este jueves están previstos los alegatos y el tribunal colegiado presidido por la jueza María Victoria Montoya Quiroga, e integrado por lxs vocalxs Carolina Sanguedolce y Ángel Amadeo Longarte, podría dictar la sentencia ese mismo día.
Espinoza dijo que es inocente, que no mató, ni intentó matar a nadie. Declaró sin responder a preguntas de la fiscala Mónica Poma, ni de la querella ejercida por la abogada Laura Flores Mejía y el abogado Luciano Romano.
Guedilla fue hallada muerta por una persona que se encontraba en la cancha de "Los Vallistos" en el barrio Palermo II, el 5 de diciembre de 2019 alrededor de las 9.30.
El imputado relató que había quedado en encontrarse con la víctima de 16 años y que ya la conocía porque habían tenido un encuentro un año antes, en el Parque San Martín.
El acusado contó que ese día fue al centro a hacer unos trámites en la Anses, le envió mensaje a la adolescente y quedaron en encontrarse a las 21.30 en la comisaría de Palermo en una cita.
Espinoza relató que esa noche llovía y optó por trasladarse hasta la comisaría en un remís. Esperó allí hasta cerca de las 22 y, como la joven no llegaba, decidió caminar hasta la cancha de fútbol. En el trayecto compró cigarrillos y chicles en un negocio.
Al llegar, entró al predio por un sector que tiene el alambrado roto, y como había poca luz, prendió la linterna de su celular para revisar los baños. En el primero no había nadie. Fue al segundo y vio en el suelo a una chica, con un bloque sobre la cabeza. Según declaró, se quedó parado un rato ahí, intentando ver quién era. Se agachó para verificar si estaba con vida y advirtió que no respiraba. El imputado sostuvo que nunca había visto una persona muerta y dijo que no sabía si llamar a la policía y decidió no hacerlo por temor a ser inculpado.
Espinoza sostuvo que se retiró del lugar por donde había entrado y fue a la parada del colectivo, donde había un coche vacío. El chofer estaba haciendo tiempo así que subió y se sentó. Allí sacó su celular y advirtió que tenía la mano derecha con sangre. Se la limpió con un papel que tenía en la mochila y luego lo tiró. Cuando el chofer inició el recorrido le pidió que pagara el boleto, él lo hizo y en el centro se bajó para tomar el colectivo que lo llevaba hasta su casa, en El Carril. El acusado dijo que se durmió en el trayecto y pasó de largo hasta Chicoana, donde se bajó.
En la estación de servicio de Chicoana mandó un mensaje a su pareja, pidiéndole que le mandara un remís a buscarlo. El auto lo recogió de la entrada del pueblo.
Espinoza dijo que al llegar a su casa encontró a su pareja muy enojada y no le contó nada acerca de Guedilla, se cambió de ropa y se fue a dormir. Al día siguiente vio en Facebook las noticias sobre la chica asesinada en Palermo. Dijo que él no pensó que era la misma chica con la que se había citado y que decidió bloquearla en el Facebook porque no quería que lo culpasen de nada.
El hombre relató que siguió dudando sobre avisar o no a la policía. Ese día decidió no ir a trabajar y, a la noche, cuando estaba recostado viendo la televisión, llegaron efectivos a buscarlo. Lo esposaron y le dijeron que estaba detenido por el homicidio de una chica. Sostuvo que le pegaron para que confesara el crimen. La defensa del imputado está a cargo del defensor oficial Jorge Eduardo Bonetto.
Por otro lado, el intento de transfemicidio fue en noviembre de 2019 y Espinoza fue denunciado por la víctima que sobrevivió a su ataque. El imputado la había contactado por Facebook y cuando se encontraron en su departamento, la tomó del cuello intentando asfixiarla. Ella gritó y procuró defenderse. Los ruidos fueron escuchados por una vecina que llamó a la policía.