"Somos cuatro magistrados que no somos amigos, apenas nos conocemos. ¿Los cuatro nos pusimos de acuerdo para frustrar el juicio por la celebración de la audiencia oral? ¿No será mucho?", preguntó Marcelo Colombo, el fiscal que interviene en la etapa de juicio de la causa del Memorándum con Irán, en una audiencia donde rechazó los argumentos con lo que las querellas intentan apartarlo tanto a él como al Tribunal Oral Federal 8 (TOF 8). Colombo ratificó la importancia de que haya una audiencia oral y pública, como pidieron Cristina Fernández de Kirchner y el resto de los imputados, para fundamentar sus pedidos de nulidad del expediente. Eso es lo que molesta a la DAIA y los familiares alineados con la entidad: la posibilidad de que el juicio se caiga. Colombo defendió, a la vez, las medidas que impulsó para analizar la intervención de los camaristas de Casación, Mariano Borinsky y Gustavo Hornos, que resolvieron la reapertura de este caso en días en que visitaban a Mauricio Macri, lo que podría revelar falta de imparcialidad. También insistió en que el exsecretario de Interpol Ronald Noble siempre fue considerado testigo y jamás imputado --el relato de Noble también hace tambalear las imputaciones porque sostuvo públicamente que nunca se levantaron las circulares rojas para detener a los iraníes acusados del atentado a la AMIA--.
Por decisión del TOF 8, y en la lógica de hacer público lo que sucede en el expediente, la audiencia de este miércoles se transmitió por YouTube. El eje del debate era la recusación contra el fiscal Colombo que plantearon los familiares de víctimas del atentado a la AMIA Luis Czyzewski y Mario Averbuch, representados por los abogados Tomás Farini Duggan y Juan José Avila, y la DAIA, representada por Gabriel Camiser. El apartamiento o respaldo a Colombo debe ser resuelto por el propio tribunal, algo que podría ocurrir la semana que viene. A la vez, la situación de los jueces María Gabriela López Iñíguez, José Michilini y Daniel Obligado, a quienes las querellas también quieren apartar, será analizada por la Sala I de la Cámara de Casación Penal. ¿A qué se debe semejante ofensiva? A que Colombo y el TOF 8 coincidieron en hacer lugar a un pedido de CFK y el resto de los imputados para que se celebre una audiencia oral y disponer una serie de medidas destinadas a determinar si estuvo afectada la imparcilidad de Borinsky y Gustavo Hornos antes de decidir en 2016 la reapertura de la causa --la había cerrado el juez Daniel Rafecas por inexistencia de delito--, además de haber avalado previamente que el juez fallecido Claudio Bonadio instruyera una causa melliza y después se quedara con los dos expedientes. En la audiencia se discutirán pedidos de nulidad del expediente.
El fiscal Colombo, que remarcó la "gravedad institucional" de todo lo que se discute sostuvo en el Zoom que se debe poner en consideración "si la reapertura del expediente judicial que promovió la investigación que llegó a esta instancia de juicio por los señores jueces Mariano Borinsky y Gustavo Hornos fue decidido respetando la garantía del juez imparcial". "En aquel momento una de las defensas había cuestionado la participación de los magistrados" y el tema --recordó-- "fue zanjado sin que las partes conocieran en aquel momento estas nuevas circunstancias", que "son las visitas de ambos magistrados en la oficina del expresidente de la Nación, ingeniero Mauricio Macri, antes de decidir esa reapertura". Son, precisó, "circunstancias novedosas" que hasta ahora "no fueron materia de análisis". "Señalar que es una cuestión precluida que no merece un análisis es faltar a la verdad", dijo.
Las querellas, que sintonizan con la oposición política, cuestionan el llamado a una audiencia por sí mismo y quieren que se haga a toda costa el juicio oral para que la expresidenta esté en el banquillo. Adjudican al fiscal falta de imparcialidad, trajeron al debate las excarcelaciones resueltas por el TOF 8 tras las detenciones que había ordenado Bonadio contra Carlos Zannini, Luis D'Elía y Jorge Khalil, y también dicen que la fiscalía quiere frustrar el juicio al considerar a Noble como testigo en lugar de imputado. El abogado Farini Duggan endilgó al fiscal la intención de generar una "instancia inexistente" con la audiencia oral y dijo que el tribunal no tiene facultad para dictar "la nulidad de los actos" de la causa. Del discurso envalentonado Farini pasó la cara de vergüenza total cuando al final de todas las exposiciones la presidenta del tribunal, López Iñíguez, lo levantó en peso por haber ido al baño en medio de la audiencia con la cámara del celular encendida, como se vio perfectamente en la transmisión. “Ir al baño con la cámara prendida no ha pasado desapercibido”, dijo la jueza. Agregó que entiende que la situación de la pandemia generó particularidades pero hizo un "pedido especial que tiene que ver con el respeto que nos merecemos.", dijo. "Quienes deban atender asuntos privados, tengan a bien apagar su cámara", suplicó y pidió "cuidados mínimos".
Colombo respondió uno a uno los tres puntos centrales del ataque de las querellas:
* A la queja por las excarcelaciones cuando llegó pedido al TOF 8, contestó que "nada contrario a la ley existe en resolver excarcelaciones en 24 horas" ni esa decisión "supone prejuzgamiento" sobre cuestiones de fondo. Más allá de eso, precisó que él no intervino porque estaba de licencia. Como crítica general, repitió que los abogados de las querellas no distinguen entre la función de fiscales/as y jueces/as ni entre imparcialidad y objetividad. A los fiscales, recordó, no se les exigen imparcialidad, de hecho son acusadores. "Eso da la pauta de la seriedad del planteo", ironizó.
* Otro eje fue el intento de que Ronald Noble declare como testigo, algo que no se hizo durante la instrucción, pero que era esencial. Sólo que fue omitido por Bonadio porque el ex secretario de Interpol dijo públicamente varias veces que las alertas rojas para atrapar a los iraníes nunca habían sido dadas de baja, y el que gobierno argentino tampoco lo pidió. Para las querellas, Noble es un imputado. Colombo dice que considerarlo testigo de ninguna manera puede tratarse de un intento por frustrar el juicio. Primero aclaró que si hubiera habido una imputación contra Noble, no hubiera tramitado en un juzgado federal sino en la Corte Suprema, por su función asimilable a la de un diplomático. Detalló que hasta la denuncia de Nisman el ponderó el papel de Noble. Recordó que los fiscales que tuvieron intervención, Gerardo Pollicita y Eduardo Taiano, jamás lo imputaron. El segundo incluso pidió su testimonial.
* Sobre la audiencia oral, el fiscal enfatizó que el "principio de publicidad" se debería "generalizar" a "todo el proceso penal". Que tanto jueces y fiscales se deben "someter al escrutinio público". Cuestionó "el anonimato en que se mueven" jueces y juezas. "Estoy cumpliendo con el mandato de objetividad y con el mandato de transparencia, que es un principio que emana de la Ley Orgánica del Ministerio Público". Entendió que las querellas buscan "evitar la discusión pública"; citó al jurista italiano Luigi Ferrajoli y su idea sobre "la responsabilidad social del juez" y el "control popular sobre la justicia". Y destacó que la relevancia adicional de celebrar una audiencia es que al analizar la intervención de los jueces de Casación se "está interpelando hacia adentro del Poder Judicial", algo infrecuente en tribunales, "otra razón --destacó-- para que esto sea público".