El secretario de Transporte de la Nación, Diego Giuliano, defendió la decisión del gobierno nacional de otorgar a la Administración General de Puertos la concesión para los próximos 12 meses de la operación para el mantenimiento de la Hidrovía Paraguay-Paraná, por donde pasa el 80% de las exportaciones nacionales. "No podemos pensar en una vía troncal navegable con el modelo de los 90, estamos hablando de un sistema, uno de los tres más grandes del mundo, que nos obliga a modernizarlo, a establecer controles por parte del Estado, a darle participación a las provincias, a consultar con las universidades, y a ocuparnos de la normativa ambiental", dijo a Rosario/12. Frente a las críticas de algunos sectores, que según Giuliano "representan a la parte más oscura de la hidrovía", el secretario de Transporte planteó que están abiertos a los debates de buena fe sobre este tema: "Se debe poner un manto de razonabilidad, la hidrovía debería ser una de las cinco cuestiones estratégicas en las cuales tenemos que ponernos de acuerdo".
El gobierno oficializó la semana pasada, mediante el decreto 427/2021, que la Hidrovía, concesionada hace 25 años a un consorcio que integraban la belga Jan De Nul y la argentina Emepa, quedará bajo control estatal por los próximos 12 meses, que pueden prorrogar hasta la toma de servicio por parte de los que resultaren adjudicatarios de la nueva licitación por su concesión, y otorgó a la Administración General de Puertos la concesión de la operación para el mantenimiento del sistema de señalización y tareas de dragado y redragado.
El Ministerio de Transporte avanzará en la confección de los pliegos licitatorios para la nueva concesión que incluya las obras en la vía navegable troncal comprendida entre el kilómetro 1.238 del río Paraná, punto denominado Confluencia, hasta la Zona de Aguas Profundas Naturales en el Río de la Plata exterior. "Lo que ha planteado el presidente Alberto Fernández es un fuelle, que es la Administración General de Puertos, durante un año podrá hacer contrataciones privadas y públicas para llevar la tarea de la hidrovía", abundó el ex concejal rosarino.
"Estamos planteando un sistema de participación público--privado. Es cierto que el Estado hoy no está en condiciones de hacerse cargo de todo, pero nadie puede negar que no puede hacerse cargo del control del sistema, los controles son necesarios porque incluso benefician la propia competitividad de la hidrovía", planteó Giuliano. Hace unos días, el secretario de Transporte advirtió que la oposición que existe sobre esta iniciativa se debe a "algunos sectores que no quieren ningún control, ni de AFIP, ni de Migraciones, ni de Aduanas, ni provinciales o ambientales".
El 1º de julio, la Bolsa de Comercio de Rosario comunicó su posición sobre la decisión del gobierno nacional. "El Estado no tiene en la actualidad las capacidades técnicas para realizar las tareas de mantenimiento y la continuidad operativa de la vía de navegación", señalaron. El titular del sindicato de Dragado y Balizamiento, Juan Carlos Schmid, dijo en una entrevista que el Estado "no puede hacer nada en la hidrovía porque abandonó todo", y que "así como tiene enormes déficits en el control también lo ha tenido en las políticas públicas de mantenimiento de su flota estatal, desfasada tecnológicamente y amarrada mínimo cada barco, hace más de cinco años".
Según Giuliano "todo está previsto, no estamos planteando algo distinto, justamente coincidimos con la posición de los trabajadores porque son los que operan, es muy importante su mirada en este tema". De todos modos, subrayó que "el gobierno ha tomado la determinación de no continuar prorrogando las prórrogas de las prórrogas y definir un modelo de vía navegable troncal propia del siglo XXI". En ese sentido, agregó que "es necesario incorporar tecnología moderna, permitir que las provincias intervengan en el control y la gestión, que participen las universidades y que se abra una instancia de participación de los usuarios".
El funcionario, que el pasado lunes estuvo en Reconquista para encabezar la presentación de la puesta en marcha de la tarjeta SUBE, consideró que la hidrovía "debe ser el eje integrador latinoamericano más importante en materia de exportaciones, tiene un alto valor estratégico. El barco oceánico que surca los mares se mete profundamente en el territorio argentino con la vía troncal navegable, se acerca al productor y baja los costos operativos, baja el flete, desarrolla la economía regional, tiene un carácter multiplicador muy grande".