En 1991, con la disolución de la Unión Soviética, el barco mercante Latar II quedó abandonado a su propia suerte en Mar del Plata. Sin rumbo y sin nación, los marineros emprendieron el desafío de sobrevivir en un país extraño. Veinte años después, sin haber regresado a su patria y a las familias que dejaron atrás, dos de ellos, Viktor Yasinskiy y Anatoli Atankievich, siguen peleando por subsistir en el destierro. 

La historia de estos dos marineros rusos varados en Mar del Plata tras la caída de la URSS es reconstruido en el documental El fin del Potemkin, opera prima del cineasta Misael Bustos. Desde el título, el realizador hace referencia al Acorazado Potemkin, símbolo de la revolución rusa de 1905, inmortalizado por Sergei Eisenstein en el cine.

"En una reunión muy casual hace muchísimos años me la contó un marino en Mar del Plata. Fue una historia que no pasó de ese día, yo me la olvidé, y a los años, estudiando en la escuela del Incaa, reflotó con mucha fuerza. Me di cuenta de que había una historia muy potente, y me pareció que tenía que buscar a esta gente para ver si realmente estaban en Mar del Plata y en qué situación se encontraban", explicó Bustos en una entrevista sobre cómo se le ocurrió hacer esta película. 

Hoy a las 23 por el Canal Encuentro